martes, 9 de noviembre de 2010

Un proyecto para todos los tiempos



Cuando el 1 de agosto de 2010, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, señaló que se había avanzado en los estudios a cargo de la Comisión de Política Económica del VI Congreso del Partido adelantó el compromiso de analizar sus resultados (previamente) con la militancia comunista y la población en su conjunto.
Desde entonces, hasta la fecha, hemos sido protagonistas de las nuevas medidas aplicadas para establecer una estructura económica que responda a las necesidades de nuestro Proyecto Socialista, sin retrocesos, ni apresuramientos que pudieran dar al traste con lo alcanzado en sectores claves del país y con una visión objetiva en cuanto a la introducción de los cambios en las formas de trabajo por cuenta propia, ajuste de las plantillas laborales, así como el cumplimiento de la disciplina laboral y fiscal como garantes de los beneficios sociales adquiridos por nuestro pueblo durante medio siglo de Revolución.
La necesidad de un debate popular previo al Congreso del Partido, que fuera anunciado en la clausura Quinto Periodo Ordinario de Sesiones de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, se convirtió en un hecho que ha despertado nuevos bríos en el ámbito nacional después de escucharse la intervención del Presidente Cubano en el Acto por el Décimo Aniversario de la firma del Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela.
No se habla en todo el territorio nacional de otro tema. Una vez más la dirección de la Revolución ha demostrado su plena confianza en el pueblo. Incluso, el propio Raúl lo reiteraba cuando explicó el por qué resultaba imprescindible el proceso de debate popular que se desarrollará desde el 1 de diciembre de 2010 hasta el 28 de febrero de 2011, a partir de un documento base sobre los lineamientos políticos y sociales del país.
También anunciaba que a finales del 2011 tendrá lugar la I Conferencia Nacional del Partido para discutir temas internos de la organización y otros asuntos de importancia nacional. Por supuesto, No podía ser de otra manera antes de proceder al esperado VI Congreso del Partido: un análisis exhaustivo y de consultas relacionado con la actualización del modelo económico y social del país.
Esta Comisión de Política Económica es presidida por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en su condición de Segundo Secretario del Comité Central del Partido. La integran, además, el miembro del Buró Político Julio Casas Regüeiro en calidad de vicepresidente y en funciones de coordinador, el compañero Marino Murillo Jorge, integrante del Consejo de Estado, vicepresidente del Consejo de Ministros y ministro de Economía y Planificación. Fueron asistidos por numerosos funcionarios de los Departamentos del Comité Central del Partido y especialistas de organismos e instituciones de investigación.

Para cumplir la tarea encomendada a la Comisión de elaborar los lineamientos de la política económica y social, se constituyeron grupos de trabajo, presididos por miembros del Buró Político, vicepresidentes del Consejo de Ministros y otros dirigentes del Partido y del Gobierno de las esferas correspondientes. Los grupos trabajaron en los temas relacionados con el modelo de gestión económica; políticas macroeconómicas (monetaria, cambiaria, fiscal, de precios); política económica externa; política inversionista; política social; política agroindustrial; política industrial y energética; otras políticas sectoriales (turismo, transporte, construcciones, comercio), ciencia y tecnología, así como estudios sobre la dualidad monetaria. Se constituyó además un sub-grupo de normas y procedimientos jurídicos relacionados con las transformaciones que ocurrirán en el modelo económico.
Como resultado del trabajo de esta Comisión se elaboró el “Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social” como documento rector que será discutido con toda la militancia, los trabajadores y la población en general para recoger y tener en cuenta sus opiniones y posteriormente será sometido a la aprobación del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba y que tendrá lugar en la segunda quincena del mes de abril del próximo año, en ocasión del 50 Aniversario de la Victoria de Playa Girón y de la Proclamación del Carácter Socialista de la Revolución Cubana.
Este llamamiento, en el marco de la reunión entre los mandatarios de Cuba y Venezuela, a propósito del relanzamiento del Convenio entre ambas naciones por diez años, nos obliga a recordar el significado de este propósito; a partir de los ideas expresadas por el Presidente cubano durante la clausura del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), el pasado 4 de abril de 2010, y donde aseguró que: “La batalla económica constituye hoy, más que nunca, la tarea principal y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de ella depende la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social”.
Entonces apuntaba Raul la necesidad de establecer una economía sólida y dinámica, despojada de los gastos superfluos y el derroche. De esta manera podríamos avanzar en la búsqueda de un mejor nivel de vida de la población, mantener y mejorar los elevados niveles alcanzados en la Educación y la Salud que gratuitamente se garantizan a todos los ciudadanos en nuestro país.
Nos obliga a pensar que “Sin una agricultura fuerte y eficiente” tampoco podríamos garantizar la alimentación de la población que aún depende de grandes y costosas importaciones de alimentos que pudieran producirse en Cuba. Es precisamente alcanzar la necesidad de trabajar para vivir, sin ampararnos en regulaciones estatales excesivamente paternalistas e irracionales. Para lograrlo debemos actuar con energía y no permanecer impasibles ante las diversas manifestaciones de corrupción. No podemos permitir que algunos exhiban beneficios alcanzados a costa del sudor de la mayoría, “diseminando actitudes que atacan directamente a la esencia del Socialismo”.
Con sabiduría y la verdad como garantía en la consulta con el pueblo, el compañero Raúl, había reiterado la necesidad de evitar las mantener las “plantillas infladas en casi todos los ámbitos del quehacer nacional” y pagar salarios “sin vínculo con los resultados, elevando la masa de dinero en circulación”. Sentenciaba: “No podemos esperar que los precios detengan su ascenso constante, deteriorando la capacidad adquisitiva del pueblo. Sabemos que sobran cientos de miles de trabajadores en los sectores presupuestado y empresarial, algunos analistas calculan que el exceso de plazas sobrepasa el millón de personas y este es un asunto muy sensible que estamos en el deber de enfrentar con firmeza y sentido político”.
Se demostró, una vez más que la Revolución no dejará a nadie desamparado y luchará por crear las condiciones para que todos los cubanos tengan empleos dignos, que en la unidad entre los revolucionarios, la dirección de la Revolución y la mayoría del pueblo como advirtió Raúl en el Congreso de la UJC: “es nuestra más importante arma estratégica, la que nos ha permitido llegar hasta aquí y continuar en el futuro perfeccionando el socialismo”. Unidad que “se fomenta y cosecha en la más amplia democracia socialista y en la discusión abierta con el pueblo de todos los asuntos, por sensibles que sean”, señalaba y hacía realidad las palabras de nuestro José Martí: "En la grandeza de la patria y de sus hijos, no es mentira decir que siente crecer el corazón".