sábado, 18 de septiembre de 2010

Del pozo y el péndulo a la parábola de Barack Obama

(El Circo político más peligroso del mundo)

Por Raúl San Miguel

Recuerdo, mientras escribo, aquella lectura de un relato de E.A.Poe, titulado: El pozo y el péndulo (The Pit and the Pendulum) donde se describe (tangiblemente) la agonía del condenado. Considerado como uno de los relatos más espeluznantes dentro de la literatura de terror, transmite el abandono, la desorientación, el desconcierto y la desesperanza _ que demuestra, hasta cierto punto y con relación a cuestiones urgentes como: evitar la guerra nuclear en el Oriente Medio, asumir una posición de equilibrio y no de imperio (liderazgo de Estados Unidos como potencia económica y no militar en el mundo), la ruptura del bloqueo impuesto a Cuba por casi medio siglo y la liberación de los Cinco Héroes cubanos prisioneros del imperio por luchar contra el terrorismo. Así veo, amenazado por su ubicación en un pozo y pendiente el filoso péndulo, al señor presidente Barack Obama en la Oficina Oval en Washington. D.C. Explico.

Tal referencia se fundamenta a partir de la posición asumida por el nuevo mandatario estadounidense con relación al tema Cuba ( Tema, así es como lo denominan los políticos de aquel país) en los primeros meses de su asunción al poder. Por supuesto, una mirada a la histórica posición genocida, asumida por las administraciones anteriores, no dejaba mucho espacio para la originalidad, ni la autonomía en el pensamiento de un presidente norteamericano con respecto a las relaciones con Cuba.

No pretendo satirizarlo, pero evoco la imagen juvenil (pueden verla en videos de los primeros meses) del señor Obama encurvada en la espalda como si todo el peso del mundo cayera en ese lugar, incluso algunos si lo caricaturizaron como lo hacían con los negros en el Sur de la Unión, tanto en las tiras cómicas de los periódicos o las películas de los años cincuenta.

Ahora, es diferente (y le alegra) verle como si fuese un atleta escalar (demasiado rápido) hacia el Air Force Nomber One. Y, por supuesto, destapar el punto de la agenda presidencial relacionado con Cuba para recrudecer las medidas y sanciones que tomaron otros. Pero eso no basta. Mientras en todas las naciones del planeta se realizan pronunciamientos por la liberación de los Cinco Héroes cubanos, presos en cárceles norteamericanas por luchar contra el terrorismo, el señor Barack cierra la puerta. Es lógico ese comportamiento. El señor Obama prometió un cambio en la relación con América Latina y, aunque “tiene” (derechos constitucionales de un presidente) la facultad legal para otorgar el perdón presidencial no lo ha hecho.

Sobre el señor presidente norteamericano cuelga un péndulo filoso y manipulado por la ultraderecha conservadora en los círculos de poder. Su parábola para evitar el compromiso de referirse al tema Cuba no pudo mantenerse por mucho tiempo. La Oficina Oval es el pozo donde se encuentra. No dudo de su inteligencia para evadir el cerco del bloqueo establecido por la absurda política norteamericana para con sus presidentes de turno. Tampoco pienso (en mi criterio) que desee hacerlo a cambio de perder el apoyo de quienes dominan uno de los estados de la Unión: la mafia cubano-americana en la Florida. Quizá, no sea así. Pero no dudo en afirmar que, el señor Barack Obama, se encuentra en el Circo político más peligroso del mundo. Solo basta recordar, aunque está época es diferente, los sucesos de Dallas.

Existe otro gobierno conformado por los círculos del poder en los Estados Unidos, deciden la política exterior del país y permanecen en la sombra, agazapados y con sus rostros ocultos por el silencio.