jueves, 9 de abril de 2015

La cara insulta de la mercenaria Berta Soler



 
El Nuevo Herald: siempre un espacio para la agresión mediática contra Cuba

Raúl San Miguel

Fotos tomadas de la Internet

Nuevamente El Nuevo Herald pone sus páginas a disposición de la ultraderecha del gobierno norteamericano contra Cuba y “logran construir” la desesperada historia para calzar a una de sus mercenarias dentro de la Isla: Berta Soler, lo hacen en medio del cabildeo diplomático (ofensiva estratégica) del presidente Barack Obama, para llevar dos frentes: una supuesta normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, bajo condición de bloqueo; y establecer el liderazgo en la Cumbre de las Américas, a pesar de las advertencias expresadas por representantes de las naciones sudamericanas a las cuales, Washington, ha colocado en el centro del colimador. Me refiero a la República Bolivariana de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, fundamentalmente.
Veamos la historia que teje el articulista Roberto Koltun. Cito:

“Berta Soler es la cara más visible del movimiento de las Damas de Blanco, una organización originalmente fundada por madres, esposas y familiares de 75 disidentes que fueron encarcelados por el gobierno cubano en el 2003, y que hoy ha ganado el reconocimiento internacional”.

Primero hay que aclarar que el articulista se esfuerza por denominarla: “cara más visible”, cuando él mismo, con este reporte, forma parte de la propaganda mediática realizada desde Estados Unidos, para mostrar la historia de una supuesta representante de la oposición en Cuba, a partir de la referencia familiar de las primeras que formaron parte del grupúsculo: damas de blanco (de las jabitas) y de la cual, la señora Soler, no tiene absolutamente ningún vínculo filial.

Escribe Koltun y cito:
“Pero antes de comenzar esta entrevista, Soler bromea y dice que es su voz, “ronca, rara”, la que realmente la identifica como la líder de ese grupo de mujeres, que se definen como activistas por los derechos humanos y desfilan vestidas de blanco, a la salida de misa, con un gladiolo en la mano cada domingo”.

¿Su voz rara, la que identifica a estas mercenarias?  Considero que ese “pase” de simpatía nada tiene que ver con lo expresado a través de esa “voz”, sino lo que dictan desde Washington a cambio del dinero que reciben las llamadas damas de blanco y que ha generado desafueros, denuncias, abandonos y peleas entre ellas.

Koltun se esfuerza por construir una biografía edulcorada de una supuesta niñez atrofiada por un drama de novelones y que, realmente, es ridícula. Especialmente porque, supongo (aunque no dice la edad) que tuvo la posibilidad de estudiar de forma gratuita, tanto ella como sus hermanos, a menos que su juventud fuera en la etapa de la dictadura de Fulgencio Batista, antes de 1959 y la señora Soler tenga más de 90 años. Cito:

“Desde el 2003 a la fecha, su vida ha cambiado vertiginosamente. “Yo crecí en una familia humilde, mi madre y mi padre eran obreros. Mi padre era estibador y lo perdí cuando tenía siete años. Nací en Jovellanos, Matanzas. Éramos siete hermanos, yo la más chiquita. Mi madre lavando, tejiendo, limpiando...Tenía dos hermanos mayores que nunca confiaron ni creyeron en el gobierno cubano”, cuenta.
Confiesa que “como estudiante, nunca fui excelente”, aunque se graduó de técnico medio en microbiología y dejó la universidad casi a punto de graduarse, en la especialidad de Bioquímica. “Pero cuando empiezo a trabajar, era muy buena trabajadora”, aclara”.

Hasta este punto no observo ninguna evidencia negativa, todo lo contrario. Pudo estudiar, según declara, hasta donde quiso, pero no termina nada de su historia, totalmente oscura, ambigua. Entonces realiza un salto en el tiempo, supera la imaginación de Einstein y todas las leyes físicas y cuánticas conocidas, deja atrás el dolor de cabeza de los algoritmos relacionados con las fórmulas para viajar a través del espacio y el tiempo, abandona la primera piedra de su biográfica condición de mercenaria y llega al Vaticano. Cito:

“Por eso, cuando el 8 de mayo del 2013, se vio en una audiencia pública en el Vaticano frente al Papa Francisco, quiso “pellizcarse” para creerlo. “Estaba sentada en la primera fila”, destaca. Con orgullo reproduce el mensaje que le dijo al Papa: “Santo padre, soy de las Damas de Blanco de Cuba; somos madres, mujeres, familiares de presos políticos. Le pido que bendiga al pueblo de Cuba, que lo necesita”.

