jueves, 9 de septiembre de 2010

El lado oscuro de la “justicia” norteamericana


"En la grandeza de la patria y de sus hijos, no es mentira decir que se siente crecer el corazón".
José Martí

Caso de los Cinco

Nuevamente el prisionero antiterrorista Gerardo Hernández Nordelo es confinado a una celda en la que apenas tiene espacio para moverse. Este joven cubano carga sobre sí el odio de los círculos ultraderechistas en el gobierno de los Estados Unidos que se manifiestan en el contubernio con la mafia cubano-americana, considerada el brazo derecho de Washington en su guerra encubierta contra Cuba.
Solo unas líneas basta escribir para denunciar esta nueva felonía. El proceso judicial (en Miami) contra este y otros cuatro jóvenes cubanos ha sido silenciado por la “gran prensa” norteamericana. La nueva administración no ha mostrado interés por dar solución a este caso que mancha y crea un precedente histórico en relación con la justicia estadounidense. El propio señor presidente, Barack Obama, lo dejó claro desde su asunción al poder. Nada se propone siquiera para evitar este crimen que se comete contra los Cinco compatriotas.
Pero la verdad no podrá ser mucho tiempo encerrada, ni escondida. El precio que debe pagar un hombre que defiende a su país de los ataques terroristas con apoyo de una potencia extranjera ha sido expuesto por el gobierno de los Estados Unidos. No se trata de un caso aislado. El nombre de Cuba está escrito en la sentencia. Es a Cuba a quien condenan, es al pueblo de Cuba a quienes pretenden torturar con el encierro de estos valerosos hijos.

En la foto aparece Gerardo junto a Adriana, la esposa y compañera, que también sufre la infame separación y a la cual le es impedida la visita a los Estados Unidos. Una historia de amor que no podrá ser destruida ni por el odio, ni la distancia.

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