martes, 31 de agosto de 2010

Hombres estad alertas

Raúl San Miguel

Durante la ocupación militar de Checoslovaquia por las fuerzas nazis, en abril de 1942, fue tomado como prisionero el periodista y novelista checo Julius Fucik, miembro activo de la resistencia patriota. Permanece en la cárcel de Pankrác hasta septiembre de 1943. Es ejecutado en Berlín el 8 de septiembre de ese año. En la cárcel escribió un estremecedor documento: Reportaje al pie de la horca. En el describe el horror provocado por el imperio de los nazis y deja un testimonio para el futuro al denunciar la aproximación del holocausto: “hombres os he amado, estad alertas”.
Un día o dos después del aniversario 67 del asesinato del periodista Julius Fucik, el mundo podría amanecer bajo el horror de una guerra nuclear. Precisamente y a partir del momento que el presidente norteamericano Barack Obama, de la señal verde para iniciar la intercepción de los buques con pabellón iraní y, con esta acción, antes haya encomendado su alma a Dios junto a su familia en la capilla de la Casa Blanca.
No pretendo hacer retórica y mucho menos retomar las últimas palabras de aquel colega checoslovaco como un mensaje donde visualiza el espanto de una de las más crueles etapas de la vida del hombre en la tierra: el nacimiento y caída del imperio alemán. Los asuntos de hoy, son tan urgentes que (como explicara el líder de la Revolución cubana) no se puede perder un segundo en unir todas las voces del mundo para evitar la posible guerra que nos conducirá al fin de la especie humana en la tierra.
Sin embargo, la escalada imperial continúa. Por estos días el jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de los Estados Unidos, almirante Mike Mullen, confirmó a Meet the Press, de la cadena de televisión NBC, que el gobierno (la administración del señor Obama) dispone ya del plan de ataque previsto, desde los últimos meses, contra Irán.
Más adelante señala que la Casa Blanca emplea una estrategia de “doble vía” contra la nación persa: la diplomática y la de las sanciones, pero no ha dejado fuera la opción militar. Subrayó, el almirante, que la decisión “tendría que tomarla el presidente Barack Obama”.
Por supuesto, la respuesta de Irán no se hizo esperar. El general Yadolá Javani, adjunto para los asuntos políticos del Jefe de los Guardianes de la Revolución, confirmó que “si Estados Unidos comete un error, la seguridad de la región estará en peligro”. Reiteró que: “la seguridad de la región del Golfo Pérsico concierne a todo el mundo o a nadie”.
Estas palabras no dejan dudas en relación con la respuesta ante cualquier ataque de Estados Unidos o de Israel y la posible (magnitud del desastre causado por las armas nucleares) que se disparen entre ambas partes en toda la geografía circundante al Golfo Pérsico.
En una ocasión retomé las palabras del actual presidente norteamericano cuando era candidato a la administración de su país. Por entonces era el principal crítico de la política seguida por el señor George W.Bush. Cito:
“Si yo llego a ser el rostro visible de la política exterior y el poder en los Estados Unidos, declaró al periodista James Traub, de The New York Times, tomaré las decisiones estratégicas con prudencia, y manejaré las crisis, emergencias y oportunidades en el mundo, de manera sobria e inteligente. Pienso que si alguien le dice a la gente que tenemos un Presidente en la Casa Blanca que tiene una abuela viviendo en una cabaña a orillas del Lago Victoria, y una hermana medio indonesia casada con un chino-canadiense, ellos pensarán que ese Presidente debe tener un mayor dominio de lo que ocurre en nuestras vidas y en nuestro país. Y tienen razón.
Por supuesto, aquellas declaraciones del señor Obama fueron realizadas bajo el estado febril de la multimillonaria carrera por la silla presidencial en Washington D.C. Sin embargo, ¿cómo responder a las afirmaciones de un plan, de este presidente, previsto con el objetivo de atacar a Irán, según el almirante Mullen. La respuesta está en las declaraciones del profesor de Harvard, Joseph Nye, quien defiende la teoría del soft y el smart power. Dice el académico: “Obama, como presidente, podrá hacer más por el soft power que lo que hayamos podido hacer antes”. Y, me pregunto: ¿Antes de permitir el ataque de las torres del World Trade Center? ¿Antes o mucho antes de todas las acciones que precedieron el ataque contra Afganistán e Irak? Perdóneme el lector esta disquisición justo cuando debía seguir el hilo que responde a la pregunta del almirante Mullen.
Ahora bien. El señor Obama tiene en sus manos la posibilidad de recordar todos los discursos precanditatura y examinar cuál será su posición en la historia. El hecho de hacer tragar una píldora de cianuro con agua no elimina la capacidad mortífera del comprimido. Me refiero a que podrá intentar convencer que se puede autorizar un ataque donde se emplearían armas nucleares sin recurrir a la posición tremendistamente cowboy del señor George W.Bush.
En cuanto a las órdenes de ataque, tan esperadas por el estado de Israel, quisiera exponer que la tal encrucijada para el señor Barack en cuanto a esperar el mejor momento para actuar a favor de la guerra, no es tal. Más allá de las presiones reales, de los poderosos que representan el poder de un imperio en un gobierno mundial lejos de las regulaciones establecidas por la ONU. Solo, en este caso, el señor presidente Barack Obama podrá determinar el paso siguiente a lo acordado a partir del 9 de septiembre para la revisión de los buques iraníes y, en consecuencia, facilitar el inicio del conflicto.
Antes de concluir, quisiera volver a citar la memoria del señor Barack Obama, presidente de los Estados Unidos:
“La administración Bush respondió a los ataques no convencionales del 11 de septiembre con un pensamiento convencional pasado de moda, encarándolos solo con soluciones militares. Esa trágica equivocación nos condujo a la guerra de Irak, que nunca debió ser autorizada ni iniciada”. Sin embargo, el presidente actual de los Estados Unidos ha creado las condiciones necesarias para faltar a su palabra (precanditatura) en cuanto a la retirada de las tropas de su país en las zonas de conflicto: Afganistán e Iraq. En realidad aumentó el número de efectivos y el apoyo financiero y logístico para estas fuerzas. Eso es una postura soft, según su teoría. Lamentablemente, las predicciones de un invierno nuclear provocado no tendría otra respuesta para los habitantes del planeta mundo. Quizá, los miembros del Club que gobierno el mundo, ya tienen creadas las condiciones para ivernar en sofisticados bunkers antirradiaciones y continuar una vida licenciosa bajo una ciudad sumergida o dentro de la tierra. Es posible que se preparen para hacer realidad un sueño de ficción: crear la nueva raza que gobernará el mundo, cuando emerjan sus descendientes millones de años después, si es que un año después del ataque aún existe la tierra.