sábado, 29 de noviembre de 2014

El abrazo que puede salvar un mundo




Raúl San Miguel

Fotos tomada de Cubadebate

El sistema de justicia norteamericano ha dado muestras de tantas fisuras que se hace insostenible confiar en los procesos judiciales sin que las víctimas no dejen de serlo y los culpables se conviertan en victimarios.
Los ejemplos trascienden en los hechos como las recientes muertes de jóvenes negros a mano de la policía. Uno de ellos, el oficial que asesinó al adolescente  Michael Brown,  renunció al Departamento de Policía de Ferguson, casi cuatro días después de que ocurriera la confrontación que desembocó en violentas protestas en este suburbio de Saint Louis y por todo el país.
Según AP, el ex policía Darren Wilson gozaba de licencia administrativa desde que disparó el 9 de agosto. La decisión de abandonar el puesto fue anunciada por uno de sus abogados, el señor Neil Bruntrager, quien rechazó hacer más comentarios pero anticipó que daría más detalles posteriormente.
Medios de prensa norteamericanos aseguran que un  jurado de investigación pasó más de tres meses revisando las pruebas del caso antes de pronunciarse por no levantar cargos contra el señor Wilson, de 28 años, en noviembre.
El señor Wilson asegura tener la "conciencia" tranquila
Los investigadores tomaron en cuenta las declaraciones del señor Wilson cuando aseguró que temió por su vida, cuando el adolescente negro lo ¿golpeo? e intentó quitarle su arma reglamentaria. Por supuesto, el niño Brown está muerto. Su declaración es imposible, la justicia norteamericana, una vez más, no le alcanza para que descanse en paz.
Pero la prensa estadounidense puede lavar algunas culpas y publica que, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, continúa “una investigación por posible violación de derechos civiles y otra para analizar las prácticas de la policía de Ferguson”. Es evidente la búsqueda urgente del silencio, el equilibrio y la calma que no logró el señor presidente Barack Obama, cuando se dio a conocer el veredicto de no culpable al señor Wilson y, prácticamente, ofreció en su discurso a la nación, un indulto presidencial. Sellado el caso.

EL PUEBLO DE FERGUSON QUIERE Y RECLAMA JUSTICIA

Los reportes de AP destacan un comunicado del activista de derechos civiles Al Sharpton. “No queríamos el puesto de Wilson. Queríamos que se le hiciera justicia a Michael Brown”.
A pesar de que, en su criminal acción, el señor Wilson desató un debate a nivel nacional en torno a la raza y las prácticas de la policía y permanecer, durante varios meses, sin hacer presencia pública, expresó que tiene su conciencia tranquila porque “sé que hice bien mi trabajo”. Así lo declaró una que el jurado anunció la decisión y el victimario rompió el silencio, a través de una entrevista con la cadena ABC en que dijo que no podía haber hecho algo distinto en el encuentro con Brown.
Pero el otro gran jurado, el pueblo estadounidense, no aceptó tal falacia. Las protestas en las calles mostraron que la justicia (en ese país) debe sentir a dónde se inclina la balanza. Una foto de un niño abrazando a un policía durante una marcha celebrada en la ciudad de Portland, en el estado de Washington, en protesta contra la decisión de un gran jurado de Misuri de no imputar al señor Wilson por la muerte del joven Michael Brown, se volvió viral.
La instantánea, tomada por el fotógrafo Johnny Nguyen, ha sido compartida por miles de internautas en las redes sociales.
Reproduzco el reporte publicado y reproducido en el sitio digital Cubadebate.

En la foto se ve al sargento de policía Bret Barnum abrazando a Devonte Hart, quien no puede contener las lágrimas.

Al agente Barnum le ha correspondido este abrazo de un conciudadano.
Un gesto que de multiplicarse puede salvar el mundo.

