viernes, 3 de enero de 2014

Snowden y el pretexto de Estados Unidos para intervenir militarmente en el ciberespacio.



Foto tomada de la Internet





No es la primera vez que, de forma inducida o circunstancial, un hecho determinado establece el patrón a seguir en un conflicto o establece las bases para consolidar las posiciones (en este caso del gobierno de los Estados Unidos) para una ofensiva de reposicionamiento estratégico de los servicios de inteligencia militar con fines imperiales.
El caso Edward Snowden, más allá de todo lo publicado, solo muestra la punta del iceberg en el sofisticado programa de inteligencia y espionaje que sacude al mundo desde las plataformas ciberespaciales controladas por los círculos de poder hegemónico mundial.
Revertir el impacto negativo de las informaciones expuestas por Snowden resulta el objetivo inmediato después del obligado cálculo en cuanto al posible “desastre” causado por el ex agente de la NSA. En este caso se fortalece la presencia, en regulaciones informadas por el gobierno de la Casa Blanca, para llevar la ofensiva en la guerra ciberespacial contra el resto del mundo.
De esta manera Washington “defiende” su derecho a la supremacía internacional sobre el control de las redes sociales y las plataformas, donde se sustentan, además de amenazar con un ataque directo a cualquier sistema digital en naciones consideradas enemigas.  En realidad, en mi criterio, el propio Snowden pudiera convertirse en un Caballo de Troya en su permanencia en cualquier lugar del mundo fuera de los Estados Unidos.
Recientemente (miércoles 1 de enero de 2014) los periódicos The New York Times y The Guardian, publicaron sendos editoriales en los cuales solicitan, al presidente Barack Obama, el conceder clemencia para Edward Snowden.
Todos los que conocen la técnica periodística o al menos tienen referencia con respecto al uso de los géneros, deben conocer que los editoriales, fundamentan la opinión de la dirección del periódico como un todo. En el caso de The New York Times y The Guardian, digamos que representan los intereses informativos de sus propietarios a través de toda la madeja de hilos que conduce a los círculos de poder dentro de la propia administración norteamericana.
Ambos diarios solicitan al gobierno estadounidense tratar al ex agente de inteligencia Edward Snowden “como a un revelador de datos importantes, no un traidor " (…) considerando el valor tremendo de la información que reveló y los abusos de poder que dio a conocer (…) merece mucho más que una vida en permanente exilio, temor y lucha", especifica The New York Times. Estos periódicos conforman la búsqueda de una salida al conflicto que puso en jaque a Estados Unidos, en medio de la mirada de toda la comunidad de inteligencia internacional, después del escándalo por las filtraciones a través de Wikileaks "Lo que ha hecho podría ser un delito, pero él ha servido bien a su patria. Es hora de que EE.UU. ofrezca a Snowden un acuerdo o algun tipo de clemencia que le pueda permitir regresar a casa y enfrentar una pena reducida por su rol de revelador de abusos".

Según, estos diarios, las revelaciones del ex agente Snowden “no han causado mucho daño a la inteligencia de EE.UU. y no han perjudicado la seguridad nacional. (…) Sus esfuerzos solo han demostrado la falta de respeto a la privacidad por parte del Gobierno federal”.  Por su parte, The New York Times, especificó: "Cuando alguien revela que el Gobierno suele voluntariamente violar la ley, no debe ser condenado a la cadena perpetua por el mismo Gobierno".
No obstante, The Guardian, asegura que “los actos de Snowden "son actos de coraje", ya que él "reveló la información a los periodistas, aunque sabía cuáles serían las consecuencias". Así lo expresa el primer medio de prensa norteamericano que publicó las revelaciones de Snowden.
En noviembre el Gobierno de EE.UU. rechazó la petición de clemencia para el ex agente E. Snowden y le solicitó que regresara al país y afrontar su castigo. Por supuesto, si el ex agente Snowden regresa, de nada valdrán los artículos publicados por estos diarios. Es tonto pensar en un indulto.

