sábado, 26 de marzo de 2011

Infancia secuestrada















Raúl San Miguel

Fotos: Tomadas de la Internet

“Ayer vi un niño jugando a que mataba a otro niño (bis), hay niños que se parecen a los hombres trabajando (bis) ¿quién les dirá cuando crezcan que los hombres no son niños que no lo son, que no lo son…”

Hace unos días una amiga me comentaba la terrible realidad de los niños que viven en las calles de casi todas las naciones donde los gobiernos se escudan en la miopía política para escurrirse en justificaciones que nada justifican en relación con los niños que emplean su infancia en convertirse en hombres o mujeres, lejos de los sueños de la inocencia y sin más juguetes que una herramienta de trabajo o sus propios cuerpos, vendidos en el peor de los casos.

Sin embargo, así ocurre. No se trata de un fenómeno social que se puede borrar con evasiones. ¿Qué hacen los gobiernos de nuestros países? La mayoría de las veces exponen solo el problema y no asumen programas concretos para erradicarlos. Por su parte, la UNICEF, advierte que se necesita mucho dinero y atención para los 1,200 millones de adolescentes del mundo, especialmente para las jóvenes, podría ayudar a rescatarlos de una pobreza de por vida, ignorancia, inequidad de género, y violencia.

Los niveles de pobreza extrema apuntan a cuestiones más urgentes como la prostitución infantil. Más de 70 millones de adolescentes en edad de asistir a la secundaria, en todo el mundo, no lo hace, y las muchachas se rezagan respecto de los chicos en cuanto a la asistencia a las aulas.

Los niños de mayor edad, especialmente el 88% de adolescentes que viven en países en desarrollo, también están en mayor riesgo de explotación, abuso y violencia, añade el reporte de UNICEF. No obstante, coloca el ejemplo de Brasil, donde la tasa de mortalidad infantil mejoró dramáticamente entre 1998 y el 2008, salvándose la vida de 26,000 niños menores de un año y, en contraposición, aproximadamente 81,000 adolescentes fueron asesinados en ese país. Una de las “medidas profilácticas” para borrar a los adolescentes que delinquen en las calles debido a la situación que grava sobre sus vidas y la ausencia o exclusión de todos sus derechos humanos.

El pasado 11 de marzo se desarrolló la jornada anual consagrada al examen de las cuestiones relativas a los Derechos de la Infancia en el marco de la 16 Sesión Plenaria de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Este año los debates tienen que ver con los niños que trabajan o viven en la calle.

El Dr. Norberto Liwski, Presidente DNI Argentina y Miembro Vicepresidente del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas (2003-2007), ha declarado al Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS, que “en vísperas a la anunciada Sesión Especial deseo expresar mi profunda convicción acerca de la necesidad que los miembros de ese Consejo den la palabra, escuchen y tengan presente la opinión de las organizaciones de niños, niñas y adolescentes, quienes desde su experiencia y conceptualización podrían enriquecer el debate.

En el camino de hacer efectivos los principios y disposiciones de la Convención sobre los Derechos del Niño y su singularidad económica, social y cultural en América Latina, la que a su vez abarca una enorme diversidad de realidades, la visibilidad de las organizaciones que acompañarán el debate en el Consejo y que harán llega sus documentos, deberían constituirse en una plataforma necesaria para reconocer la complejidad del problema que se aborda y la multiplicidad de respuestas que los Estados y la organizaciones sociales deben construir mancomunadamente”.

El Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores (MOLACNATs), ha enviado una carta abierta donde destaca que “Una vez más los Movimientos de NNATs de América Latina, es decir, organizaciones cuya identidad es la de ser y reconocerse públicamente como trabajadores, somos dejados de lado por un organismo de las Naciones Unidas, que dice velar por los derechos humanos de los niños y niñas, y en este caso, con referencia a los niños y niñas trabajadores. La reunión del 9 de marzo próximo y los documentos preparatorios y de convocatoria muestran la prevalencia de algunas imprecisiones que desde América Latina consideramos no contribuyen a un mejor entendimiento del fenómeno social de las infancias trabajadoras.

Niños y niñas en nuestros países del Sur, sobreviven a los impactos de las crisis generadas por las sociedades capitalistas, pululando en las calles, durmiendo en los parques, asesinada(o)s, prostituida(o)s, con sus rostros marcados por la ignorancia y el olvido de los gobiernos. Una realidad que nos muerde el rostro, penetra dentro de la piel y tenemos el deber de cambiar.



Nota: Agradezco la colaboración de mi compañera, en la vida, la profesora Nora Salas, Psicologa Social