sábado, 22 de noviembre de 2014

Días de radio




Raúl San Miguel

Foto de la Internet

De niño solía jugar en los alrededores y hasta en la propia entrada de Radio Marianao, entonces ubicada en la avenida 124, entre 41 y 43. Sabía que allí se producían algunos de los programas que escuchaba en las tardes de mi infancia después del regreso de la escuela. De esta etapa me obligaré a escribir para no olvidar los antecedentes de la circunstancia que me llevó a formar parte del equipo de Radio Cadena Habana -cuando estaba ubicada en la avenida 51 y calle 130, pero que jamás los marianenses la dejamos de llamar: Radio Marianao- y también de algunos momentos imprescindibles en los cuales aprendí (en mis primeros pasos como periodista) secretos de la dirección y realización radial que fueron valorados por el realizador Armando Zaldívar, una autoridad entre los profesionales de la Radio Cubana, y me llamase “hombre-radio”, una especie de categorización no oficial y mucho menos académica, al definir la versatilidad alcanzada por quien llega a dominar este medio de prensa.
Sin embargo, el hecho que me ha motivado a plasmar tan singular compromiso en mi blog, tiene que ver con el logotipo que durante años ha identificado a Radio Cadena Habana y que fue escogido como ganador de un concurso realizado por la dirección de la emisora hace más de 20 años.
De modo que escribiré sobre esos momentos que me tocó vivir, en los principios de los noventa, en la emisora que inició sus transmisiones el 11 de noviembre de 1940. Un lugar con mucha historia y sobre todo porque fue donde, un grupo de revolucionarios, grabó en una operación clandestina, realmente temeraria, el himno del Movimiento 26 de Julio, el 15 de febrero de 1957.  Y quizá, también, porque tal pretexto me permita contar algunas historias de ese barrio que recorrí, en aquellas caminatas hasta los antiguos casinos de la playa, mientras nos dábamos un chapuzón intermedio en las aguas de El Laguito, cerca de donde se encuentra hoy el Palacio de Convenciones de La Habana. 
Comienzo este periplo por la motivación: el logo que diseñé y que aún representa -con ligeras modificaciones, como la partitura musical, a esta reconocida radioemisora de la capital cubana.
Espero divertirme y tal vez, contribuir a que otros recuerden anécdotas como la estampida provocada por la elefanta Tana, cuando puso en vilo a quienes asistíamos a una función de circo en el Anfiteatro, o las relacionadas con personajes tan populares que se han quedado en la memoria para todos los tiempos. 

En la imagen el monumento a José Martí, en la avenida 124, a unos metros del lugar donde se encontraba Radio Marianao. La foto pudo ser tomada desde el sitio ocupado por la emisora.





“Todo va a salir bien”






“Giró en sentido contrario
y se esparció como nube
sobre una enorme luz”.
RSM.




Raúl San Miguel

Fotos de la Internet

La frase del médico cubano Félix Baez Sarría –por vía telefónica desde un hospital en Ginebra-, me impactó por conocida. “No te preocupes, me siento bien. Todo va a salir bien”, dijo a su esposa Vania Ferrer, médico internista al igual que su esposo de 43 años.
Báez, quien forma parte de la brigada médica cubana que atiende enfermos de ébola en Sierra Leona, fue contagiado en ese país y trasladado al Hospital Universitario de Ginebra, donde está siendo tratado con el fármaco experimental Zmapp, que ha dado buenos resultados con otros pacientes.
Los médicos que lo atienden aseguran que “su estado de salud se mantiene estable, pero es preocupante”. El paciente se encuentra en una habitación especial situada en un sector aislado del resto del hospital.
El jefe del Servicio de Cuidados Intensivos del hospital, Jerome Pugin, indicó que, si su estado se agrava, se introduciría un tratamiento con suero sanguíneo obtenido de pacientes que han logrado superar el virus y han creado anticuerpos.
En un comunicado, el hospital insistió en que está tomando todas las medidas para atender a este paciente y garantizar al tiempo “la seguridad del conjunto de pacientes y de profesionales” que trabajan en el centro.
Cuando se confirmó el contagio del doctor Báez, la OMS contactó con varios gobiernos para ver cuál podía recibirlo y Suiza fue el primer país que se ofreció, según confirmaron las autoridades de salud helvéticas.
Esta es parte de la breve información de carácter “reservada”, desde el punto de vista médico y entiendo que sea así y la forma en que trasciende, con sumo cuidado a la prensa. Sin embargo, la frase del doctor Baez, es más que una esperanza, es la disposición a colaborar con las fuerzas de su propia anatomía y el apoyo de un estado psíquico adecuado para que su cerebro contribuya a garantizar la efectividad de los medicamentos y combatir la enfermedad que adquirió, mientras realizaba la labor de salvar a miles. Su ejemplo altruista, resulta una esperanza de vida para millones de seres humanos en todo el mundo.
Por supuesto que todo va a salir bien.