Recuerdo cuando escribí el artículo: Las navidades y el desafío al silencio, publicado en mi blog: elhabanerochekeré, en relación con el tema de la desclasificación de “noticias” por Wikileaks, expresaba que todo este alud de informaciones de inteligencia se convertía en el “eslabón perdido” de las transnacionales de la desinformación en occidente.
Entonces concluía el año 2010 y expuse mis consideraciones con respecto al nuevo año 2011. No hacía falta una bola de cristal. Solo había que leer lo que ocurría en el planeta para adelantar y argumentar que: “los retos para el próximo año 2011 serán acuciantes para toda la humanidad. Se precisa de unir voluntades de pueblos y gobiernos. Es la única forma de enfrentar los serios desafíos que impone un planeta financieramente inestable, ecológicamente resentido, climáticamente deteriorado y seriamente amenazado por una guerra nuclear que se ha detenido, momentáneamente, porque el escenario militar ha trasladado sus operaciones bélicas al ciberespacio”. Solo se han incrementado estos retos y, en consencuencia, demostrado la peligrosa situación internacional.
Explicaba que “Los “targets” somos todos los que pensamos diferente en “algún oscuro rincón del planeta”, al citar las palabras del ex presidente George W. Bush cuando habló en la Academia Militar de West Point, con el propósito de anunciar la nueva escalada que ha llevado a la destrucción de Iraq. Estrategia que marca un punto de partida en los criminales ataques terroristas contra el World Trade Center, en Nueva York, pero aún funcionará en esta y las siguientes administraciones como un propósito importante en la política exterior del imperio”.
Hace unos días el diario alemán Der Spiegel se hacía eco de supuestas filtraciones que apuntan a que Apple podría haber colaborado activamente con la NSA, la agencia de seguridad nacional estadounidense, para facilitar el espionaje de los usuarios de sus populares smartphones iPhone; a través de un programa de espionaje llamado DROPOUTJEEP, un software que parece que permite visualizar la información del iPhone, los mensajes de texto SMS, la lista de contactos, el buzón de voz e incluso la geolocalización del propio usuario, según explica el diario The New York Times. ¿De dónde proviene esta información que publica el diario norteamericano?
Incluso, Der Spiegel,  indica que los analistas de la NSA se referían internamente a los usuarios de iPhone como “zombies que pagan por su propia vigilancia”. Y continúa y según el Russia Today:
“La respuesta de Apple a estas informaciones acaban de llegar. En la víspera de fin de año la compañía de la manzana lanzó un comunicado aseverando que “Apple nunca ha trabajado con la NSA para crear una ‘puerta de atrás’ en ninguno de nuestros productos, incluyendo el iPhone”.
“En cualquier caso, hay que tener en cuenta que las informaciones a las que hace referencia en su artículo Der Spiegel datan de los años 2007 y 2008, de modo que para instalar el citado programa de espionaje haría falta disponer de los iPhones físicamente, no se podría realizar a distancia. De hecho, en la información desvelada por el medio alemán se indica que es en fases posteriores cuando se trabajaría para poder hacer una instalación remota. Además, recuerda The New York Times, si atendemos a las informaciones del diario alemán el sistema operativo con el que funcionaría el programa de espionaje sería iOS 5, mientras que el último lanzado por Apple es iOS 7, disponible desde septiembre de 2013. Aunque, por otro lado, los activistas defensores de la privacidad señalan que en todo caso en los últimos años lo único que puede haber pasado es que la NSA haya mejorado sus métodos de vigilancia”.



Escuchando estos reportes, vuelvo a citar las palabras del líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro, quien aseguró que el mundo es ingobernable, al referirse a la voracidad imperial y el peligro que acecha a la humanidad por la actitud inconsecuente de las potencias capitalistas. Considero que debemos volver a releer el discurso pronunciado durante la II Cumbre Iberoamericana, celebrada en Madrid, España, en julio de 1992. Su relación directa con el nuevo orden mundial que pretende establecer el gobierno de Estados Unidos, en medio de una guerra en la cual también millones de internautas son víctimas colaterales de los intereses hegemónicos imperialistas en el ciberespacio.

