Bloqueo de Washington contra Cuba
Raúl San Miguel
Foto tomada de la Internet
El gobierno de Barack Obama vuelve a maniobrar
contra Cuba en una forma que demuestra las intenciones de evitar cualquier
posibilidad de la Isla para normalizar las regulaciones migratorias (léase
acuerdos migratorios Cuba-Estados Unidos) que permitan el flujo ordenado de
cubanos desde en las dos direcciones. El Nuevo Herald ofrece la versión más
visible, en su ataque mediático, con un titular: Cuba suspende emisión de pasaportes y visa para viajar a la Isla,
que refleja la condición del libelo miamense en favor la mafia cubano-americana
y su propósito de confundir a la opinión pública de la misma manera que lo hicieron
durante la celebración del injusto juicio (en Miami) contra los Cinco Héroes
cubanos infiltrados en organizaciones terroristas basificadas en la Florida y
con el apoyo de los servicios de inteligencia y el gobierno en la Casa Blanca.
Precisamente cuando se aproxima el fin de año y
se observan resultados en los cambios que realiza la Mayor de las Antillas, la
estrategia _para reforzar el bloqueo imperialista contra Cuba_ se refuerza en
la imposibilidad de manejar las cuentas bancarias necesarias en función de la
operatividad de la sección consular cubana, en Washington. Visto desde
cualquier perspectiva es una obligación al cierre obligado de la mayor parte de
los servicios de esta oficina, con funciones diplomáticas (ya limitadas por el
tipo de relación impuesto por Estados Unidos), pero resulta, además, una
flagrante maniobra que provoca el malestar que se refuerza con el titular de El
Nuevo Herald: Cuba suspende emisión de visas y pasaportes… No, no es Cuba quien
suspende, sino el gobierno de Estados Unidos quien obliga a limitar la
actividad consular cubana.
Está demostrado que Washington pretende cerrar el
2013 como un año definitorio en la política subversiva contra Cuba. La
estrategia de continuar el apoyo de los grupúsculos _ en el intento de ofrecer
una imagen de oposición en Cuba_ llevan a que el presidente y los secretarios
de Estado, se entrevisten con algunos de los mercenarios fabricados por sus
servicios de inteligencia como son los casos de Yoani, Fariñas y Bertha Soler,
por citar algunos ejemplos.
No podemos ver esta situación como un elemento
aislado y casuístico. Solo, no por inducción, ¿qué pasaría si el gobierno
cubano tomara una medida de cortar el servicio eléctrico o suministro de agua a
la oficina consular (SINA) en La Habana?
Por supuesto, no sucedería algo así. Ni siquiera en teoría. Es mi forma
de graficar que, el gobierno de Estados Unidos, conoce, perfectamente, que su
moneda puede facilitar cualquier servicio en Cuba, incluso con muchas más
ventajas debido a la situación real que provoca el bloqueo impuesto desde hace
más de medio siglo.
En varias ocasiones el líder histórico de la
Revolución cubana, Comandante en Jefe, Fidel Castro, denunció la actividad de
más de 50 agencias de vigilancia de los servicios de inteligencia de Estados
Unidos para garantizar la funcionabilidad del bloqueo contra la Isla. En este
sentido, resulta más que obvio la actividad de estos servicios al realizar el
análisis de la efectividad de las medidas orientadas por la dirección del
Partido y el Gobierno cubanos para aplicar los Lineamientos de la Política
Económica y Social, analizados en el VI Congreso del Partido Comunista y
previamente debatido a escala nacional por militantes y no militantes.
Algunas de estas medidas apuntan, sin prisa pero
con mucha rapidez, resultados evidentes que apuntan al saneamiento de las
finanzas, el reordenamiento y la modernización del sistema de gestión
empresarial cubano, en medio de las más revolucionarias regulaciones
(consideradas así, por analistas estadounidenses, inclusive) para establecer la
inserción plena de trabajadores por cuenta propia en sectores de la producción
y los servicios.
Por esta razón el
periódico miamense tergiversa, desde el título, lo que realmente ocurre. Según
el reporte de Alfonso Chardy, se refleja la medida anticubana de Washington
como “una decisión sorprendente, la
misión diplomática cubana en Washington D.C. anunció el martes que suspendía de
inmediato los servicios consulares hasta nuevo aviso, por lo cual deja de
emitir pasaportes y visas para viajar a la isla”.
