miércoles, 26 de enero de 2011

Juventudes latinoamericanas, la memoria intacta

Raúl San Miguel

Fotos: Rommell Cabrera

Por estos días he tenido la suerte de compartir con amigos latinoamericanos y sobre todo el privilegio de comprobar que se mantiene la memoria histórica de las luchas revolucionarias. Me refiero a Julio Marcos Talavera, Estela Teitelbaum y Nora Salas. Todos, entre miles como lo hacen sus hijos, para mantener vivo el pensamiento del Comandante Ernesto Che Guevara, como un ejemplo para la lucha que abrirá las grandes alamedas a las que se refirió el Presidente Salvador Allende, en su último discurso al pueblo, poco antes que las hordas fascistas _alentadas y apoyadas por los servicios de inteligencia de los Estados Unidos y el gobierno en Washington_ masacraran a Chile.

Pienso en los puntos de vista expresados por algunos de los 276 integrantes de la XVIII Brigada Suramericana de Solidaridad con Cuba que se encuentra en el Campamento Internacional Julio Antonio Mella, del municipio de Caimito. Me refiero a os argentinos Patricia Silva y Pablo Quatrini, quienes participan por primera vez.



Patricia labora en la Oficina Nacional de Energía Atómica, como jefa de control de la calidad de radiofármacos que se producen en su país. Cuenta que hace años quería conocer a Cuba, pero desde adentro, y la oportunidad llegó de algo tan hermoso como la solidaridad.

“Mi hermana Alicia comenzó a trabajar en el programa cubano de alfabetización Yo si puedo en la zona sur de la provincia de Buenos Aires. Ella se acercó a la gente de la embajada de Cuba que dirigía el proyecto educativo para conocer cómo podía viajar a Cuba no de turista, sino para conocer la realidad cotidiana y la historia de la Revolución”.

Fue de esa manera que Patricia supo de las brigadas de solidaridad, contactó con la Casa de la Amistad en su país y ya se encuentra entre nosotros, cumpliendo un sueño maravilloso que tendrá nuevos momentos.



Pablo Quatrini hizo un alto en sus estudios de comunicación para viajar a nuestro país. Era ese un deseo de años que por las peripecias de la vida no pudo cumplir, hasta que una amiga de su facultad, que había sido brigadista, le contó sus experiencias y qué debía hacer para viajar.

Pablo y los argentinos que nos visitan se prepararon durante seis meses antes de venir, por lo cual conocen qué es el bloqueo, están al tanto de la situación de nuestros cinco compatriotas presos injustamente en cárceles de Estados Unidos y del programa Yo si puedo. “Ahora estoy en condiciones de comparar lo que aprendí de Cuba con la práctica, y ello me hace sentir grandes expectativas”, afirmó.

Patricia y Pablo llevan apenas una semana en Cuba y su deseo es volver. Esa también es la idea de Rob Parnell, quien nos visitó recientemente como parte de la brigada australiana y neozelandesa Cruz del Sur.

Rob vive en Canberra, capital de Australia, pero siempre ha estado interesado en Cuba, en el lugar que ocupa en el mundo y en su historia. Su esposa conoció un brigadista y eso le bastó a la pareja para gestionar su viaje.

Ya en Cuba, Rob quedó impresionado por la resistencia y el coraje de nuestro pueblo. “Ustedes, nos dijo, podían hacer el símil de la fábula de David y Goliat. Ustedes, afirmó, son un David luchando contra un Goliat gigante”.

Rob ya no está en Cuba, a Patricia y a Pablo le faltan muchas experiencias por vivir. Los tres cumplieron el sueño de venir. Y los tres están dispuestos a regresar.

Pienso en los jóvenes que marchan por las calles de Latinoamérica con la memoria intacta del Che, en los que “luchan y los que lloran”, recordando al inolvidable periodista y guerrillero Jorge Ricardo Masettti. En los que se graduaron de médicos en la Escuela Latinoamericana de Medicina, en Cuba, y marchan por los senderos de nuestras naciones de América. Marchan en las calles en protesta contra las oligarquías y serán los continuadores de las revoluciones sociales que borren el horror en el que han sido sepultados durante siglos de explotación y barbarie.

Ya es tiempo de que se abran las grandes y “de marchar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes”.

