jueves, 11 de noviembre de 2010

Deudas de la Cosa Nostra

(LOS HEREDEROS)

En el paréntesis el título para esta reedición del artículo. No he querido, como en los anteriores, sustituir una sola palabra. Solo un amplio y necesario paréntesis que actualiza datos imprescindibles a tener en cuenta. Los nombres de algunos de los personajes que representan la administración y la política exterior norteamericana, en particular hacia Cuba, han cambiado. Me refiero al presidente de los Estados Unidos y el de otros que aparecen. La USAID mantiene es una herramienta también utilizada en la guerra no declarada por Washington contra la Revolución cubana desde hace más de medio siglo, me refiero a los tiempos de la lucha del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra y los intentos por eliminar al líder histórico de la Revolución, Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz.
No obstante, el principio es el mismo, el propósito de la Casa Blanca: eliminar el ejemplo que representa Cuba, por su soberanía e independencia para el mundo. De ahí la extraterritorialidad de sus “leyes” Helms-Burton y Torricelly. Sin embargo, los vínculos con la mafia cubano-americana, representada por la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) y la presencia de los Congresistas: Lincoln Díaz-Balart e Ileana Ross, representa la oportunidad de un presidente de los Estados Unidos (o aspirante) a ocupar la Casa Blanca, a partir de los votos alcanzados en el estado de la Florida. Todas las administraciones estadounidenses heredan la continuidad de esta guerra genocida y silenciosa contra Cuba. Las cifras en pérdidas monetarias superan los 750 000 millones de dólares en estos 50 años. La posibilidad de Cuba para enfrentar esta situación en medio de las anteriores y actual crisis económica internacional se basa en la unidad de su pueblo bajo la orientación del Partido Comunista. Es la realidad. Vivir en la Mayor de las Antillas, resulta un acto heróico de todos los días, pero también un orgullo de quienes somos capaces de sobrevivir y enfrentar al imperio por defender los valores más importantes para los cubanos: La Patria, la independencia y la soberanía.

Raúl San Miguel

Foto: Tomada de la Internet
[29.01.2004, fecha en que fuera publicado en el habanero digital)

Siete millones del presupuesto fiscal de los Estados Unidos entrarán en los bolsillos de quienes integran la "Comisión de Ayuda a una Cuba Libre". Sin embargo, hasta la fecha, el financiamiento para recrudecer el bloqueo parece no ser suficiente, según las declaraciones del señor Colin Powell, previas a la campaña electoral del presidente Bush, por la Casa Blanca.
El señor Powell ratifica que el informe se corresponde con una "deuda de gratitud" del presidente George W. Bush con la mafia radicada en el estado de Florida. Y es lógico no solo porque el mandatario estadounidense resultó electo por la decisión de un tribunal, sino porque recibiría un importante número de votos (comprados) y mucho dinero de la contrarrevolución radicada fundamentalmente en ese Estado, como le fuera recordado, hace algún tiempo, por los congresistas Diaz-Balart e Ileana Ross.



Informaciones —relacionadas con el tema— adelantan que, hasta la fecha, la "ayuda" ya supera los 28 millones; pero no han sido suficientes para derrocar a la Revolución cubana e iniciar una denominada "transición democrática" y reorientar la infraestructura económica, social, vivienda, salud, educación y seguridad alimenticia.
En medio de la paranoia semielectoral, el secretario adjunto para Latinoamérica, Roger Noriega, afirmó que "Fidel Castro no vivirá para siempre" y con desfachatez calificó el informe de Powell como parte de un "plan de trabajo" para acelerar el proceso de cambios en la Isla.
La Comisión es apuntalada por expertos y funcionarios que representan a diferentes agencias y departamentos del Gobierno Federal. Por supuesto, algunas encubiertas y otras no tanto como la CIA y otros servicios de inteligencia del Pentágono.
Como si fuera poco, el administrador de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID, siglas en inglés), Andrew Natsios, agregó que el enfoque de la estrategia norteamericana es "salvar vidas y reducir el sufrimiento humano", a través de programas de rehabilitación social.
De la USAID salen parte de todos los millones de dólares para los proyectos de transición en Cuba. Por tanto, el administrador adjunto de esta agencia (para América Latina y el Caribe), Adolfo Franco, asegura que la meta es "prepararnos bien y tener las herramientas necesarias para ayudar" a la disidencia dentro de Cuba e, incluso, restringir no solo el derecho de viajes de cubanos radicados en la Unión, sino a los propios estadounidenses.
Resulta verdaderamente ridículo considerar el informe de Powell como un documento serio, incluso, creer que el actual Gobierno de los Estados Unidos pudiera establecer un programa educacional destinado a resolver los tremendos problemas de sus propias escuelas, donde los estudiantes pueden ser víctimas o victimarios de acciones violentas en cualesquiera de los estados. Por no hablar del sistema de salud y la seguridad social.
Sin embargo, la frase "deuda de gratitud", dicha por el Secretario de Estado, tiene más lógica cuando se definen las relaciones del presidente Bush con los influyentes personajes de la mafia cubano-americana. Sobre todo porque el informe resulta como un bocadillo para estimular el apoyo al voto durante la próxima campaña electoral.
Baste recordar las amenazas proferidas, el pasado mes de mayo (se refiere a los meses del año 2003, situación que apenas ha cambiado en la actualidad en cuanto a la posición debido a la moratoria de servicio asumida por el actual presidente Barack Obama, cuando le pidió a la congresista Ilena Ross, trabajar en conjunto. Recuerdo, que en ese momento, la Ross aceptó con el acuerdo de mantener la posición exigida con respecto a Cuba. En este sentido, el señor Barack, a pesar de sus anuncios de "cambios" ha accedido al aplicar más rigurosidad a las sanciones a las empresas que comercien con Cuba y recrudecer el bloqueo impuesto desde 1962 a la Isla), por los congresistas Ileana Ross y Lincoln Díaz-Balart cuando esperaban un discurso fuerte, donde el señor Bush anunciaría un paquete de medidas adicionales para reforzar el bloqueo contra Cuba y condicionar el terreno a futuros ataques, como el frustrado en las Naciones Unidas (ONU) por el apoyo de 179 naciones a una Resolución cubana contra el bloqueo impuesto hace más de cuatro décadas por el Gobierno de la Casa Blanca.
En realidad el anuncio forma parte de una campaña pública gubernamental destinada a fortalecer la imagen del Presidente y su posibilidad de reelección. No importa a qué precio. No importa que la cifra de muertos estadounidenses en Iraq ascienda a más de 500, se multipliquen los heridos, aumente el costo diario de esa guerra de rapiña o el Presidente solicite una cifra multimillonaria para conquistar la Luna, Marte y más allá. No importa si se miente con descaro sobre Cuba. Se trata de un negocio más en la política del gobierno norteamericano.
Con sus ínfulas de Emperador, el mandatario de la Casa Blanca posee la personalidad indicada para ser manipulado de forma tenebrosa e irresponsable. Eso lo saben bien quienes se empeñan en ofrecer una imagen distorsionada sobre la realidad de Cuba. De ahí la manipulada "deuda de gratitud".

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