Una vez más el guión del reportero de El
Nuevo Herald, funciona de la misma forma que durante el juicio amañado contra
los Cinco Héroes antiterroristas, de los cuales cuatro aún permanecen
prisioneros en cárceles norteamericanas. Miente cuando asegura (sin buscar los
elementos reales, me refiero a preguntar a los diplomáticos cubanos en
Washington) que la “decisión tendrá un severo impacto sobre el próspero negocio
de viajes a Cuba, que en años recientes ha llevado a cientos de miles de
cubanoamericanos y cubanos residentes en Estados Unidos a visitar
frecuentemente a sus familiares en la isla. Además, casi 100,000 otros
ciudadanos estadounidenses han viajado a Cuba en los llamados viajes de “pueblo
a pueblo” debido a normas de la administración del presidente Barack Obama que
han flexibilizado los reglamentos para viajar a Cuba.”
Fíjense cómo su versión subversiva apunta a
“normas de la administración del presidente Barack Obama que han flexibilizado
los reglamentos para viajar a Cuba.”
Mienten. El gobierno de Barack ha
sido responsable del recrudecimiento del bloqueo impuesto a Cuba y de torpedear
los acuerdos migratorios. Existen las pruebas determinantes con respecto a esta
verdad.
Después, en un acto de obvia intención de confundir,
asegura:
“Entre los tres millones de visitantes a la
isla en el 2012, alrededor de 476,000 eran cubanoamericanos y cubanos
residentes de Estados Unidos que dijeron tener el objetivo de visitar a
familiares. Otros 98,000 visitantes provenientes de Estados Unidos estaban
registrados como miembros de los programas de pueblo a pueblo en los que los
viajeros se dedican a actividades educativas o culturales específicas que no
pueden incluir el turismo. Los viajes turísticos a Cuba sigue estando prohibidos”.
Por supuesto, los elementos verídicos del
reporte están camuflados. Por ejemplo, especifica que el “Departamento de
Estado no respondió de inmediato a solicitudes para que hiciera comentarios”. ¿Por qué no responden? Y continúa:
“Pero un ejecutivo de una de las más
antiguas compañía que organizan viajes a Cuba, Marazul Charters, dijo que la
decisión constituye una crisis para la industria particularmente porque tiene
lugar cuando las agencias de viaje se preparaban para un aumento significativo de
viajeros debido a las vacaciones del fin de año”.
Lo que plantea el ejecutivo es lógico, pero
la “decisión” no es de Cuba, sino condicionada por una medida de Washington
para provocar el efecto que _curiosamente y de inmediato_ El Nuevo Herald,
pretende manipular.
Entonces da el puntillazo cuando, al estilo
de ese bodrio de periódico, asegura que (indefinido): “un conocido experto
sobre asuntos cubanos en Miami dijo que la suspensión de servicios consulares
probablemente reducirá no sólo los viajes a Cuba, sino también los ingresos que
el gobierno cubano deriva de los viajeros”. Y cierra:
“Esto va a reducir los viajes a Cuba.” dijo
Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos
de la Universidad de Miami. “También reducirá los ingresos para el gobierno
cubano y hará felices a algunas personas e infelices a otras”.
“Suchlicki se refería a las opiniones
encontradas entre cubanoamericanos y entre otros sectores sociales del país.
Muchos cubanoamericanos favorecen los viajes a Cuba para ver a sus familiares,
mientras que otros se oponen. Estos últimos argumentan que cuanto más viajes
hay, más ingresos percibe el gobierno cubano, de esta manera socavando los
objetivos del embargo comercial de Estados Unidos. También hay grupos que
abogan por el levantamiento de la prohibición de viajes turísticos a la isla”.
Dos elementos a tener en cuenta:
Crear el malestar y boicotear el
cumplimiento de las regulaciones migratorias por parte de Washington, justo
cuando el flujo migratorio apuntaba hacia lo contrario.
Impedir la entrada de dinero a Cuba, a pesar
de todas las variantes para impedirlo y desestimular a quienes vieron la
posibilidad de invertir, en la Isla, a partir de las favorables regulaciones
aplicadas para el trabajo por cuenta propia e inversiones determinadas.