Su Majestad,

Excelencias,

Grandiosa fue la hazaña de Colón, e intrépidos los que fueron capaces de conquistar y colonizar decenas de millones de kilómetros cuadrados de territorio poblado en el hemisferio occidental. Pero también sin precedentes en la historia fueron los ejemplos de resistencia heroica como la de Tenochtitlán, capital de los aztecas, e insuperable la hazaña de los hombres que, con Bolívar a la vanguardia, fueron capaces de liberar después todo un continente.
Juntos hemos escrito una dramática y fabulosa historia. Pero no se viaja desde tan lejos para asistir simplemente a una conmemoración por importante que sea. Nos trae aquí la conciencia de que en América Latina nuestra unión no existe todavía, nuestra independencia está por consolidar y nuestro pleno desarrollo está por realizarse.
Conmemoramos el V Centenario cuando se ha roto el balance de fuerzas en el mundo, cuando conceptos esenciales de la soberanía están cuestionados, cuando surge en el planeta el hegemonismo unipolar. ¿Qué ocurrirá en los próximos quinientos años? ¿Será de nuevo una gran parte de la humanidad sometida a las peores formas de dominación? ¿Será ignorada, aplastada, absorbida en el orden político, económico y cultural, esta vez no únicamente por el poder que emana de las armas más sofisticadas, sino también por el monopolio de tecnologías avanzadas, el control absoluto de la economía mundial y el dominio total de los medios de comunicación masiva? ¿Podrán sus derechos ser garantizados por las Naciones Unidas cuyas funciones han sido usurpadas por un Consejo de Seguridad que hoy es manejado a su antojo por la mayor potencia militar, que impone su política en el minúsculo grupo de los que ostentan el anacrónico derecho al veto, irritante y antidemocrático privilegio que es indigno de nuestra época?
Preguntémonos, incluso, si la humanidad podrá sobrevivir a la destrucción del medio ambiente, propiciada por las sociedades de consumo, despilfarradoras y enajenantes, sociedades que no resuelven los problemas sociales y económicos fundamentales, como quedó demostrado en la opulenta ciudad de Los Angeles, dentro de un país que pretende ser modelo de sistema político y donde la violencia racial es cada vez más brutal, los ricos son cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres y los negros e hispanoamericanos cada vez más discriminados.
Cuando nos reunimos aquí, ese propio país, la mayor potencia militar de la historia, ha proclamado el derecho bárbaro a secuestrar ciudadanos de cualquier nación en cualquier parte del mundo: el imperio tratando de gobernar el planeta, un planeta que es, además, ingobernable.
Ese mismo imperio, hace más de treinta años, bloquea despiadadamente a Cuba, pequeño país latinoamericano. Ni siquiera los alimentos y medicamentos están excluidos. Se intenta rendir por asfixia económica y hambre a un pueblo que se niega a renunciar a su independencia y a sus ideas: un genocidio, un ultraje a la humanidad.
¿Es este acaso el nuevo orden mundial? ¿Es este el porvenir que espera a cada país que aspire a ser verdaderamente independiente?
Y para el Tercer Mundo en su conjunto, ¿cuáles son las esperanzas?
Hay en esta época convulsa y confusa quienes decidieron vender su alma aspirando a vivir como en París o en Londres simplemente cambiando de ideología. Países considerados hasta hace poco como industrializados, reclaman ahora cientos de miles de millones de dólares con el sueño de convertirse en sociedades de consumo, compitiendo por los recursos con los que necesitan de verdad desarrollarse.
Los enormes déficit presupuestarios de la potencia hegemónica succionan cuantiosos medios financieros a la economía mundial.
¿Qué quedará para vencer el subdesarrollo de la inmensa mayoría de los que en América Latina, Africa y Asia, empezaron a ser colonias europeas hace precisamente quinientos años? ¿Tendrán que vivir acaso de las limosnas y los desperdicios del mundo rico?
Cualesquiera que fuesen las respuestas a estas interrogantes, a ningún latinoamericano se nos escapa la necesidad histórica, ante todo, de unirnos e integrarnos.
La integración económica y política con América Latina es ya un objetivo inscrito en las páginas de la Constitución de la República de Cuba.
Divididos, nuestros pueblos no podrán garantizar su independencia, el respeto de los poderosos, el bienestar a que aspiramos y un lugar decoroso en el mundo.
En esta excepcional ocasión deseo saludar al pueblo español, a los valerosos y nobles descendientes de los que lucharon setecientos años por su independencia y de los que en defensa de la patria derrotaron a los ejércitos, hasta entonces invencibles, de Napoleón.
Agradezco su cálida hospitalidad, y agradezco, de modo especial como latinoamericano, que pueda hablar aquí hoy en español y no en inglés.
El pueblo cubano se siente heredero de las mejores tradiciones del pueblo español.
Nada es imposible para los que luchan. Nuestro Héroe Nacional José Martí; hijo de padre y madre españoles, en vísperas del reinicio de la lucha por la independencia, escribió algo que parece concebido para esta reunión: Cuba no anda de pedigüeña por el mundo, anda de hermana, y obra con la autoridad de tal. Al salvarse, salva. Nuestra América no le fallará, porque ella no falla a América.

Muchas gracias.