¿Por dónde le entra el agua al coco?*
Raúl San Miguel
Foto tomada de la
Internet
En su viaje por
Estrasburgo (Francia), el mercenario Guillermo Fariñas exhibe su nueva
categoría profesional otorgada por un curso (seminario para utilizar medios
técnicos de subversión) de la CIA. De ahí su petulante declaración al informar, en relación con los objetivos orientados (por la CIA) para los llamados periodistas independientes. Así, con el título de periodistas, llaman a los miembros de grupúsculos
subvencionados por la SINA para enviar sus “reportes” a las redes sociales de
la Internet. De ninguna manera el señor Guillermo, conocido por el “Coco”, no
sé a quién pretende confundir con un título de periodista, puede hablar de
realidad cubana si está en contra, precisamente, de esa realidad que ha sido
transformada por la Revolución cubana para garantizar un país digno, a pesar de
las limitaciones que impone el bloqueo genocida del gobierno de Estados Unidos.
Escribo desde mi blog,
insertado en las redes sociales de la Internet. Nadie me dice qué o sobre qué
escribir. Apoyo, cada artículo, con argumentos fundamentados. No es que defienda
una verdad absoluta, pero no distorsiono esa verdad _defendida como el derecho
soberano de mi pueblo a conservar su independencia_ frente a los ataques de
mercenarios al servicio del gobierno de los Estados Unidos. Por supuesto, sin excluir a sus aliados en
Europa, por donde ahora ofrece sus declaraciones para un (cito su declaración a
El Nuevo Herald) “laboratorio” sobre “El Periodismo de solución en acción”,
dentro del Foro Mundial de la Democracia que organiza el Consejo de Europa (y
donde), Fariñas contó cómo los periodistas independientes “evitan la censura
del Gobierno”.
Recuerdo momentos de
aquellas largas conversaciones con el desaparecido periodista cubano Guillermo
Cabrera, en su modesta oficina del Instituto Internacional de Periodismo José
Martí. Al Genio, como le apodara el Comandante en Jefe, Fidel, disfrutaba de
intercambiarme sus ideas y proyectos, pero no dejaba de sorprenderme (nunca)
con sus reflexiones, precisamente, acerca de la batalla que debíamos enfrentar
en las redes sociales. Fue allí, donde me presentó una tarde, al periodista y
escritor colombiano Hernando Calvo Ospina. Lo hizo con la solemnidad de un
intermediario respetuoso y nos convocó a establecer una amistad duradera.
Hernando puso en mis manos, dedicado, su libro: ¿Disidentes o mercenarios? que fuera escrito junto a Katlijn Declercq y publicado por la Casa Editora Abril, en el año 2000. Entonces, Guillermo Cabrera, maestro de periodistas, me dijo: "Léelo y no dejes de tomarlo como referencia." Así ha sido desde entonces. Nunca observé, entre mis colegas, el nombre del mercenario Fariñas.
Mencioné estas evocaciones para ilustrar
“por dónde le entra el agua al Coco”, una frase cubana popular para definir el
entuerto de algo tan visible como la forma en que el mercenario maneja su
lenguaje subversivo, tal como le fuera indicado por los servicios de inteligencia
norteamericanos. Es la forma de graficar, que utilizo, en relación con el
mercenario Fariñas y su exhibición (in)pública para hacer referencias a las
salas de navegación, por Internet, en Cuba.
En su esfuerzo “para descubrir el agua
tibia”, otra frase del argot popular, en mi país, el señor mercenario Fariñas,
acaba de llegar a la conclusión, en su periplo europeo, de “que nos conectan con el mundo”. Es obvio. Se
trata de un esfuerzo del Estado cubano para facilitar navegación ciberespacial,
a pesar de las limitaciones y el costoso sistema a que nos obliga el gobierno
de Estados Unidos por no permitirnos acceder a las comunicaciones internacionales,
mediante los cables submarinos de fibra óptica que bordean la Isla. Es una
verdad irrebatible.
Dentro de unos días,
exactamente para el día 9 de diciembre, se espera el arribo a la rada habanera
(Bahía de La Habana) del crucero Universe explorer, con más de 700 estudiantes
norteamericanos que viajan en el buque universitario del programa Semestre en
el Mar, auspiciado por la universidad norteamericana de Pittsburg, en coordinación con la Universidad de la Habana. Estos estudiantes, profesores, académicos y tripulantes, tendrán la posibilidad de observar algo cotidiano que tambien, ahora, "descubre", durante su viaje a Europa, el mercenario Fariñas
Me refiero a: “calles rotas, leche en mal estado, bajas pensiones…” que asegura formar
parte de los reportes de los llamados periodistas independientes que obliga a
la prensa oficial, hacer referencia.
Las calles rotas abundan
en toda la Isla. Los esfuerzos por restaurarlas son evidentes. La crítica en la
prensa cubana es permanente, sobre todo al llamado del propio Congreso (VI) del
Partido. Diría que desde mucho antes. Solo basta leer, desde el primero de sus
discursos, cada intervención del líder histórico de la Revolución cubana,
Comandante en Jefe, Fidel.
No pretendo decir lo que
no es. Por ejemplo, la leche en mal estado es la referencia a problemas locales.
Supongo que se refiere a la leche que colectan las cooperativas agropecuarias
para hacerla llegar a la población (en forma normada y priorizando, es otra verdad,
a los ciudadanos de acuerdo a edades). La otra leche, la mayor parte, es
adquirida con altos precios en el mercado internacional. El gobierno de Cuba,
bajo ningún concepto, importaría leche en mal estado. En este caso, los
suministradores de este producto pudieran demandar al mercenario Guillermo
Fariñas por mentir con alevosía y provocar prejuicios a su mercancía. Claro,
existe también la variante del bloqueo que persigue, entre otras cuestiones, los
mercados (suministradores) en los cuales Cuba, logra comprar alimentos como la
leche, por demás, subsidiados por el Estado en su comercialización dentro del
país.
