martes, 15 de julio de 2014

Recuerdo de Haled en tierra arrasada




Foto de la Internet

RSM

El impacto de las bombas sobre las viviendas, el grito de los heridos, niños despedazados, el caos se desata sobre la tierra palestina y cientos de víctimas demuestran la continuidad de la estrategia del estado israelí: arrasar y exterminar al pueblo de Palestina, sin que ninguna respuesta del obsoleto Consejo de Seguridad, ni la ONU, ni las naciones, por vergüenza, decidan parar, de una vez, a los genocidas de Tel Aviv y a su consorte el gobierno de Estados Unidos.
Estos hechos se han repetido durante décadas. Recuerdo a mi amigo Haled, el compañero de estudios en la Facultad de Periodismo, y sus referencias vividas, el testimonio sobre otras vidas que quizá no encontraría a su regreso, de su edad, de la cual por entonces éramos contemporáneos… y de la cual, de acuerdo con su activa militancia revolucionaria, tal vez no rebasaría siquiera para llegar un poco más allá de la madurez biológica del hombre, hasta donde hoy he llegado.
Por supuesto, sobre lo que hace Israel contra Palestina, solo habrá silencio, aun cuando en las redes sociales los reportes del genocidio se conviertan en referencia obligada, por militancia, justicia y rechazo entre quienes muestran su condena desde sus perfiles _que otros rechazan porque no resisten el "olor" de las terribles imágenes de personas masacrados en sus espacios o perfiles de Facebook, por ejemplo_ , cuando en las portadas de los grandes periódicos y las plataformas mediáticas, en el ciberespacio, el crimen sea prácticamente callado, minimizado por cuestiones de interés “ocasional” como las circunstancia de un mundial de fútbol que sirvió para mantener a millones de seres humanos pendientes de un juego, enajenados, atiborrados de pronósticos y lencerías mediáticas sobre bellezas de mujeres fichadas por los consorcios del glamour, mientras en las pasarelas, la vida rosa  de la aristocracia y los famosos, no se detiene porque Google, Yahoo, y otros tantas plataformas, llenan o cubren sus portadas de los sueños para convertirse en millonarios, empresarios, príncipes y princesas o, extiende recetas para volver a la juventud o recomienda compendios sobre cualquier cosa banal que disfrace las reducidas referencias al criminal bombardeo que ha sembrado el horror sobre el pueblo de Palestina y casi toda la infraestructura de la ciudad de Gaza, destruida.
Cito un titular que en la primera línea hace referencia a un despacho de la agencia norteamericana, después de finalizar el mundial de fútbol, es de la AP:
“CIUDAD DE GAZA, Franja de Gaza (AP) — Ataques aéreos israelíes contra Hamas golpearon una mezquita en Gaza que según el ejército israelí ocultaba armas del grupo miliciano, mientras la cifra de muertos palestinos alcanzaba las 120 personas, en una ofensiva que no da signos de amainar. Associated Press”.
“Más de 90 palestinos han muerto en Gaza desde que comenzó la controversial ofensiva israelí el martes, según autoridades palestinas. No ha habido informe de muertes en Israel. Las autoridades israelíes aseguran que el ejército había puesto en marcha su sistema de advertencia para que los residentes de la casa que iba a ser bombardeada en Gaza abandonaran el lugar”.
Tal aviso, es siniestro en su esencia. La BBC, también expone su reporte y justifica que debían bombardear para matar a Odeh Kaware, supuesto líder de Hamas, en la acción asesinaron a ocho miembros de la familia de Kaware, que parte de la familia se marchó al recibir la alarma, pero “regresó demasiado pronto y el piloto israelí no pudo desviar la munición que ya había disparado, indicaron las autoridades de ese país (Israel).
¡Qué absurda y burda justificación en un mundo de armas inteligentes y asesinos para usarlas!
Cualquier avión caza-bombardero, incluso los drones, son manipulados por la voluntad del hombre. El piloto israelí tenía orden de matar, no de abortar acciones cuyo propósito, previamente estudiado en la carta de vuelo, es arrasar todo lo que sea visible sobre suelo palestino.
Veamos cómo define el reporte de la BBC el sistema de aviso, previo a la masacre.
“Llamada sobre el tejado”
“En el caso de la familia Kaware, el ejército israelí avisó en primera instancia por teléfono. A continuación, para confirmar el aviso, utilizó lo que se ha calificado como “llamada sobre el tejado”.
Esta estrategia consiste en el lanzamiento sobre los edificios de un pequeño misil sin cabeza explosiva “o bomba señuelo”. El golpe o impacto del artefacto debe servir como alerta para que los habitantes de la casa evacúen el hogar. Los Kaware no se resistieron y se marcharon de la casa. Pero al regresar, murieron al ser alcanzados por el bombardeo.
(…)
El aviso sobre el tejado evolucionó desde el método de “llamada en la puerta” que consistía en una llamada telefónica a una casa, en la que un mensaje grabado o un operador hablando en árabe, informaba a los habitantes que en unos minutos, el edificio iba a ser destruido.
En ocasiones, teléfonos que habían estado desconectados durante meses por falta de pago eran repentinamente reactivados para que los avisos se pudieran realizar.
Según el ejército israelí, durante los operativos Plomo Fundido y Pilar Defensivo (noviembre de 2012) se hicieron miles de este tipo de llamadas.
Dado que muchos residentes de Gaza no tienen una línea de teléfono fija o celular, un portavoz de la Fuerza de Defensa Israelí (IDF, por sus siglas en inglés) explicó que los expertos legales recomendaron hacer uso de folletos, escritos en árabe, para instar a los palestinos a abandonar sus hogares antes de los ataques.”
No se trata de una guerra. Es un crimen continuado, premeditado, concebido en la estrategia de Tel Aviv, con el consenso de Washington. “Cada cual a lo suyo”, pudiera entenderse en cuanto a los intereses de la Casa Blanca en el Oriente Medio (recursos petroleros) y la posición de Israel para exterminar al pueblo de Palestina. Sí, exterminarlo de la misma forma en que Hitler pretendió hacerlo con el resto del mundo.
No se trata de ataques para neutralizar al grupo armado Hamas que tiene todo el derecho de luchar por su pueblo, se trata de mentir al mundo sobre la verdad, de impedir la denuncia y la efectividad extraviada que hizo, alguna vez, a las naciones pensar en un lugar donde todos tengan voz y respeto, pero (lamentablemente) también ese edificio que debía convertirse en símbolo de Paz, está ubicado en territorio de Estados Unidos y, en la práctica, todos sus inquilinos resultan, casi sin excepción, rehenes de la política exterior del gobierno imperialista que amenaza con apoderarse de todos los recursos del planeta.
El estado de Israel posee suficiente arsenal químico, bacteriológico y nuclear para lanzar una fulminante ofensiva. La concepción de la estrategia militar de Tel Aviv, para borrar al pueblo palestino, se apoya en el método de selección organizado por su servicio de inteligencia y la capacidad de mantener en jaque al mundo, sin excepción de naciones o potencias, bajo el silencio cómplice de la Casa Blanca, para continuar su macabra tarea de exterminar a un pueblo.