Hamel
cumple 25 años
Raúl
San Miguel
Fotos
Samuel
Dentro
de unas horas los tambores. El Callejón de Hamel, cumple un cuarto de siglo. La
fiesta tiene un sentido comunitario y los vecinos desde el día anterior han
sido protagonistas del ajetreo que precede la celebración.
Un
joven, músico del cercano Palacio de la Rumba, ubicado en la calle San Miguel,
entre Aramburo y Hospital, del municipio Centro Habana, es quien aclara: “parece
mentira, pero ya son 25 años…” y lo observo con la curiosidad de quien
reconoce, en el espontáneo anfitrión, que aún no ha llegado a esa edad. Y es
que todos: vecinos, habaneros, cubanos dentro y allende los mares, sienten la necesaria
evocación y referencia de esa arteria boulevard como uno de los proyectos
culturales comunitarios más emblemáticos de La Habana, concebido por el artista
Salvador González Escalona.
Desapolillando
en la historia, los archivos alegan que el señor Fernando Belleau Hamel.
–ciudadano norteamericano de origen franco-alemán- adquirió esos terrenos
en la barriada de Cayo Hueso, a principios del siglo XX, para un negocio de
fundición de metales, donde se mezclaron africanos y chinos como jornaleros y
fueron, precisamente estos ciudadanos, quienes bautizaron la callejuela con uno
de los apellidos del propietario que les permitió construir sus viviendas para
garantizar la cercanía de sus obreros y el plus de su rendimiento durante las
arduas faenas para licuar el metal.
En
este espacio, actualmente, los ritos que se representan en las celebraciones,
son acompañados de los patakines dibujados y mezclados en otros pensamientos
más contemporáneos de filósofos callejeros y académicos. Así puede valorarse,
entre las pinturas murales y las esculturas que evocan el alma de la antigua
fundición al tomar lo desechable y convertirlo en arte, funcional y servible,
desde 1990.
En
sus declaraciones el propio artista de la plástica y fundador del proyecto,
Salvador González Escalona, reconoce que no siempre encontró oídos receptivos,
pero nada detuvo este lugar donde convergen todas las culturas de las naciones
africanas con su epicentro en la Nganga del Palo Monte, en cada latido del
corazón del centro de La Habana.
Desde
ahora el ritmo de la percusión y los cantos del panteón Yorubá, trazan el
derrotero Cuba, en la finísima estela de Tribuna
de la Habana, en su viaje por el ciberespacio e invita a disfrutar, a bordo,
de un recorrido en las más recientes imágenes tomadas cuando el ocaso se
imponía con su fino encaje de ensueños para una noche de verano, el mismo día 20
de abril: aniversario de la publicación del poemario Motivos del son, de nuestro Poeta Nacional, Nicolás Guillén. Una invitación
para quienes ya asisten al cumpleaños de Hamel en el municipio Centro Habana. “Aquí el que más fino sea,/ responde,
si llamo yo./ Unos dicen: Ahora mismo,/ otros dicen: Allá voy./ Pero mi repique
bronco,
pero mi profunda voz,/ convoca al negro y al blanco,/ que bailan el mismo son,
cueripardos y almiprietos/ más de sangre que de sol,/ pues quien por fuera no es de noche,/ por dentro ya oscureció./ Aquí el que más fino sea,/ responde, si llamo yo”.
pero mi profunda voz,/ convoca al negro y al blanco,/ que bailan el mismo son,
cueripardos y almiprietos/ más de sangre que de sol,/ pues quien por fuera no es de noche,/ por dentro ya oscureció./ Aquí el que más fino sea,/ responde, si llamo yo”.
"El día que
pueda encontrar
Lo soñado y
lo previsto
Podré sentir
que resisto
La roca que
lanza el mar
Y mi pecho
sin sangrar
Pleno de
brisa y aliento
Llevará mi
barca en tiento
contra
huracanes sensibles
Sobre las
aguas pasibles
Al puerto donde reciento".
Fragmento de Décimas para Silvio Rodríguez, quien se crió en Cayo Hueso, Centro Habana.