lunes, 25 de octubre de 2010

¿Por qué el gobierno de los Estados Unidos bloquea a Cuba?

Raúl San Miguel

Pertenezco a la generación de cubanos, más del 70 por ciento, de los que vivimos hace casi medio siglo bajo las consecuencias de las penurias provocadas por el bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos desde 1962. Por supuesto, también soy de esas personas que he aprendido a valorar los esfuerzos de la dirección de mi país para lograr mantener los recursos que precisa un pueblo dispuesto a defender su soberanía e independencia, a pesar de las agresiones directas como la invasión mercenaria apoyada por el ejército norteamericano en Bahía de Cochinos (Girón) en abril de 1961.

Tenía, por aquella fecha de la invasión por Girón, apenas cuatro meses de nacido. Después supe que adolescentes, casi niños, manejaron muchas de las armas antiaéreas que derribaron los aviones camuflados con siglas de la incipiente Fuerza Aérea Rebelde. Tampoco tenía edad para saber por qué se organizó la estampida conocida por Peter Pan y que propició (con el apoyo de Washington) la salida de niños ante la amenaza de ser convertidos en “carne rusa” que sería consumida enlatada por los cubanos. ¡Increíble!

Hace unos días las cifras oficiales advierten que Cuba ha tenido que pagar más de 750 000 millones de dólares, debido a los problemas causados por el bloqueo. Sin embargo, avanzamos en muchísimos sectores como la Educación y la Salud. En el campo científico son notables los aportes de Cuba en muchas investigaciones que son empleadas en las naciones requeridas de estos logros: medicamentos (para humanos y animales), tecnología, etc.

¿Por qué, entonces, persiste el gobierno de los Estados Unidos en mantener un bloqueo que también afecta a los ciudadanos norteamericanos y los de otras naciones?

En mi criterio, la respuesta es sencilla. Cuba es un ejemplo, una muestra de que las naciones pueden construir su propio destino. Y esto, es precisamente, lo que no tolera el gobierno de los Estados Unidos. Para ellos un imperio se apoya en el sometimiento de todas las naciones, extender su dominio e influencia geográfico.