jueves, 24 de marzo de 2011

El principio del fin



Raúl San Miguel

Fotos: Samuel Ponce

Hoy me ha ocurrido algo que me hizo recordar, especialmente, a mi padre. Regresaba de un extenuante viaje a la capital y pensaba en responder a un amigo: el profesor y compositor de música contemporánea Adriano Galliussi, con el cual comencé a escribir la novela: Demetrio y el Fausto.

Mientras el ómnibus hacia el recorrido habitual de regreso, observé los detalles del paisaje en los cuales encontraba suficiente referencia de imágenes retenidas como si fueran fotografías a las cuales vuelvo una y otra vez. Pero sobre todo pensaba, de manera recurrente en los consejos de mi padre: “si alguna vez olvidas hacia dónde vas, entonces debes recordar de dónde vienes.” Se apoyaba, como casi toda su sabiduría, en proverbios de origen africano y los transmitía como legados para nuestra memoria.

¿Había olvidado mi compromiso con Adriano? No, no lo había olvidado, pero reconozco que mi vida había dado un brusco cambio, como si cayese en una especie de dimensión en la cual he podido descubrir quién realmente soy y donde, aún me encuentro.

Es por eso que determiné revisar los folios impresos y terminé escribiendo el final de lo que se inició como un propósito a través del cual pude conocer a la persona inspiradora: el compositor cubano Lois Aguirre, quien reside en Dinamarca. Quizá una de las mayores motivaciones fue el encontrar una entrevista que le hicieran en relación con su obra y el comienzo del fin de nuestra novela.

De esta manera he concluido lo que nos llevó dos años y tres meses de largas horas de trabajo. Espero que en la última revisión que realice junto a Adriano, no ponga objeciones.

Terminado este capítulo y encontrado el fin, he comprendido hacia dónde voy. Deseo, alegremente, compartir con ustedes esta entrevista realizada a Lois Aguirre, uno de los más grandes compositores contemporáneos de Cuba. Primero, le dejaré que se presente, de la manera más criolla, de la misma forma en que nos despedimos en noviembre del pasado año, mientras se veía corretear, en su infancia, en el lobby del Hotel Havana-Libre.

Por supuesto, no se trata de una entrevista para publicar en un periódico, formaba parte de los tantos encuentros y entrevistas realizados para encontrar un perfil del personaje de nuestra novela. Era, hasta este momento, inédita.

Raúl,,, me alegra mucho que te hayas reido con mis disparates.,,, y los avatares del Adriano en el polo norte....jajajaj...por lo demás, hay que tener paciencia (…) hay siempre una salida de todo túnel...y si no, se cava con las manos...
Mis respuestas son escuetas cuando estoy poco inspirado...te he escrito algunas más aquí, y te mandaré una entrevista que me hizo una musicóloga para un ensayo que se publicó en Ecuador, en la universidad de allá, sobre mi música...las respuestas son duras!!! Pero a ti te serán útiles...

En tu primera entrevista declaraste que lo más importante es tu música, la necesidad de componer y tus dioses (me refiero a los orischas de origen africano o de la religión Yorubá que profesa). ¿Puede fundamentarlo?

_ Mira, la vida con un don pero sin un objetivo, sin un destino consciente, es hueca y nula. Siempre tuve la música como algo sagrado, mágico, pero fue sólo cuando encontré los orishas que me di cuenta de verdad de cuál era mi destino. Componer a la gloria de ellos, llevarlos al plano más culto y exquisito del arte, no desde el punto de vista folklórico de siempre, sino desde la más exquisita élite y la mayor intelectualidad y sabiduría universal.

En tu obra se percibe un fuerte aliento de la percusión y los nombres de deidades yorubas. ¿Por qué?


_ Creo que mi destino es la adoración a los orishas a través de mi música....la percusión es algo que salió sólo, por su propio peso...algo que tenía dentro y que se ha vuelto tan natural como tomar agua...

En la foto junto a Karolina Leedo



¿Cómo se puede entender tu búsqueda de la perfección en los clásicos europeos y, sin embargo, de alguna manera es evidente cierto mestizaje a partir de las convergencias de legados culturales procedentes de mundos con códigos musicales opuestos?

_ Una cosa no contradice la otra...al contrario la diversidad y la globalidad planetaria de mi arte la hace precisamente más rica y más grande... La creación no es más la aldea local, o la visión del siglo XIX de las nacionalidades, de los nacionalismos, de esas tonterías. La creación hoy día es planetaria!!! es global, y en un futuro será galáctica, no sé de qué forma pero los creadores buscarán la manera de integrar las cosas que experimenten en sus viajes al espacio...ya verás...por esto, la perfección está en integrar ese gran ajiaco que es el mundo, " vengo de todas partes y hacia todas partes voy" (decía nuestro José Martí) ...todos los elementos de culturas (en el mundo) que sienta afines a mi personalidad están, y estarán en mi obra...esa es la verdadera perfección...la amplitud y la apertura mentales e intelectuales...no el apego a la aldea o a conceptos de nacionalismos o puritanismos...el mundo por suerte es muy amplio y bastante diverso...es por eso que en mi paleta sonora hay las exquisiteces occidentales, las africanas, las hindúes y las japonesas...

¿Puede describir lo que siente en el momento que evoca a sus dioses. Lo que siente en el momento que la música viene a sus sentidos?

_ Creo que estas preguntas van juntas... ¿te imaginas lo que sintieron aquellos primeros navegantes que llegaron al nuevo mundo… o la gente que vuela al espacio... que se aventuraron a algo desconocido, y que no sabían sus consecuencias? algo así...es una sensación mágica, de aventura, de riesgo ante lo desconocido, pero un riesgo que vale toda una vida vivirlo, correrlo, sentirlo....componer es un estado de trance, de posesión...es allí donde verdaderamente encuentro la voz de los orishas, donde único los escucho con claridad.......

Un abrazo

L.

Desde el 2002, no se había interpretado su música, después que concluyera su labor en los Festivales de Música Contemporánea que organizó, junto a Adriano Galliussi en Camaguey, Cuba. Sin embargo, el pasado año 2010, se interpretó Yemayá, una de us mejores obras por el excelente acordionista danés, Adam Ørvad, quien llevó un programa completo de obras danesas, al Festival de Música Contemporánea organizado en La Habana. Esa vez, también tuve una ocasión interesante al servir de presentador y traductor de Adam Ørvad. Un momento en que subí al escenario para acompañar a un nuevo amigo en su comunicación verbal con el público cubano.

En la foto Adam Ørvad




Este año tuve el raro privilegio de entrevistar a Karolina Leedo, la flautista estoniana que caminó descalza y bajo la lluvia por las calles coloniales de la Ciudad de la Habana, junto al pianista Adriano Ambrocini y otros invitados al Festival que tuvo su inicio en la ciudad oriental cubana: Holguín. De alguna forma todos están en el final de este capítulo.

En la foto Adriano Ambrocini


Lois Aguirre, es miembro de la sociedad de compositores daneses, y de la junta directiva de la sociedad de música contemporánea de Nordjylland.

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