¿Cómo detener el propósito de Israel para el exterminio del pueblo palestino?

“Cuando el sol murió después,
bajaron a la tierra,
sobre los restos de sus hijos,
en el ocaso del silencio.” RSM
Cada día veo nuevas imágenes sobre el crimen contra el
pueblo de Palestina. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu –según publica
Cubadebate (2 de agosto de 2014) en referencia a un artículo de Página 12– , ha
rechazado la solicitud de un alto al fuego y anunció que, en 25 días, ya
mataron a 1 707 ciudadanos palestinos y continuarán hasta ¿”devolver la paz”? a
Tel Aviv.
El siniestro personaje declara, con todo sionismo, que: “Estamos
por terminar con la destrucción de los túneles” desde donde Hamas entra a
territorio israelí, y solo después de concluir ese exterminio contra la
población palestina, al cual llama “tarea”, evaluará qué hacer.
El texto
señala que Israel comenzó a retirar algunas tropas de zonas urbanas de la
Franja de Gaza, aunque aún no cruzaron la frontera hacia Israel, según informaron
medios israelíes. Pero de ninguna forma puede considerarse “el primer indicio
de un retroceso” en el bombardeo genocida. Tampoco puede considerarse cierto
que “los militares israelíes podrían dar a conocer en las próximas 24 horas la
completa destrucción de los túneles de Hamas”.
Todos son
pretextos, argumentos apoyados en declaraciones ambiguas y contradictorias. Los
ataques con misiles continúan. Los aviones israelíes incursionan, para realizar
sus ataques con total impunidad. En este sentido me refiero a la actitud
cómplice de las naciones que apoyan a Tel Aviv, y la falta de acción concreta
por parte de la ONU y del Vaticano. Más allá de cualquier lógica, el mundo se
convierte en cómplice si no se detiene el genocidio.
Los reportes
del Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza confirman la muerte de 87
palestinos por ataques israelíes por tierra y aire, lo cual elevó la cifra de
fallecidos a 1707. El comunicado agrega que los heridos contabilizados desde el
8 de julio ascienden a 8.920.
La farsa de
las potencias mundiales resulta evidente. Los tres círculos del poder en el
planeta están cada vez más alineados y definidos. Es una muestra de la
obsolescencia de la ONU, del Tribunal de la Haya, y de cualquier otra
regulación internacional para la coexistencia pacífica, entre las naciones, que
no sea destruida (letra por letra) en cada bombardeo, en cada víctima: muertos
o mutilados. La evaluación de las pérdidas y la destrucción sobre Gaza es
incalculable. Eso lo sabe el gobierno de Tel Aviv. Resultará muy difícil volver
al 2014. Cada misil, cada bomba, cada muerte hace retroceder a Palestina hacia
una vida cavernaria, como efecto colateral también muere la sensibilidad de los
hombres y mujeres en el resto del planeta, aun cuando ni siquiera conozcan qué
sucede debido al velo de silencio mediático impuesto por las transnacionales
que dominan y controlan la información a escala planetaria.
Tamaña farsa
de las potencias mundiales, principales aliados de Israel, me obliga a evocar
el proceso de Núremberg. Era un adolescente cuando ese libro estuvo en mis
manos. No podía comprender su contenido más allá de la palabra nazi y de
inmediato las imágenes de los campos de concentración diseminados por toda
Europa.
En aquella
ocasión la coalición para detener a Alemania fascista se acordó por un
propósito muy diferente a la necesidad de detener los crímenes de los nazis. De
hecho el control del Tercer Reich, sobre la comunidad internacional, establecía
fuertes lazos (muchos de ellos en secreto) con las naciones que los combatieron
en un frente unido, después que el ejército soviético había, prácticamente,
dado el tiro de gracia al fascismo alemán con la ofensiva hacia Berlín.
