lunes, 11 de agosto de 2014

Bombardeo mediático sobre Gaza, en estado de sitio







“(...) Comparte todas mis primaveras
y juntos sembraremos un nuevo olivo”.(RSM).




Óleos del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín (serie: La edad de la ira)

Foto de la Internet.

A principios de los años noventa leí una entrevista de Orianna Fallaci (Entrevista con la historia) en el cual la ex primer ministro israelí, Golda Meier, intentaba justificar las acciones militares sionistas sobre y contra el pueblo palestino. Entonces la señora Meier respondió una pregunta en la cual debía exponer sus sentimientos como ser humano, en relación con la masacre de niños y niñas palestinos. Su respuesta fue salomónica: justificaba la política genocida de Tel Aviv e intentaba condicionar a la opinión pública internacional, a partir de una versión diferente, edulcorada y manipuladora con respecto a la forma en que recibían la enseñanza (de las matemáticas, por ejemplo) los niños y niñas palestinos y donde la víctima resultaba el victimario: Israel. De esta manera intentaba minimizar las ejemplares imágenes de niños palestinos enfrentando tanques con tirapiedras en medio del horror y la muerte provocada contra su pueblo, un sentimiento de rechazo lógico hacia el agresor y una voluntad de resistir y sobrevivir generación tras generación.

Recuerdo que mi interés por obtener el libro de la Fallaci, se manifestó el día que el colega Pedro Martínez Pirez (Radio Habana Cuba), reveló algunos detalles de un casual encuentro, dentro de un avión, con la periodista italiana y la consecuente anécdota relacionada con la intención de esta reportera para entrevistar al Comandante en Jefe, Fidel Castro, e incluirlo en lo que llamó Entrevista con la historia. Pero, sin saber quién era su compañero de vuelo, se apresuró a exponer los propósitos reales de la solicitud para viajar a La Habana en la búsqueda del imprescindible (para ella) encuentro.

La entrevista a Fidel no está en ese libro, las razones quizá sean, algún día, expuestas por quienes están más cerca de lo ocurrido en aquella ocasión. Hice la referencia para enunciar un ejemplo de la forma en que se manipula, mediáticamente, y la posición asumida por quienes estamos en la obligación de exponer la verdad de la terrible situación creada por Israel contra Palestina, en Gaza, a nivel internacional.

Comprendí, tempranamente y por suerte, lo que ahora (actualmente) podemos observar en relación con la frágil tregua que cedió a un nuevo ataque israelí contra Gaza y las consiguientes víctimas de los recientes bombardeos. Considero que Tel Aviv, accedió a las conversaciones –con Egipto como mediador– para garantizar un repliegue estratégico: esperar que bajara la marea de acusaciones recibidas a través de las redes sociales y escala mundial, para evitar un pronunciamiento obligado y radical de la ONU.

Según reportes de Wikileaks, cito: “el secretario general de la ONU colaboró en secreto con Israel para rebajar los términos del informe de investigación que confirmaba la responsabilidad israelí en los ataques mortales a instalaciones de la ONU entre diciembre de 2008 y enero de 2009.

La embajadora de EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU, Susan Rice, conversó con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hasta en tres ocasiones el 4 de mayo de 2009 para expresarle su “preocupación acerca del alcance del informe de la junta de investigación sobre los incidentes en las instalaciones de la ONU en diciembre de 2008 y enero de 2009″, así lo revela Wikileaks.

En el mencionado informe se resumió la investigación de los ataques perpetrados contra las instalaciones de ONU, donde además de personal se albergaba a civiles palestinos. La junta de investigación reveló que en siete de estos casos la responsabilidad de agresión la tuvieron las Fuerzas de Defensa de Israel, que atacaron con el pretexto de que las pertenencias de la ONU estaban siendo utilizadas con fines militares. Ello sería desmentido por los investigadores. La junta, basándose en los resultados de su investigación, elaboró once recomendaciones para que fueran presentadas ante el Consejo de Seguridad de la ONU”.  Fin de la cita.
Actualmente, los pretextos de Israel difieren hasta el absurdo. Ninguno creíble, mucho menos aceptable. Todas las agresiones están registradas en las regulaciones internacionales vigentes para crímenes contra la humanidad y genocidio. En cuanto a la posición de la ONU es visible en todo el planeta. Incluso, no debemos olvidar que los ataques (tres ocasiones) a escuelas de Naciones Unidas en las recientes agresiones contra el pueblo de Gaza, el ejército israelí había recibido las coordenadas de la ONU para que no fueran bombardeadas. En uno de los artículos publicados en este blog, me referí a este asunto y expresé (reitero) ¿Por qué la ONU no acaba de dar las coordenadas a un Tribunal Internacional para juzgar a Israel? 

Durante las “horas de tregua” se ha observado un repliegue y bombardeo mediático por parte de Israel y sus aliados contra el resto del mundo. Es demostrable la intención de buscar una justificación a tales ataques: convertirse de victimarios en víctimas. Saben, perfectamente, los principales dirigentes de Tel Aviv (bajo la complicidad del gobierno de Estados Unidos) que la agresión hace, cada vez, más visible, la posibilidad de que se logre exigir que Israel sea llevado a un Tribunal Internacional por crímenes contra la humanidad. Por otra parte, la resistencia palestina no cederá a los bombardeos. Entonces ocurrirá lo peor si no se detiene la masacre: asistiremos al exterminio de un pueblo y el condicionamiento del principio del fin de la especie humana por aceptar la voracidad de un estado sobre otro, sin que medie el inaceptable fin que defiende Israel, para justificar estos genocidas hechos.

 

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