Lo de las bajas pensiones
es cierto. No obstante, debió aclarar que se trata de un problema del valor del
peso cubano. Otra causal condicionada por el bloqueo impuesto por el gobierno
de Estados Unidos. Ningún salario en Cuba, es suficiente para adquirir los artículos
y alimentos necesarios, pero nadie se muere de hambre. Eso lo sabe el “Coco” Fariñas.
Seguidamente cruza a otra
dimensión y asegura que, para lograr comunicarse, “En este sentido, señaló, (…)
habría que hacer un homenaje a las “memorias flash” (lápiz USB) porque “permite
pasarnos toda la información que el Gobierno no quiere que tratemos”.
¿Entonces…, ve lo que ocurre en Cuba o debe verlo en una memoria flash? Pero no
se conforma, hace otro descubrimiento, según El Nuevo Herald:
“Fariñas narró cómo
durante las protestas la policía política se coloca donde hay cámaras de grabación”.
“Cuando las neutralizan,
nos arrestan y evitan que lo pongamos en internet, porque el coste político
sería muy alto”.
Bueno a favor del
mercenario Fariñas, haré una pausa en cuanto a las dos citas de El Nuevo Herald
(arriba, entre comillas). Primero, en todo el mundo existen cámaras diseminadas
por toda la ciudad. Es normal. No requiero abundar sobre el asunto. Algunas, desde
los satélites, espían para los servicios de inteligencia del gobierno de
Estados Unidos, no se ven, pero están ahí. Tampoco es objetivo de mi análisis.
“Vacilo” al “Coco”, como diría en buen cubano. Ahora, un poco más, la cita que
utilizo fue de El Nuevo Herald y dice (perdonen si reitero): “Cuando las
neutralizan, nos arrestan y evitan que lo pongamos en internet, porque el coste
político sería muy alto”. ¿Qué neutralizan? ¿Las cámaras en las calles? ¿Por
qué los arrestan (a quiénes)? ¿Cómo lo evitan? Responderé, con honestidad, lo
que no hizo el “Coco” Fariñas.
De ninguna manera pueden
neutralizar las cámaras (en la ciudad) de lo contrario no hubieran sido
colocadas. Por supuesto, no es para vigilar, como dice el “Coco” Fariñas, a
quiénes tienen ideas contrarias al Gobierno cubano y la mayoría del pueblo que
apoya a la Revolución. Es imposible. Pero si se refiere a las memorias flash,
tampoco he visto un sistema de vigilancia para quitarlas a los ciudadanos. Es
absurdo. Que arresten, en este caso, a los mercenarios o a personas cuando
provocan desordenes públicos, es lógico. Lo haría cualquier gobierno de
cualquier país con independencia de su sistema político. Evitar que los
mercenarios coloquen su falacia en las redes de Internet, es casi imposible. Lo
meno puede decir es eso, de lo contrario debería ser demandado por la propia
SINA, al confirmar que los equipos de comunicación: teléfonos celulares,
sistemas para conexión de Internet y otras facilidades dentro del paquete de la
(USAID) de ayuda a la subversión interna, resultan obsoletos.
En cuanto a los ejemplos
de corrupción, dentro de Cuba, no es la primera vez que se denuncian. Cuando se
detectan la actividad ilegal de personas que utilizan los recursos de las
empresas en beneficio propio, son procesadas, como debe ser en cualquier
sistema social de todo el mundo. Cuba no es un país perfecto. Ninguno lo es.
Construir una sociedad Socialista es difícil. Garantizar los recursos
necesarios, en medio del genocida bloqueo impuesto, también provoca algunas
formas de delinquir con las necesidades de la mayoría para beneficio personal.
Ahora el puntillazo lo
ofrece la directora ejecutiva del Observatorio Audiovisual Europeo y moderadora
del laboratorio, Susanne Nikoltchev, quien aseguró que, el mercenario Fariñas
“ha consagrado su vida a la lucha contra la censura en Cuba y ha llevado a cabo
huelgas de hambre a favor de la libertad de expresión”. El sello del “héroe”
que fue capaz de, por cuestiones de economía personal, perder el mínimo
vestigio de principio humano al fotografiarse junto al criminal terrorista y
autor confeso de la voladura de un avión civil, sobre las costas de Barbados,
el 6 de octubre de 1976.
Después, me parece verlo
fingir la emoción, el “Coco” Fariñas, definió a Cuba como “la última dictadura
estalinista de Latinoamérica”, afirmó que el periodismo en esa isla caribeña
“está diseñado para que nadie pueda quitarle prestigio a la mal llamada
revolución cubana”. Sino fuera porque dice: “mal llamada revolución (en
minúscula) cubana”, quizá diría que, en esta afirmación, pudiera tener razón.
Pero como, no es difícil suponer que el “Coco” en su cabeza lo que tiene es
agua (otra frase del gracejo popular) prefiero agregar que no se trata de un
diseño, sino de un concepto, le invito a que lea el concepto de Revolución que
ofreciera el Comandante en Jefe, Fidel. Es breve, profundo y concluyente para
cualquier ser humano en cualquier latitud del planeta.
“Revolución es sentido del momento
histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado…; es emanciparnos por
nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos…; es defender valores en los
que se cree al precio de cualquier sacrificio…; es no mentir jamás ni violar
principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo
capaz de aplastar la fuerza de la verdad y de las ideas…, es luchar por
nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de
nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”. (Fidel
Castro Ruz, 2000).
Frase cubana del gracejo popular*