Una vez más Washington pierde la tabla y
ataca a Cuba. Otra noticia lo confirma en la medida aplicada a un banco suizo.
Así dice el reporte:
El Departamento de Justicia estadounidense anunció hoy un acuerdo con la
compañía de servicios petroleros suiza Weatherford International Ltd. por valor
de 252 millones de dólares en compensación por violación de las sanciones
impuestas por Estados Unidos a Cuba, Irán y Sudán.
La compañía reconoció haber violado los
controles de exportaciones en el marco de la Ley de Comercio con el Enemigo
(TWEA, en inglés).
Dentro del total de la sanción se incluyen
100 millones de dólares con el Departamento del Tesoro, la mayor a una empresa
no financiera, por llevar a cabo negocios en países a los que Estados Unidos
aplica restricciones como Irán, Siria, Cuba o Sudán.
Según el documento, Weatherford y sus
subsidiarias realizaron servicios petroleros y exportaron tecnologías
indirectamente a Irán entre 2003 y 2007.
Asimismo, entre 2005 y 2008, la compañía,
que cotiza en la Bolsa de Wall Street, sostuvo amplios negocios, incluidos
equipos petroleros, “en los que el Gobierno de Cuba o ciudadanos cubanos
sancionados tenían un interés”.
Dejo, a criterio de los lectores, la nota
publicada por el sitio cubano digital: Cubadebate, en relación con la nueva
agresión de Washington.
En la foto, largas filas frente a la SINA, en La Habana, para lograr que sus funcionarios aprueben el visado.
Cuba suspende sus servicios
consulares en EEUU por imposibilidad de manejar cuenta bancaria
La
Sección de Intereses de Cuba en Estados Unidos anunció hoy la suspensión de
sus servicios consulares por la imposibilidad de que un banco se encargue de
sus cuentas en el país y advirtió de las “consecuencias negativas” que esta
medida tendrá para cubanos y estadounidenses y los intercambios con la isla.
“La Sección
de Intereses lamenta particularmente las afectaciones que esta situación
causará a los ciudadanos cubanos y norteamericanos debido a la imposibilidad de
que la sección consular continúe facilitando los trámites asociados a la
emisión de pasaportes, visas, legalización de documentos y otros servicios”,
destacó la legación en un comunicado enviado a periodistas en Washington.
Esta
situación, subrayó, tendrá “consecuencias negativas para las visitas
familiares, los intercambios académicos, culturales, educacionales,
científicos, deportivos y de otra naturaleza entre Cuba y Estados Unidos”.
Según la misión cubana, el banco que operaba sus cuentas y las de sus
misiones en Estados Unidos, M&T, le informó el pasado julio de que no iba a
seguir prestando servicios a legaciones diplomáticas extranjeras.
Desde entonces, agrega, no ha sido posible encontrar una nueva
institución financiera que esté dispuesta a gestionar las cuentas cubanas, “debido a las restricciones
vigentes derivadas de la política de bloqueo económico, comercial y financiero
del gobierno norteamericano contra Cuba”.
Esta
situación “provocará graves problemas al normal funcionamiento de la Sección de
Intereses y de la Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas”, advirtió
la legación diplomática.
La primera
consecuencia: “La Sección de Intereses de Cuba se ve en la obligación de
suspender, a partir del 26 de noviembre de 2013, los servicios consulares hasta
nuevo aviso”, anunció y señaló que sólo se atenderán de forma “limitada”
cuestiones como “trámites humanitarios”.
La
representación diplomática en Estados Unidos le recordó en este sentido al
Departamento de Estado su “obligación jurídica de garantizar el cumplimiento”
de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la de las Consulares
que establecen que las legaciones diplomáticas deben recibir “toda clase de
facilidades” para ejercer sus funciones.
A falta de
relaciones diplomáticas directas, Cuba y Estados Unidos mantienen sendas
“secciones de intereses” que les permiten cumplir con servicios consulares y
continuar las escasas relaciones bilaterales que mantienen por ejemplo en
materia migratoria, si bien su personal tiene serias restricciones de acción y
desplazamiento por el territorio.