lunes, 25 de agosto de 2014

Del olvido y las máquinas...





Raúl San Miguel

Fotos tomadas de la Internet*






“Nosotros hemos diagnosticado y previsto la revolución social en América, la verdadera, porque los acontecimientos se están desarrollando de otra manera, porque se pretende frenar a los pueblos con bayonetas, y cuando el pueblo sabe que puede tomar las bayonetas y volverlas contra quien las empuña, ya está perdido quien las empuña”. Comandante Ernesto, Che, Guevara. Punta del Este, Uruguay, 8 de agosto de 1961







Hay imágenes que se parecen tanto…, que da vergüenza saber que son reales. Tengo amigos en el Sur que expresan su repudio al olvido porque les puede matar lo que se esfuerzan por mantener: la memoria histórica en la lucha por la justicia y la equidad en sus pueblos, estas luchas los mantienen vivos a ellos y a sus muertos…, desaparecidos, durante la dictadura militar y también en el olvido de quienes gobiernan sin tener en cuenta la búsqueda de soluciones justas a quienes lo necesitan: el pueblo... Y porque, al mirar estás imágenes, duele lo que ocurre cuando también la justicia se compra y tiene un alto precio inalcanzable para las mayorías, los que sufren..., entonces, quienes están en el poder recurren a las máquinas que no se utilizan para construir, sino para intentar borrar la miseria, ocultar las faltas y convertir en criminales a las víctimas, en desechos humanos... 



A ellos, a los que luchan todos los días, a los imprescindibles, estos fragmentos de la canción Guitarra negra, de Alfredo Zitarrosa, que pueden acompañar a las imágenes como una advertencia premonitoria de hacia dónde vamos con este tipo de acciones.
 

 





"Y por todos nuestros muertos... Y he sabido, guitarra, que este otro perro que criaste, ladrador, campesino, a veces manso o vigilante, que roe su propio hueso en la penumbra y gruñe... cual casi todo perro popular, vagará por tus anchas veredas, tus milongas sangrantes... hasta morir también... Tal vez un día... De soledad y rabia... De ternura... O de algún violento amor: de amor... sin duda.


"Hago falta... Yo siento que la vida se agita nerviosa si no comparezco, si no estoy... Siento que hay un sitio para mí en la fila, que se ve ese vacío, que hay una respiración que falta, que defraudo una espera... Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero, el amor del que me aguarda lastimado... Falta mi cara en la gráfica del pueblo, mi voz en la consigna, en el canto, en la pasión de andar, mis piernas en la marcha, mis zapatos hollando el polvo. . . Los 7 ojos míos en la contemplación del mañana... Mis manos en la bandera, en el martillo, en la guitarra, mi lengua en el idioma de todos, el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos."

Barrio Papa Francisco, Bs As. 2014*


“Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas... Y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales... La noche entrará, cabeceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol... Y se echará en el piso como un perro... Y aguardará hasta la madrugada... Hoy... Dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas, para siempre...”