miércoles, 17 de noviembre de 2010

Haití y la invasión silenciosa en el reino de este mundo



Raúl San Miguel

Tomada de la Internet

Dedicado a los esfuerzos de la compañera Fabiana Barros para llamar la atención en cuanto a un problema que nos atañe a todos. A todos los que luchan por un mundo pacífico y mejor. A los médicos cooperantes cubanos y de otros países que están presentes y viven la tragedia a riesgo de sus propias vidas.

El cólera se expande sobre Haití como un diabólico huracán silencioso y devastador. Se prevé la destrucción de miles de personas, quizá más de las que fueron víctimas del terremoto que emergió sobre la empobrecida nación caribeña y la arrastró a décadas de retraso en medio de una crisis internacional capaz de hacer naufragar a sistemas sociales del primer mundo, alguno de los cuales exhiben su cubierta despojada del glamour de las revistas y comienzan a exhibir las miserias de una sociedad putrefacta.
Pero no deseo evadirme en estas líneas, sino exponer que la presencia del cólera en Haití, es un fenómeno asociado a todas las causas externas o internas que hicieron de esta nación una endeble y frágil representante imagen de lo que sería el ocaso de la humanidad si continuasen las diferencias entre las naciones, las guerras y la persistente estrategia del gobierno de los Estados Unidos para expandirse como imperio.
Los haitianos culpan de sus males, en este específico caso del cólera, a la presencia de soldados nepaleses que forman parte de las tropas foráneas de seguridad presentes en la Isla. Tal fundamentación puede tener sus razones lógicas cuando no se culpa a los dioses del abandono o del castigo. Tampoco se trata de la caída de los dioses que siguen presentes en la cultura afrocaribeña como una raíz del baobab en la tierra.
Haití es un país agonizante. Es también una nación hija de este planeta. No es una mancha, no es un nombre que al pronunciarle nos recuerde la tragedia vivida (internacionalmente) después del terremoto. Esa Isla siempre estuvo. Es real a pesar de que estuvo oculta por los grandes medios de la prensa occidental. Cientos de sus hijos morían bajo las agua del Caribe infectadas de tiburones. Querían llegar a las costas de Estados Unidos. Otros morían de hambre, de enfermedades, de ignorancia.
Ahora mueren por el cólera. La enfermedad quiebra los sueños de los famélicos haitianos y les hace expirar sin otra posibilidad que mirar con esperanza el esfuerzo de los médicos cooperantes cubanos y de otros países que luchan por salvar sus vidas. Mueren en silencio, bajo la terrible desdicha de vivir en el país equivocado, en un mundo totalmente contagiado por las miserias del imperio norteamericano y donde el cólera no es más que un infinito y oportuno ejército que invade por millones los cuerpos de sus víctimas y siembra la muerte que no dejaron las balas de las fuerzas militares ocupantes. La invasión silenciosa de Haití ocurrió justo después del terremoto. El cólera es una triste realidad en el reino de este mundo.

Misiles de un pulsar electrónico

Raúl San Miguel

Foto: Tomada de Internet

La información relacionada con un virus informático creado para atacar un sistema industrial ampliamente utilizado no es una novedad. Mucho menos después de confirmarse (oficialmente) que el Pentágono dispone de un ejército o nueva arma para la guerra en el ciberespacio. Así lo confirmó el secretario de defensa de los Estados Unidos. Los precedentes abundan. Citaré uno que muchos desean olvidar, aunque no abundaré en datos. Me refiero al sabotaje al oleoducto ruso que fuera “atacado” por virus, previamente ocultados en sus programas de software o sea, la instalación de programas computarizados que aparentemente debían servir como parte de su sistema operativo y de control.

Ahora, en los medios de prensa ciberespaciales, se reporta de un gusano denominado Stuxnet que apareció en Irán y, según los especialistas fue preparado por una empresa norteamericana. Incluso, se dice que tiene como objetivo la primera planta nuclear de iraní que recientemente comenzó a dar sus primeros pasos (etapas de funcionamiento), en Bushehr. Se especifica que destruye sistemas de control industriales, preferentemente de la firma Siemens, ampliamente usados.

Por supuesto, se explica que la relación de Siemens data de su la participación de esta corporación en el diseño original del reactor de Bushehr, durante los años 70, cuando Alemania Occidental y Francia acordaron construir la planta nuclear para el antiguo sha de Teherán antes de que éste fuera derrocado por la revolución islámica en 1979.

