sábado, 5 de marzo de 2011

Imágenes que dejan huellas en la memoria y la declaración de Matt Damon




Raúl San Miguel

Fotos: Tomadas de la Internet

En momentos que los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN y en el Oriente Medio se preparan para una escalada de presiones (que no excluye la presencia de sus tropas) contra Libia, vienen a mi mente dos imágenes de las tantas atrocidades cometidas por las hordas imperiales en todos los tiempos.

Me refiero a la niña vietnamita que corre, desnuda, su cuerpo cubierto por el napalm que arrojaron las bombas de los aviones yanquis. Entonces era yo, también un niño, y esa imagen marcó esa infancia protegida entre los que tuvimos la suerte de nacer en Cuba, después del triunfo del Ejército Rebelde en enero de 1959. La otra imagen me arrancó algo dentro: se trata del padre que carga los restos destrozados de otra niña, también muerta por la metralla del armamento de los aviones yanquis.







Tanto horror me hace sentir la necesidad de escribir estos artículos. Tanto crimen no me deja tranquilo siempre que pueda alertar de los peligros que ciernen sobre la humanidad por las guerras imperiales.

Escribo, estas líneas, después de comprobar en las estadísticas de mi blog apuntan hacia un trabajo titulado: “Las navidades y el desafío al silencio”, publicado el 23 de diciembre de 2010. No imaginé que trascendiera hasta colocarse entre los más leídos. Quizá, porque se corresponde con la posición asumida por quienes vieron en el presidente Barack Obama, un “cambio” en la política exterior de los Estados Unidos y (como prometió el señor Obama) menos recursos para continuar las guerras de rapiña, retiro de las tropas en Iraq y Afganistán, reducción de las armas ofensivas y toda una serie de promesas que no serán cumplidas jamás.

En una entrevista publicada, recientemente, el actor norteamericano Matt Damon expresó sin titubeos su frustración con la administración de Barack Obama. No sorprende esta posición. Ni siquiera el propio actor, podía imaginar que cambiaría de parecer después que fuera un intenso activista, durante la campaña presidencial de 2008, para llevar al señor Barack a la presidencia. Incluso, lo promovía mediante videos y actividades de recaudación de fondos. Hoy, ya no siente el mismo entusiasmo respecto a Obama. Al preguntarle si estaba contento con la forma en la que el presidente estaba dirigiendo a la nación, la respuesta de Damon sin titubear fue “No”.

“Honestamente creo que ha malinterpretado su mandato. Un amigo me dijo algo el otro día algo que me parece una cosa genial, ‘ya no espero audacia’”, dijo Damon. “Se ha plegado en un montón de cosas. Por ejemplo, en la educación… La idea de que estemos evaluando a los muchachos y de acuerdo con los resultados valoramos los salarios de los maestros, ese tipo de mercantilismo no tiene nada que ver con principios elevados. Eso es competencia, no es educación.”, expresó al referirse a la posición asumida por el señor Barack quien recientemente visitó la Florida para tratar el asunto de las escuelas, pero sin atender a los reclamos de los que piden resolver los problemas que enfrentan los maestros que pudieran quedar sin empleo.

Pero no es la única cuenta pendiente. En su transición en la actual administración norteamericana, Barack rehúye el desafío que representa cerrar las cárceles donde se encuentran numerosos prisioneros, arbitrariamente secuestrados de las zonas de conflicto bélico creadas por la propia invasión imperial norteamericana.

Según un reporte publicado por Cubadebate, a finales de 2010 el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, declaró que la prisión en la base americana de Guantánamo no será cerrada en un futuro cercano. Argumentó problemas de carácter jurídico y legislativo que impiden transportar y mantener después a los presos.
Muchos de los detenidos nunca han sido juzgados. En 2009 el exjefe de la cancillería del primer secretario estatal de la Administración de George Bush, Colin Powell, declaró que la mayoría de los presos de Guantánamo son “gente absolutamente inocente”.

“Si Guantánamo no cierra ahora, tememos que nunca cierre. Tememos que permanezca como un trágico y criminal monumento a la incapacidad del hombre de hacer lo correcto en los momentos críticos”, dijo Frida Berrigan, de la organización Testigos Contra la Tortura, declaraciones que recogió la agencia EFE en el noveno aniversario de esta cárcel el 12 de enero de 2010.

EEUU usurpa ilegalmente la base de Guantánamo en Cuba desde 1903. Funciona como una cárcel para los presos especialmente peligrosos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, con el mandato de George W. Bush. Desde 2002 permanecen, en su mayoría, participantes de la organización Al Qaeda y el movimiento Talibán detenidos durante las operaciones en Afganistán e Iraq, un total de 770 extranjeros. Ahora quedan 170 en Guantánamo.

Otros tantos permanecen ocultos en diferentes bases estadounidenses diseminadas por toda Europa, muchos en las bodegas de barcos-prisiones. Nadie sabrá nunca de ellos.

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