jueves, 2 de diciembre de 2010

Cuba, anda de hermana



Por Raúl San Miguel

Foto: Tomada de la Internet

En una verdadera barrera de contención se ha convertido la Brigada Médica cubana que enfrenta en Haití, las consecuencias del cólera. Esta es una verdad que no puede ser omitida. “Cuba anda de hermana”, como escribiera nuestro José Martí. Esta vez, lo demuestra ante los embates de una enfermedad que se apodera de cientos de vidas en un país casi agonizante después del impacto del terremoto que robó las vidas y causó daños irreparables en muchos de los más de medio millón de personas afectadas por el sismo.
La reconstrucción física de Haití, es otra de las tragedias que debe enfrentarse con el apoyo real de la comunidad internacional. No se trata de paliar los daños provocados por el terremoto y luego un huracán en la infraestructura física de la pequeña nación caribeña, sino de trazar estrategias a mediano y largo plazo _además de acciones inmediatas concretas (como el trabajo de la Brigada Médica cubana) para erradicar los brotes de epidemias (no solo el cólera) y la extrema situación en que la población haitiana, mayoritariamente empobrecida, recibe además los embates de la actual crisis internacional y la violencia social condicionada por los recientes fenómenos naturales y la depauperación provocada por siglos de sometimiento a explotaciones continuas, primero durante el dominio colonial y posteriormente bajo la neocolonización capitalista hasta hoy.
Según los últimos reportes noticiosos, desde Haití, la enfermedad avanza. Al cierre del pasado noviembre, se reportaban infectadas 75 888 personas, de las cuales la Brigada Médica Cubana atendió a 27 015, con 254 fallecidos. El resto de las instalaciones hospitalarias estatales, ONGs y privados, atendieron a 48 mil 875, de las cuales fallecieron 1 721. Entre los cooperantes cubanos se encuentran 201 médicos graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina, que hicieron posible la atención de los afectados por tan letal enfermedad.
Las posibilidades de que la enfermedad se extienda es una realidad. Por el momento, los médicos cubanos se concentran en potenciar los esfuerzos para impedir la muerte de los infectados. Resulta un proceso de infinito sentido humano el poder enfrentar la tragedia desde el mismo epicentro de quienes la sufren. Nuestros cooperantes resultan profesionales competentes y preparados para contingencias médicas como la que afecta a la nación haitiana. Lo han demostrado en incontables ocasiones en todas las latitudes del mundo. Por supuesto, es parte de un esfuerzo donde el capital humano resulta invaluable. Así lo confirman las expresiones de agradecimiento de quienes han visto el amor en nuestro personal de la Salud, y sobre todo el agradecimiento y apoyo del gobierno de la República de Haití, en la persona de su presidente René Preval. Cuba continúa su presencia solidaria en el reino de este mundo.