De hecho
muchos de los principales encartados en la política del gobierno de Hitler
fueron “desaparecidos (trasladados a las naciones que, actualmente, conforman
la coalición imperial con los Estados Unidos)” por acuerdo de los que
iniciaban, esa especie de gobierno en los círculos de poder mundial. Precisamente
en estos círculos de poder mundial, como ocurrió durante la mitad del pasado
siglo, ya comenzaban a mover sus hilos los controladores de las finanzas o
banqueros de origen judío. Los mismos que hoy forman una de las fortalezas
financieras en la cual se apoyan los cimientos del gobierno en Washington,
incluso con una influencia determinante en las decisiones del Departamento del
Tesoro.
En el
cuestionado, por los expertos, juicio de Núremberg, se imputaron tres delitos (todos
ellos tipificados en las acciones de Israel y Estados Unidos en sus guerras
imperiales) a los acusados:
- Crímenes de guerra, la existencia de asesinatos, torturas y violaciones, hechos contrarios a las Leyes de la Guerra.
- Crímenes contra la humanidad, cuando se enfrentaba el exterminio y la muerte en masa. Este delito incluye Genocidio, cuando se daba muerte a todo un grupo étnico determinado.
- Guerra de agresión, sobre la base de una premeditación para alterar la paz y entendida como el proceso para atentar contra la seguridad interior de un Estado soberano.
En el caso de Núremberg, algunos señalan que los acusados
fueron definidos criminales después de haberse cometido el crimen, según una
tesis apoyada en el pensamiento positivismo legal defendido por Quincy Wright
quien anotó (18 meses después de la conclusión del juicio a los fascistas
alemanes):
“Las
suposiciones subyacentes en la Cámara de las Naciones Unidas, el Estatuto de la
Corte Internacional de Justicia, y la Cámara del Tribunal de Núremberg están
lejos de eliminar del positivismo suposiciones que están muy influenciadas por
el pensamiento de los juristas internacionales del siglo XIX. En consecuencia,
las actividades de estas instituciones han sido frecuentemente criticadas por
los juristas positivistas… han preguntado: ¿Cómo pueden los principios
enunciados por el Tribunal de Núremberg, por tomarlos de ejemplo, tener valor
legal sin que hasta entonces la mayoría de los Estados haya estado de acuerdo
en admitir a un tribunal con jurisdicción [internacional y mundial] para hacer
cumplir estos principios? ¿Cómo pudo el Tribunal de Núremberg obtener
jurisdicción para encontrar a Alemania culpable de agresión, cuando Alemania no
había prestado su consentimiento a que existiese tal Tribunal? ¿Cómo puede la
ley, por primera vez promulgada explícitamente en la Carta de Núremberg de
1945, haber sometido a los imputados en el juicio cuando años antes [de que
existiera esa ley] cometieron los actos por los que fueron acusados? “
Esta
reflexión demuestra la necesidad de llegar al acuerdo conocido por Carta de
Londres o Estatuto de Londres del Tribunal Militar Internacional firmado en
1945 entre Francia, Estados Unidos, Reino Unido y la ex Unión Soviética. Tal
documento fijó los principios y procedimientos por los cuales se rigieron los Juicios de Núremberg.
Fue publicada el 8 de agosto1945 considerado el Día de la Victoria
aliada en la Segunda Guerra Mundial,
como anexo al Acuerdo de Londres.
Según las
referencias de analistas en términos legales, la Carta de Londres estableció
que el Tribunal sería competente para conocer de los crímenes de guerra, contra la humanidad
y contra la paz. Y,
aun cuando las reglas contenidas en su parte sustancial estaban previstas
inicialmente sólo para los procesos contra los líderes de la Alemania nazi,
fueron aplicadas en el enjuiciamiento de crímenes internacionales y sirvió,
también, como base para la creación del Estatuto de Roma, que creó la Corte Penal
Internacional el año 1998.
¿Cómo detener el propósito de Israel para el exterminio
del pueblo palestino?Es una pregunta que exige la respuesta inmediata y efectiva de los gobiernos en cada una de las naciones.
Es la hora de los pueblos y deben despertar a sus gobiernos para rechazar el genocidio y el exterminio de Palestina.