Víctor Jara: la voz de la Revolución en la guitarra

Raúl San Miguel

Foto: Tomada de la Internet

Era muy joven cuando dejé de escuchar su voz. Corría el mes de septiembre del año 1973. Las noticias del golpe de estado en Chile estremecían. Los reportes de los asesinados en el estadio nacional y en las calles advertían la magnitud del gorilazo. Víctor Jara, el cantor de la Revolución, enfrentaba a los criminales uniformados.
Han pasado casi cuatro décadas y el gobierno chileno, a través del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, volverá a pedir el procesamiento de cuatro oficiales retirados que declararon como inculpados por el asesinato del cantautor Víctor Jara.



Desde el pasado mes de diciembre se había realizado la solicitud, pero la Justicia se negó a acoger esa primera petición. No obstante, la directora del Programa, Rossy Lama, explicó que la institución presentará una nueva solicitud una vez que finalicen las diligencias que se están realizando sobre Edwin Dimter, Hugo Sánchez, Raúl Jofré y Rolando Melo, este último un ex fiscal militar. Lama reveló que en las últimas semanas los cuatro declararon como inculpados en esta causa, hecho que hasta ahora no se conocía.
Así continúa el reporte publicado en Cubadebate:
El autor de Te recuerdo Amanda fue detenido el 11 de septiembre de 1973, día del golpe de Estado de Augusto Pinochet, y encerrado en el Estadio Chile, utilizado como centro de reclusión, donde sufrió violentas torturas y fue acribillado con 44 balazos. La jefa del Programa hizo estas aclaraciones después de que el periódico digital El Mostrador asegurara hoy que ese organismo decidió no apelar para lograr la detención, con miras a un eventual procesamiento, de los cuatro militares retirados.
El pasado 22 de diciembre, el abogado Cristián Cruz, que entonces aún trabajaba en el Programa y que fue despedido a fines de ese mes, solicitó al juez Juan Fuentes Belmar, encargado del caso, el arresto de los cuatro oficiales retirados del Ejército chileno. A su juicio, había antecedentes para que se les arrestara, se les tomara declaración y se les procesara, pero el juez negó la petición y el letrado, en nombre del Programa de Derechos Humanos, apeló esa determinación.
Sólo hay un procesado
Sin embargo, el lunes el Programa retiró la apelación, que se iba a ver por la tarde en la Corte de Apelaciones de Santiago. Rossy Lama explicó que procesalmente la solicitud del abogado Cristián Cruz estaba mal presentada, porque, según dijo, no corresponde pedir el arresto de personas que ya han declarado y que el juez no ha resuelto procesar. Y aseguró que el Programa volverá a pedir el procesamiento de los militares cuando finalicen las pericias pendientes.
Hasta el momento sólo está procesado por este caso José Paredes, un ex recluta que fue detenido en junio de 2009 tras confesar que había disparado a Jara por orden de un oficial, aunque posteriormente se retractó. Paredes fue puesto en libertad provisional semanas después.
En diciembre de 2009, la Policía de Investigaciones (PDI) entregó un informe en el que se precisa que las balas que causaron la muerte a Víctor Jara son de un calibre distinto al que utilizaba el fusil que tenía asignado el ex recluta.




Siempre tendré su voz en la memoria, los acordes espaciados de su guitarra, y la letra de la canción que tarareaba mientras iba a la escuela y soñaba con caminar por las grandes alamedas que dijo el Presidente Salvador Allende, en su invitación a los revolucionarios del mundo a mantener la lucha por la justicia social y contra los designios imperiales y las oligarquías de turno que mancillaron durante siglos a nuestros pueblos de América Latina.




















Canción de Víctor Jara

TE RECUERDO AMANDA

Te recuerdo Amanda
la calle mojada
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha
la lluvia en el pelo
no importaba nada
ibas a encontrarte con él
con él, con él, con él
son cinco minutos
la vida es eterna
en cinco minutos
suena la sirena
de vuelta al trabajo
y tú caminando
lo iluminas todo
los cinco minutos
te hacen florecer.

Te recuerdo Amanda
la calle mojada
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha
la lluvia en el pelo
no importaba nada
ibas a encontrarte con él
con él, con él, con él
que partió a la sierra
que nunca hizo daño
que partió a la sierra
y en cinco minutos
quedó destrozado
suena la sirena
de vuelta al trabajo
muchos no volvieron
tampoco Manuel.

Te recuerdo Amanda
la calle mojada
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel