lunes, 14 de marzo de 2011

La edad del hambre



Raúl San Miguel

Fotos: Tomadas de la Internet

“La tercera mayor economía del mundo está tratando de responder a un desastre de proporciones épicas, que ha dejado a más de un millón de personas sin agua ni electricidad y ha visto cómo varias localidades quedaban borradas del mapa”. Así describe uno de los cientos de despachos periodísticos relacionados con el terremoto en Japón. Incluso, más:
"El terremoto, el tsunami y el incidente nuclear han sido la mayor crisis a la que se ha enfrentado Japón en los 65 años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial", dijo un sombrío primer ministro, Naoto Kan, en una conferencia de prensa.

Mientras hablaba, los expertos trabajaban desesperadamente para evitar que se recalentaran las barras de combustible en los reactores afectados después de que se expulsara al aire una cantidad de radiación controlada para reducir la presión. Dijo que existía el riesgo de que explotara un edificio en el que se encuentra un segundo reactor nuclear, después de que el techo volara por un estallido el sábado en el complejo, a 240 kilómetros al norte de Tokio.

El temor de los especialistas es que si las barras de combustible no se enfrían podrían derretir el contenedor que alberga el núcleo, o incluso explotar, lanzando material radiactivo al aire. Por su parte, el gobierno de Francia recomendó a sus ciudadanos que abandonaran la región de Tokio, citando riesgos a más terremotos y la incertidumbre sobre las plantas nucleares.

Con pesar, de las cifras conservadoras relacionadas con las víctimas, el canal de televisión NHK, citando a un responsable policial, dijo que más de 10.000 personas podrían haber muerto a causa de la ola gigante provocada por el terremoto del viernes de magnitud 8,9, que redujo localidades enteras a escombros. Casi dos millones de hogares carecían de electricidad en el gélido norte, dijeron medios locales, y 1,4 millones estaban sin agua corriente.

La agencia de noticias Kyodo dijo que unas 300.000 personas fueron evacuadas en todo el país, muchas de ellas buscando refugio envueltas en mantas, algunas abrazándose y llorando. A esta situación se agrega el peligro nuclear en el único país que ha sufrido del bombardeo atómico (Hiroshima y Nagasaki) lanzado por aviones norteamericanos al final de la Segunda Guerra Mundial y aún sufre las consecuencias de las malformaciones genéticas en varias generaciones de ciudadanos afectados por el ataque norteamericano hasta la fecha.

Para evitar mayores consecuencias, las autoridades establecieron un perímetro de seguridad de 20 kilómetros alrededor de la planta de Fukushima Daiichi y de unos 10 kilómetros en torno a otra instalación nuclear cercana. Mientras alrededor de 140.000 personas fueron evacuadas del área, mientras las autoridades se preparaban para distribuir yodo para proteger a la gente de una exposición radioactiva.

La situación, provocada por el sismo, es el peor desastre nuclear que sufre el planeta desde Chernóbil en 1986. Por supuesto, algunos consideran las fisuras, provocadas en las plantas nucleares niponas, como una muestra de que las autoridades estaban mal preparadas para un terremoto tan potente y para la amenaza que podría suponer a la industria nuclear del país.

POSIBLE EXPLOSION

En la foto la planta nuclear de Fujishima


El jefe de gabinete, Yukio Edano, dijo que podría haber una fusión parcial de las barras de combustible en el reactor número 1 de la planta de Fukushima, donde (los ingenieros) estaban bombeando agua marina para tratar de evitar que ocurriera lo mismo en el reactor número 3, dijo, en un aparente reconocimiento de que se había actuado con demasiada lentitud el sábado.

Para evitar un mayor caos el operador de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), dijo que no presentaba problemas inusuales porque el reactor número 3 usa un combustible de mezcla de óxidos que contiene plutonio. No obstante, y consultado sobre si las barras de combustible se estaban derritiendo parcialmente en el reactor número 1, Edano dijo: "Existe esa posibilidad. No podemos confirmarlo porque es en el reactor. Pero estamos tratándolo bajo esa suposición".

La agencia de noticias Jiji informó de que en la planta de Fukushima, TEPCO se preparaba para inyectar agua marina al reactor número 2, para evitar una fusión. Ya estaba realizando esa tarea en los otros dos reactores de la instalación, ya que los sistemas de enfriamiento de la planta fueron dañados por el terremoto.