Según explica desde California el periodista de BBC Mundo Jaime González, medios locales señalan que esta imagen contrasta con las escenas de violencia que se han vivido en las protestas que han tenido lugar por todo EE.UU. en los últimos días por la decisión de no procesar al agente Darren Wilson, quien mató a Michael Brown en la localidad de Ferguson el pasado agosto.
Al parecer, cuando se tomó esta foto Devonte Hart estaba manifestándose en Portland junto a su familia portando un cartel que decía "abrazos gratis".
El sargento Bret Barnum se le acercó y tras hablar con él y preguntarle por qué estaba llorando, señaló el letrero y le dijo: "¿Me darías uno de esos?".
Fue así como el fotógrafo Johnny Nguyen tomó la imagen del policía y el niño fundidos en un abrazo.
Cuando las protestas por el fallo que dejo libre a un policía blanco que mató a un adolescente negro en Ferguson parecían aquietarse con la llegada hoy del Día de Acción de Gracias, la difusión de un video amenaza con encender la furia nuevamente en los Estados Unidos.
Esta madrugada se conocieron las imágenes de la muerte de Tamir Rice, el chico afroamericano de 12 años que estaba con una pistola de juguete en Cleveland y que fue abatido por un agente tras recibir una llamada del 911 el sábado pasado.
El video, difundido por las autoridades a pedido de la familia del niño, muestra cómo el policía, Timothy Loehmann, blanco, de 26 años, disparó al chico segundos después de haber arribado al lugar tras la llamada de una persona que alertaba que había un adolescente negro que asustaba a la gente con una pistola que podía ser de juguete.
En el video se ve a Rice con el arma en la mano mientras caminaba por la vereda de un parque, hablaba por celular e incluso jugaba con la nieve. Detrás se ve al hombre que hizo el llamado al 911, sentado bajo un gazebo.
El hombre se fue y el chico se sentó bajo el gazebo cuando minutos después llegó el patrullero. El policía que arribó al lugar ordenó a Rice a poner las manos en alto en tres ocasiones (en el video no se escucha porque no tiene audio) y luego le disparó al pecho. Todo sucedió en segundos. El niño murió en el hospital al día siguiente.
En un comunicado que acercó a The Washington Post, la familia Rice señaló: “Creemos que se podría haber evitado y que Tamir podría estar aún con nosotros. El video muestra claramente una cosa: el policía reaccionó rápidamente”.
La difusión del video surge después de varias jornadas de protestas en Cleveland, Ohio, por la muerte del chico y también por el fallo que el lunes dejó libre al oficial Darren Wilson, que mató a un adolescente afroamericano desarmado, Michael Brown, una decisión que encendió las protestas en todo el país. Se critica fundamentalmente que las principales víctimas de la policía sean hombres de raza negra y que los agentes sean rápidamente liberados sin responsabilidad en los hechos.
“La difusión de este video no es un esfuerzo para tratar de explicar las acciones de una división de la policía o de un adolescente”, dijo el vice jefe de Policía Edward Tomba en una conferencia de prensa luego de que unas 200 personas bloquearan el tránsito en el centro de Cleveland. “Estamos honrando los deseos de la familia de revelar el video y con el espíritu de ser abiertos y justos con nuestra comunidad”.
La policía de Cleveland ha estado siendo investigada el año pasado por el Departamento de Justicia por acusaciones de exceso de violencia. El agente que le disparó, que trabaja en la fuerza de Cleveland desde marzo, está ahora de licencia. Comenzará una investigación que luego será sometida a un Gran Jurado, que deberá decidir si hay pruebas suficientes para inculparlo. En el caso de Ferguson, el oficial quedó libre de culpa y cargo.



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Semestre en el mar: Por el mar de las Antillas anda un sueño de papel



Raúl San Miguel

Fotos de Ladyirene Pérez (tomadas de Cubadebate)


