Raúl
San Miguel
Fotos
de Ladyirene Pérez (tomadas de Cubadebate)
Estás
consciente de que te observan, mientras caminan y tratan de beberse todas las
imágenes que capturan con sus cámaras fotográficas. Presiento que tienen la
sensación de estar en otro planeta, mucho más lejano que cualquier galaxia, lo saben
porque han atravesado el túnel y la vida se expande más allá del agujero negro
que significa el bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos, contra una
Isla vecina, de cuyo pueblo tienen referencias por los libros, la internet,
pero nada tan contundente como vivir la realidad para quienes arribaron en el
buque escuela Semestre en el Mar, un proyecto académico surgido en 1964, que
permitió el primer contacto con la Universidad de la Habana, Cuba, en el año
1999, un paso en medio de las fuertes restricciones basadas en la incoherente política de las
distintas administraciones del gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
El lunes,
1 de diciembre, está previsto un tope amistoso de baloncesto entre equipos de
Semestre en el Mar y de la Universidad de la Habana. Se había pactado que fuera
entre varones, pero las muchachas enviaron un mensaje de protesta cuando el
buque navegaba hacia La Habana. No serían excluidas.
El
encuentro se producirá en el tabloncillo del campus Juan Abrahantes, de la
Universidad de la Habana, un lugar donde el líder de la Revolución cubana,
Fidel, practicara este deporte en cada ocasión que sus nuevas tareas al frente
del gobierno revolucionario le permitían. Cuentan algunos de aquellos jóvenes,
como el profesor Omelio Enrique Borroto Leal, Doctor en Ciencias
Económicas, Ingeniero Agrónomo y Académico Titular de la Academia de Ciencias
de Cuba, de
José Llanuza Gobel, dirigente deportivo (estuvo a cargo de la delegación cubana
que participó en los X Juegos Centroamericanos y del Caribe, que tendrían lugar
en San Juan, Puerto Rico) y la desaparecida (físicamente) colega Adelina
Vázquez Ortega, al frente de la Agencia de Información Nacional (AIN), en su
corresponsalía de La Habana, contaban anécdotas relacionadas con el Comandante
en Jefe, quien aprovechaba esos momentos para mantener el imprescindible
intercambio con los universitarios, muchos de ellos resultaron líderes
estudiantiles que apoyaron el proceso de cambio y desarrollo económico y social
de la Revolución, desde sus inicios.
La
diferencia de este encuentro es la esperanza de compartir los conocimientos a
través de un programa académico que posibilitará acreditar algunas de las
asignaturas de estos jóvenes estudiantes de Ciencias Sociales (en su mayoría) y
de otras carreras; a partir de conferencias magistrales que serán recibidas en
sus jornadas de clases a bordo del Semestre en el Mar.
La
Universidad de la Habana, mantiene esta relación de intercambio académico, en
un programa de Semestre, que posibilita la inserción de futuros profesionales
universitarios norteamericanos en varias de las facultades de la Alta Casa de
Estudios.
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