“(...) Comparte todas mis primaveras
y juntos sembraremos un nuevo olivo”.(RSM).
Óleos del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín (serie: La edad de la ira)
Foto de la Internet.
A
principios de los años noventa leí una entrevista de Orianna Fallaci
(Entrevista con la historia) en el cual la ex primer ministro israelí, Golda
Meier, intentaba justificar las acciones militares sionistas sobre y contra el pueblo palestino.
Entonces la señora Meier respondió una pregunta en la cual debía exponer sus
sentimientos como ser humano, en relación con la masacre de niños y niñas palestinos.
Su respuesta fue salomónica: justificaba la política genocida de Tel Aviv e
intentaba condicionar a la opinión pública internacional, a partir de una
versión diferente, edulcorada y manipuladora con respecto a la forma en que
recibían la enseñanza (de las matemáticas, por ejemplo) los niños y niñas palestinos y
donde la víctima resultaba el victimario: Israel. De esta manera intentaba minimizar las ejemplares imágenes de niños palestinos enfrentando tanques con tirapiedras en medio del horror y la muerte provocada contra su pueblo, un sentimiento de rechazo lógico hacia el agresor y una voluntad de resistir y sobrevivir generación tras generación.
Recuerdo
que mi interés por obtener el libro de la Fallaci, se manifestó el día que el
colega Pedro Martínez Pirez (Radio Habana Cuba), reveló algunos detalles de un casual encuentro, dentro de un avión, con la periodista italiana y la
consecuente anécdota relacionada con la intención de esta reportera para
entrevistar al Comandante en Jefe, Fidel Castro, e incluirlo en lo que llamó
Entrevista con la historia. Pero, sin saber quién era su compañero de vuelo, se
apresuró a exponer los propósitos reales de la solicitud para viajar a La
Habana en la búsqueda del imprescindible (para ella) encuentro.
La
entrevista a Fidel no está en ese libro, las razones quizá sean, algún día,
expuestas por quienes están más cerca de lo ocurrido en aquella ocasión. Hice
la referencia para enunciar un ejemplo de la forma en que se manipula,
mediáticamente, y la posición asumida por quienes estamos en la obligación de exponer la verdad de la terrible situación creada por Israel contra Palestina, en Gaza, a nivel internacional.
Comprendí,
tempranamente y por suerte, lo que ahora (actualmente) podemos observar en relación con la frágil
tregua que cedió a un nuevo ataque israelí contra Gaza y las consiguientes
víctimas de los recientes bombardeos. Considero que Tel Aviv, accedió a las
conversaciones –con Egipto como mediador– para garantizar un repliegue
estratégico: esperar que bajara la marea de acusaciones recibidas a través de
las redes sociales y escala mundial, para evitar un pronunciamiento obligado y
radical de la ONU.
Según
reportes de Wikileaks, cito: “el secretario general de la ONU colaboró en
secreto con Israel para rebajar los términos del informe de investigación que
confirmaba la responsabilidad israelí en los ataques mortales a instalaciones
de la ONU entre diciembre de 2008 y enero de 2009.
La embajadora de EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU, Susan Rice,
conversó con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hasta en
tres ocasiones el 4 de mayo de 2009 para expresarle su “preocupación acerca del
alcance del informe de la junta de investigación sobre los incidentes en las
instalaciones de la ONU en diciembre de 2008 y enero de 2009″, así lo revela
Wikileaks.
En el
mencionado informe se resumió la investigación de los ataques perpetrados
contra las instalaciones de ONU, donde además de personal se albergaba a
civiles palestinos. La junta de investigación reveló que en siete de estos
casos la responsabilidad de agresión la tuvieron las Fuerzas de Defensa de
Israel, que atacaron con el pretexto de que las pertenencias de la ONU estaban
siendo utilizadas con fines militares. Ello sería desmentido por los
investigadores. La junta, basándose en los resultados de su investigación,
elaboró once recomendaciones para que fueran presentadas ante el Consejo de
Seguridad de la ONU”. Fin de la cita.
Actualmente,
los pretextos de Israel difieren hasta el absurdo. Ninguno creíble, mucho menos
aceptable. Todas las agresiones están registradas en las regulaciones
internacionales vigentes para crímenes contra la humanidad y genocidio. En cuanto a la posición de la ONU es visible en todo el planeta. Incluso, no debemos olvidar que los ataques (tres ocasiones) a escuelas de Naciones Unidas en las recientes agresiones contra el pueblo de Gaza, el ejército israelí había recibido las coordenadas de la ONU para que no fueran bombardeadas. En uno de los artículos publicados en este blog, me referí a este asunto y expresé (reitero) ¿Por qué la ONU no acaba de dar las coordenadas a un Tribunal Internacional para juzgar a Israel?