Por su parte, la compañía ha dicho que se trata de un gusano troyano expandido a través de memorias de USB infectadas, explotando una vulnerabilidad ya resuelta del sistema operativo Windows de Microsoft. No obstante, (“ponen la curita antes que se queme el paño”) Siemens, Microsoft y expertos en seguridad informática que han estudiado el gusano lo describen como la primer "super ciberarma" diseñada para destruir un objetivo en el mundo real.

Se conoce que Israel ha desarrollado una desconocida capacidad para la ciberguerra. El general Amos Yadlin, jefe de la inteligencia militar, dijo el año pasado que las fuerzas armadas israelíes tenían los medios para proporcionar seguridad a la red y lanzar ciberataques por su cuenta. O sea, (como siempre pasa con el lobo) lanzó su aullido antes que la sombra del Águila estadounidense hiciera su presencia.

Para demostrar la siniestra afirmación de Tel Aviv, en Washington, el vicealmirante Bernard McCullough, responsable de la ciberflota del ejército de Estados Unidos, dijo a Reuters que el gusano tenía "capacidades nunca vistas hasta ahora". Más aún, el general del Ejército Keith Alexander, director del nuevo cibermando del Pentágono, dijo que sus fuerzas consideraban el virus como "muy sofisticado". No es preciso especular. Ambos, Israel y los Estados Unidos, están anunciando la efectividad del primer ataque.

Sin embargo, tal embestida hizo estremecer a la firma Siemens como principal fabricante de sistemas de control industriales, que son también el sustento de la compañía, pero sus especialista apuraron expresar sus dudas acerca de la posibilidad de que sus sistemas estuviesen incluidos en la planta nuclear de Bushehr. Entonces faltaba un poco para el 21 de julio pasado y la corporación Siemens, anunció a Reuters que ofrecería a sus clientes escáneres actualizados de virus para detectarlo y eliminarlo.

NUEVAS EVIDENCIAS Y UN TARGET

Apenas se iniciaron las pruebas en la planta nuclear iraní y se conoce la posición (favorable a este programa nuclear) asumida por China, Rusia y la India, cuando aparecen nuevas evidencias sobre el ataque de Stuxnet a la planta nuclear de Bushehr. Se demuestra que el virus fue diseñado para sabotear lentamente la planta. El código debía implantar órdenes para acelerar y ralentizar la maquinaria física durante un par de semanas. O sea, ¿si ocurriese un accidente con proporciones mayores que los de Chernobil? Pues no habría por qué culparse de un ataque militar directo. Se podría abrir un amplio expediente acusatorio que pondría en evidencia la continuidad de este programa, se podría realizar un ataque (invasión militar directa) en “busca de evidencias relacionadas con supuestas armas atómicas, etcétera, etcétera…podría ocurrir.

Según Liam O’Murchu, investigador de Symantec Security Response, los creadores de Stuxnet querían que el programa pasara inadvertido dentro del sistema, incubándose por un largo tiempo y cambiando paulatinamente el proceso sin llegar a descomponerlo. Y…, se dispara la alarma: apenas se habla del posible ataque cibernético al reactor iraní, y aseguran que Stuxnet ya ha infectado a más de 100 mil sistemas computacionales alrededor del mundo. Dice el cable de referencia para este artículo:

“Al principio, el gusano parecía ser uno más del montón, creado con la finalidad de robar información. Sin embargo, los expertos pronto determinaron que contenía código diseñado específicamente para atacar los sistemas Siemens Simatic WinCC SCADA. ¿Qué tienen de especial estos sistemas? Bueno, son los encargados de controlar el manejo de tuberías, plantas nucleares y otros equipos industriales. No en balde, Stuxnet se ganó pronto el mote de la pieza de malware más refinada jamás creada”.
Les prometo continuar el tema. Realmente es agotador. Solo basta imaginar cómo es posible la concepción de planes tan siniestros para lograr los objetivos imperiales de destruir a Irán y controlar aún más el Oriente Medio donde el lobo de Tel Aviv, aulla a la luna sobre Washington.



Según la información que trascendió a los medios de prensa "los investigadores determinaron que Stuxnet fue diseñado para interceptar órdenes enviadas desde un sistema SCADA para controlar cierta función dentro de una instalación. Aunque el último análisis de Symantec no ha encontrado qué función en específico debía ser atacada, la nueva información sí sugiere que Stuxnet apuntaba a las instalaciones nucleares de Bushehr o Natanz, en un claro intento por sabotear el naciente programa nuclear iraní".

Les prometo continuar el tema. Realmente es agotador. Solo basta imaginar cómo es posible la concepción de planes tan siniestros para lograr los objetivos imperiales de destruir a Irán y controlar aún más el Oriente Medio donde el lobo de Tel Aviv, aulla a la luna sobre Washington.

En la foto el reactor nuclear iraní.