jueves, 6 de enero de 2011

El chico de los sueños difíciles



Raúl San Miguel

Foto tomada de la Internet

Le recuerdo desde aquellos días de septiembre del 84 en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. El chico, gordito, de mirada inquieta e inteligente, callado y sencillamente deslumbrante. Nunca imaginé que escribiría sobre Rufo Caballero, menos esta esquela de porquería que emerge como un buque fantasma en medio del caos y el estupor causado por la absurda muerte.
También sé, imagino, sin temor a equivocarme, que se marchó como suelen hacerlo los hombres excepcionales que han servido bien. Dijo adiós y se marchó despacio. Nos dejó el dolor de su partida y selló su destino. ¡Que absurda muerte de mierda!