lunes, 31 de enero de 2011

Haití, ante el dolor y la muerte. (La ofensiva del imperio)


Raúl San Miguel

Foto: Tomada de la Internet

Puede parecer absurdo y hasta paradójico que, en medio del caos y la destrucción de Haití, el gobierno de Estados Unidos continúe su ofensiva “democratizadora” y envíe a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, para reunirse con el presidente de ese país, René Préval, y varios candidatos presidenciales.
Según Cubadebate, la señora H.Clinton “tenía previsto visitar la nación caribeña antes, pero su viaje tuvo que ser pospuesto debido a las tensiones en la isla tras los comicios presidenciales del pasado 28 de noviembre, y que llevó a que 12 de los 18 candidatos pidieran que se anulara la votación. Sin embargo, esta semana, el Departamento de Estado Norteamericano marcó posición en referencia a las elecciones efectuadas en la nación caribeña. Por supuesto, antes del viaje de la Clinton ya lo había hecho el señor Duvalier (Baby Doc), considerado (según puede observarse) el posible representante de los intereses imperiales en el devastado país caribeño. Los siguientes días reafirmarán esta verdad.
No obstante, la secretaria de Estado norteamericana apoya la posición de una misión internacional de la Organización de Estados Americanos (OEA), que informó la detección de manipulaciones donde se revela que el candidato oficial, Jude Celestin, había terminado por detrás de Mirlande Manigat, y de Michel Martelly, y no segundo como daban a conocer los resultados preliminares. Me pregunto: ¿Es lo que necesita Haití en un momento de excepción? ¿Puede aceptarse esta injerencia de Washington como una prueba de su buena voluntad?
Las respuestas pueden darse de inmediato. Haití necesita ser reconstruido y esto implica mantener un estado de excepción con el gobierno (actual), sin desangrar más a este sufrido pueblo como si fuese un pedazo de carne sangrante en un mar infectado de tiburones.
Como si fuera poco la fiesta por el “pastel” presidencial continúa y el organismo internacional que observa los pasos de la comitiva agrega: “Hay fuertes indicaciones de que hubo un significativo, ustedes saben, fraude en la votación y los hallazgos preliminares no reflejan los votos reales del pueblo haitiano”.
Resultaría un ejercicio más profundo y consecuente las advertencias del líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando advierte los problemas que pueden ocurrir cuando el caos desate, en Haití, una rivalidad electoral en medio de la pobreza y el cólera, después de este anuncio de la OEA. Dice Fidel:
“Esperamos que los representantes de América Latina y los países acreditados en Naciones Unidas eviten el caos que pudiera crearse en Haití, si en la situación actual, la lucha entre partidos rivales se desata en medio de la destrucción, la pobreza y la epidemia que todavía bate con fuerza esa nación.”
Aseguró además que “el actual problema” se creó después de que OEA despidiera a su representante en Haití, el brasileño Ricardo Seitenfus, quien había discutido “una solución política” con el presidente René Preval.
“El país estaba en total calma. La lucha contra la epidemia avanzaba exitosamente”, afirmó el Comandante en Jefe, quien resaltó el trabajo de la brigada médica cubana en la lucha contra el cólera.