Le mintió a Dios, al Papa y al mundo. Su vínculo filial con ¿presos políticos? Cito, el apresurado cruce del pobre articulista para lograr los dineros que le pagarían por esta “entrevista”. Cito:

“Además del Vaticano, Soler ha estado en el Congreso de los Estados Unidos—testificando sobre la situación de los derechos humanos y apoyando la política de sanciones contra el gobierno cubano—, en el Parlamento Europeo y en la Casa Blanca”.

El propio Koltun, miente groseramente, al colocarla en una posición de líder de un grupúsculo de mercenarios “que ella ayudó a fundar”.  ¿Acaso el grupúsculo de las damas de las jabitas (aclaro que les llamo así, por las jabitas de productos de aseo, alimentos y dinero que reciben en la SINA) se organizó con la entrada de la Soler? Cito:

“Pero el último año ha sido difícil para el movimiento que ella ayudó a fundar. Decenas de mujeres dejaron la organización para crear otro grupo, Ciudadanas por la Democracia, y un reciente video filtrado muestra fragmentos de un conflicto interno que derivó en gritos y abucheos a una de sus miembros, lo que provocó críticas de Damas exiliadas en Estados Unidos, que calificaron los hechos como un “acto de repudio”. Soler respondió con un referendo del que salió victoriosa”.
¡¡¡¡¿¿¿¿…????!!!!

Para dar un toque de realismo a la inverosímil historia, el articulista de El Nuevo Herald, afirma y cito:

“Ella (la mercenaria Berta Soler) señala a Alejandro Yánez (¿…?), quien se identificó originalmente como estudiante de historia, como la persona que publicó en You Tube el video editado de la manifestación en contra de Alejandrina García de la Riva, y alguien enviado por la Seguridad del Estado desde el 2007 para recabar información sobre el grupo y promover malentendidos”.

Entonces aprovecha para dar el toque final o síndrome de color naranja al lector incauto (en cualquier parte que se crean tremenda guayaba o mentira), cito:

“Soler está convencida que tras estos conflictos se esconde la Seguridad del Estado cubano, a quien acusa de plantar personas que riegan información falsa o promueven la discordia entre las mujeres del grupo y de extorsionar, “porque mucha gente hacen cosas que son ilegales para poder tener un poco de dinero y el gobierno cubano te coge y te hace un chantaje”. Todo para “desacreditar y romper a las Damas de Blanco”.

Entonces se viene todo el show, medio parecido al intento de fabricar el areté del señor Rodiles, fue llevado por el gobierno de Estados Unidos como parte de su delegación de mercenarios a la Cumbre de las Américas. 

Foto de "familia", mercenaria, por supuesto

Des-andando






Afuera la noche es profunda y densa.
No puede saberse con exactitud donde termina el agua y comienza el aire;
ni siquiera advertirse el frágil y delgado límite entre lo tangible y lo etéreo
(El sueño del pez. RSM)

A la memoria de mi amigo Vicente Bonachea, 
quien mostró desde joven la impronta del mundo 
mágico de las imágenes.



