Raúl San
Miguel
"… y
los Estados Unidos que parecen destinados por la Providencia para plagar la
América de miserias a nombre de la libertad…"
Simón Bolívar
“¡Porque ya suena el himno unánime; la
generación actual lleva a cuestas, por el camino abonado por los padres
sublimes, la América trabajadora; del Bravo a Magallanes, sentado en el lomo
del cóndor, regó el Gran Semí, por las naciones románticas del continente y por
las islas dolorosos del mar, la semilla de la América nueva! “ (José Martí, en Ensayo de Nuestra América", en 1891)
Foto de la
Internet (El Nuevo Herald)
La formal
declaración de guerra del presidente Barack Obama, premio “novel” de la paz,
contra la soberana e independiente República Bolivariana de Venezuela, es el
preludio del cerco que pretende utilizar Washington para iniciar su ofensiva,
previo a la Cumbre de las Américas, en medio del cabildeo mediático que
condiciona una supuesta normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba,
bajo la égida del bloqueo.
La
estrategia utilizada para derrocar al gobierno bolivariano en Venezuela, no
difiere de la empleada contra la Mayor de las Antillas, al triunfo de la
Revolución cubana. Según reportes de prensa “el presidente Barack Obama ordenó
el lunes el congelamiento de cuentas y la suspensión de visas de siete
funcionarios” del gobierno en el país sudamericano.
Como si
fuera poco, trascendió que “la medida —que declara un estado de emergencia
nacional producto de “una inusual y extraordinaria” amenaza para la seguridad
de Estados Unidos proveniente de Venezuela”, lo cual es totalmente absurdo, si
tenemos en cuenta que la verdadera amenaza a la unidad e integración
Latinoamericana proviene de los círculos de poder en la Casa Blanca y sus
aliados imperiales en Europa.
Nada queda
al azar. El señor Barack, ofrece una prueba irrefutable de su poder en la
administración norteamericana, cuando las órdenes provienen del Pentágono. De
esta forma la decisión “ejecutiva también prohíbe a toda persona o compañía del
país norteamericano a sostener relaciones financieras o de negocios con los
mencionados funcionarios”. Nada más parecido que el bloqueo impuesto a Cuba,
por más de cinco décadas. Solo que la estrategia estadounidense se apoya en un
concepto totalmente cínico: divide y vencerás, y la experiencia de haber
sostenido una guerra encubierta contra Cuba, en la cual la resistencia del
pueblo cubano le llevó a un cambio en la táctica, mediante el uso de las
presiones diplomáticas contra la Isla.
Por su
parte, “la canciller venezolana Delcy Rodríguez dijo poco después del anuncio
de la Casa Blanca que el gobierno venezolano “pronto” dará a conocer su
respuesta.
La desmedida
declaración de hostilidades de Washington contra la República Bolivariana de
Venezuela, demuestra la posibilidad real de una intervención directa contra la
nación sudamericana, si tenemos en cuenta que -desde hace varios años, el
gobierno de Estados Unidos, dispuso la activación de la Flota que actuaría
junto a los Comandos basificados en naciones de Latinoamérica.
El
comunicado emitido tras la emisión de la orden presidencial, la Casa Blanca,
hace referencia a supuestas violaciones de los derechos humanos en Venezuela y
exagera la posición norteamericana al respecto:
“Estamos muy preocupados por los esfuerzos del
gobierno de Venezuela por escalar la intimidación de sus oponentes políticos.
Los problemas de Venezuela no se pueden resolver al criminalizar la
disidencia”, declaró la Casa Blanca en el comunicado.
¿Con qué
derecho la Casa Blanca puede determinar la posición asumida por un gobierno
soberano con respecto a quienes tratan de crear situaciones desestabilizadoras
y subversivas que incluyen el asesinato premeditado como el uso de mercenarios
(guarimberos)?
En el
comunicado el señor Barack se toma otro derecho que, de ningún modo le
corresponde:
“Hemos
llamado al gobierno de Venezuela de forma constante para que libere a aquellos
que están encarcelados injustamente, así como para mejorar el clima del respeto
a los derechos humanos y libertades fundamentales, tales como la libertad de
expresión y reuniones pacíficas”.
La Casa
Blanca ha “dictado” sentencia e inicia el regreso de Latinoamérica a la etapa
de los gorilazos y las cañoneras. Es el preludio de una invasión anunciada,
esta vez contra el pueblo bolivariano de Venezuela.
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