Estás consciente de que te observan, mientras caminan y tratan de beberse todas las imágenes que capturan con sus cámaras fotográficas. Presiento que tienen la sensación de estar en otro planeta, mucho más lejano que cualquier galaxia, lo saben porque han atravesado el túnel y la vida se expande más allá del agujero negro que significa el bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos, contra una Isla vecina, de cuyo pueblo tienen referencias por los libros, la internet, pero nada tan contundente como vivir la realidad para quienes arribaron en el buque escuela Semestre en el Mar, un proyecto académico surgido en 1964, que permitió el primer contacto con la Universidad de la Habana, Cuba, en el año 1999, un paso en medio de las fuertes restricciones  basadas en la incoherente política de las distintas administraciones del gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
El lunes, 1 de diciembre, está previsto un tope amistoso de baloncesto entre equipos de Semestre en el Mar y de la Universidad de la Habana. Se había pactado que fuera entre varones, pero las muchachas enviaron un mensaje de protesta cuando el buque navegaba hacia La Habana. No serían excluidas.
El encuentro se producirá en el tabloncillo del campus Juan Abrahantes, de la Universidad de la Habana, un lugar donde el líder de la Revolución cubana, Fidel, practicara este deporte en cada ocasión que sus nuevas tareas al frente del gobierno revolucionario le permitían. Cuentan algunos de aquellos jóvenes, como el profesor Omelio Enrique Borroto Leal, Doctor en Ciencias Económicas, Ingeniero Agrónomo y Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba, de José Llanuza Gobel, dirigente deportivo (estuvo a cargo de la delegación cubana que participó en los X Juegos Centroamericanos y del Caribe, que tendrían lugar en San Juan, Puerto Rico) y la desaparecida (físicamente) colega Adelina Vázquez Ortega, al frente de la Agencia de Información Nacional (AIN), en su corresponsalía de La Habana, contaban anécdotas relacionadas con el Comandante en Jefe, quien aprovechaba esos momentos para mantener el imprescindible intercambio con los universitarios, muchos de ellos resultaron líderes estudiantiles que apoyaron el proceso de cambio y desarrollo económico y social de la Revolución, desde sus inicios.
La diferencia de este encuentro es la esperanza de compartir los conocimientos a través de un programa académico que posibilitará acreditar algunas de las asignaturas de estos jóvenes estudiantes de Ciencias Sociales (en su mayoría) y de otras carreras; a partir de conferencias magistrales que serán recibidas en sus jornadas de clases a bordo del Semestre en el Mar.
La Universidad de la Habana, mantiene esta relación de intercambio académico, en un programa de Semestre, que posibilita la inserción de futuros profesionales universitarios norteamericanos en varias de las facultades de la Alta Casa de Estudios.









 



 

Yo tengo un sueño…








Cuando:
“…lo hermoso nos cuesta la vida” (S.R)
La canción del elegido.

Raúl San Miguel

Texto basado e inspirado en la fotografía del boliviano Wilfredo Limachi



Foto de Wilfredo Limachi, publicada en el sitio Cubadebate


El ruido de las piedras bajo sus pies, en el camino, es perceptible a sus oídos, acostumbrados a escuchar la vida desde que despierta, incluso más allá del sueño en la madrugada. Valentina es como todas las mujeres que crecieron frente a la mirada del Illimani, desde el principio de los sueños que legaron nuestros ancestros. Su figura, recortada sobre el horizonte, fue el tesoro que descubrió su hijo Wilfredo Limachi. Tenía en sus manos mucho más que una fotografía. Las palabras de la progenitora tienen el efecto profundo de la voz del Iguazú, cuando llama a su hija Arco Iris, con sus hermosos cabellos fluyentes del río Paucerna, sobre la meseta Caparuch.
“¿Y ahora, de qué sirve que haya llegado, esa foto, a Europa, a Estados Unidos?”, preguntó Valentina, la madre de Limachi, según reprodujo el joven en su Facebook, días después de publicar la imagen (tomada en el mes de octubre). “¡Espere Madre!, yo no quiero lucro, eso no me entendió. Yo quiero que cambie su situación y la de todas las mujeres, y para ello, tengo un sueño que no le puedo contar ahora…”, respondió. “Sabes que en todo, siempre te voy a apoyar hijo…” Lo hizo como hacen las madres, con esa mirada de bondad y aprobación, en correspondencia con la enseñanza que ofreció a su hijo. No es como los que pretenden apropiarse de la fotografía con fines comerciales. Su Limachi se alza como el Illimani, en el orgullo de los bolivianos y bolivianas.
Comparto el sueño de Limachi, tanto como su frase evoca al de Martin Luther King Jr. (Premio Nobel de la Paz, en 1964), en el país donde otro grande de Latinoamérica y del mundo, el Comandante Ernesto Guevara de la Serna, el Che, cumplió su deseo de cambiar su existencia combatiendo por el sueño de millones y fue asesinado por fuerzas del ejército y un comando especial de la CIA, en una escuelita de la Higuera, en Bolivia, también en un mes de octubre, pero de 1967.
Deseo que la imagen tomada diga a millones, lo que exactamente, significa para muchos millones de mujeres en todo el mundo que están obligadas a  llevar sobre sí, el sacrificio de enfrentar cada día las diferencias que representa colocar en la mesa el sustento para sus hijos, la enorme carga de alimentar la vida de muchos millones de niños y niñas que no pueden ir a la escuela porque deben apoyar a sus padres con el trabajo, a millones de mujeres que como Valentina, sostienen sobre sus cuerpos el peso ardiente de las mismísimas entrañas de todos los montes que se alzan sobre la Pachamama.

Es una suerte poder compartirlo, el contenido de ese sueño en la inmensa fotografía de una mujer de  Nuestra América.