“La Habana está llena de oportunidades”, así le escuché decir a joven que hacia referencia a la revista on-line highvistapromotions, y me recordé, cuando apenas salía de la adolescencia, una antigua publicación impresa en la cual se hacía referencia a oportunidades de compras y ventas, negocios de todo tipo que no alcanzaban para llenar los escaparates de las tiendas habaneras en los principios de la década de los ochenta.
Pero, a veces, también las circunstancias apremian tanto como las oportunidades y el “digo de Diego” no se queda en una frase, sino en algo que va mucho más allá de las redes sociales, hasta el punto de recordar (cuando se está conectado a la Internet) “seguir o no seguir” un asunto shakesperiano que terminaría con un clik: “me gusta” y, entonces podemos des-andar por lugares a los cuales no estamos habituados.
Lo curioso es que hoy, una colega, me invitó a sumergirme en ese espacio que también es una referencia. Lo curioso es que esta joven nativa, como les llaman a los que nacieron en la época de los viajes ciberespaciales, aceptó el reto de conocer el mundo del diseño y la imagen. Justo, también me hizo recordar, mis primeros bocetos sobre papel, pero sobre todo porque reconozco su capacidad para valorar lo que se escribe en códigos de imágenes sin millones de palabras y me resultó sugerente como para compartirlo con los ciberargonautas de mi blog.




EL SUEÑO DEL PEZ
(minirelato fantástico)

Raúl San Miguel

Óleo de Vicente Bonachea

Afuera la noche es profunda y densa. No puede saberse con exactitud donde termina el agua y comienza el aire; ni siquiera advertirse el frágil y delgado límite entre lo tangible y lo etéreo sino fuera por el susurro que, bajo el bote, denuncia el parloteo silencioso de los habitantes subacuáticos al saber que el hombre de la chalupa ha regresado. Primero se escuchaba el desacoplado corazón del antiguo motor de dos caballos de fuerza que lo traía, cada atardecer, hasta el lugar donde esperaba la media vuelta redonda del Sol. Pero, en ese momento, según sus cálculos, el astro rey estaba exactamente sobre China. Esperó que el pescador lanzara la diminuta áncora y que el cabo se tensara lo suficiente para fijar el bote como si fuese un papalote sostenido por las rocas en el fondo. Él encendió su pipa y humedeció sus labios con una mezcla de ron y café. Luego ensartó un pedazo de la carnada y dejó caer el cordel entre sus dedos exageradamente ásperos y redondos. Ella, tenía un aspecto diferente al de sus congéneres. Más bien parecía un perro de mediano tamaño. Se arrastró, apoyada en sus aletas-patas, hasta colocarse justo debajo de la chalupa. Por supuesto, el hombre sabía, había escuchado de su existencia, pero no conocía al Pez. Los pescadores no conocen a sus víctimas, solo las imaginan (antes de matarlas), de acuerdo con la astucia mostrada por las bestias submarinas, durante los duelos para arrancar el alimento “ofrecido” a cambio de servirlas sobre la mesa. Sin embargo, los peces si conocen a sus victimarios. Muchas veces los convierten en sus víctimas y los esperan. Incluso, tienen la ventaja de poderlos mirar y escuchar, cuando los hombres preparan la estrategia de captura. Por supuesto, si el desafío es a la antigua: hombre-anzuelo-pez, el resultado puede ser: pez-cado o al revés: pez-anzuelo-hombre. En otras, la consecuencia puede ser fatal.  No es el caso del pescador y el Pez que le observa bajo el bote.
Cuando el pescador lanzó el cordel, armado de carnada y anzuelo, el último pez había cenado. El resto permanecía en el refugio de los abanicos de mar, entre los corales y los arrecifes, envueltos por el letargo de la nocturna modorra porque también estos animales duermen, cazan y sueñan que podrían tirar un cordel hacia tierra firme y atrapar a cualquiera de los seres humanos que se acercaban a la orilla con el mismo propósito. Así que el pescador permaneció absorto en el parpadeo de las olas. En realidad no le interesaba capturar  a ninguno de los peces que sabía le miraban desde el agua. Por un momento, sintió el deseo de correr sobre la arena, como lo hacía cuando era chico y soñaba que podía convertirse en un pez y encontrar la sirena hermosa descubierta en el libro regalado por el abuelo y convertida en su obsesión después que la vio en un sueño: caminaba como suelen hacerlo las musas, despacio para no ser vistas. Sonreía y comprendió que solo tendría una oportunidad de poseerla.
El Pez se acercó despacio al borde de la chalupa con los ojos relumbrantes como esmeraldas. Extendió sus manos y descubrió, a la luz de la luna, que había logrado capturar al hombre. Él sintió cómo su cuerpo se llenó de escamas de plata y poco a poco fue tomando la forma de un Pez.