TEPCO dijo que los niveles de radiación en torno a la planta habían subido por encima de los límites de seguridad, pero eso no significaba una "amenaza inmediata" a la salud humana. El primer ministro japonés dijo que el problema nuclear era "fundamentalmente diferente" a la catástrofe de Chernóbil, informó la agencia Jiji.
"Se ha liberado radiación al aire, pero no hay información de que haya sido una gran cantidad. Esto es fundamentalmente diferente del accidente de Chernóbil", dijo Kan, citado por Jiji. A esta afirmación el especialista, Edano, aseguró que existía el riesgo de una explosión en el edificio que contiene el reactor número 3, pero que era poco probable que afectara al contenedor del núcleo.




El viento continuaba soplando desde el sur, lo que podría afectar a los residentes al norte de la instalación, dijo un responsable de la Agencia Meteorológica japonesa. Miles de personas pasaron otra noche gélida junto a calefactores en refugios de emergencia en la costa noreste del país, escenario de devastación tras el terremoto que generó un tsunami con olas de 10 metros de altura que destruyó pueblos y ciudades.

En una de las áreas más afectadas, Rikuzentakata, una ciudad cercana a la costa, más de 1.000 personas se refugiaron en una escuela en una colina. En las paredes había listas con los nombres de los supervivientes. Algunas personas se paraban delante de las listas llorando.

Kyodo informó que no había habido contacto con alrededor de 10.000 personas en una pequeña ciudad, más de la mitad de su población. Un responsable japonés dijo que había 190 personas dentro de un radio de 10 kilómetros de la planta nuclear cuando subieron los niveles de radiación, y se confirmó que 22 personas sufrieron contaminación.

Trabajadores con trajes aislantes revisaban a las personas que llegaban a los centros de evacuación por si hubieran sufrido exposición radioactiva. Un responsable de la agencia dijo que ha calificado el incidente de la planta nuclear de TEPCO en un 4 en la Escala de Sucesos Nucleares y Radiológico Internacional (INES, por su sigla en inglés).

El desastre de 1979 en Three Mile Island fue calificado con un 5, mientras que el de Chernóbil en 1986 con un 7 en la escala de 1 al 7, agregó el responsable. El terremoto fue el quinto más potente registrado en 100 años. Superó al seísmo de Kanto del 1 de septiembre de 1923, que fue de una magnitud de 7,9 y causó la muerte de más de 140.000 personas en el área de Tokio.

El sismo de Kobe de 1995 causó 6.000 muertos y 100.000 millones de dólares en daños, el desastre natural más caro de la historia. El perjuicio económico del tsunami de 2004 en el océano Indico fue estimado en unos 10.000 millones. En medio de tal desastre, la compañía AIR Worldwide saca sus cuentas en pérdidas por transporte y aseguró que ascendían entre 14.500 y 34.600 millones de dólares.

Dos explosiones se produjeron este lunes a nivel del reactor tres de la central nuclear Fukushima 1, accidentado por el sismo y el tsunami del viernes en el noreste de japón, indicó el operador, Tokyo Electric Power Co. (Tepco).

SE CUMPLEN PREDICCIONES DE EXPLOSIÓN NUCLEAR

Este lunes se reportó una explosión nuclear en el reactor número 3 de Fukushima. La explosión causó siete desaparecidos y tres heridos, según afirma la compañía propietaria de la planta nuclear, que también dijo que el reactor ha quedado intacto, y no se han producido fugas radioactivas. El portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, afirma que existe la posibilidad de que se hayan producido importantes fugas de radiactividad.

Por ello, según la agencia Kyodo, las autoridades han pedido a 600 residentes que no habían sido evacuados en un perímetro de 20 kilómetros alrededor del recinto que no salgan de sus casas hasta nueva orden.

Fukushima I entra así en su tercer día de emergencia nuclear con graves problemas en dos de sus reactores por un fallo en el sistema de refrigeración y el temor a que haya empezado la fusión del núcleo.

Poco antes de la explosión en el reactor tres, el primer ministro japonés, Naoto Kan, admitía que esta planta sigue en un estado “alarmante”, tras detectarse una nueva subida en los niveles de radiación por encima de los límites de seguridad (751,2 microsievert por hora, cuando lo normal son 500), el primer ministro
Mientras se trabaja para atajar el sobrecalentamiento de los reactores, las autoridades luchan para que las cámaras de contención resistan la presión y los efectos de la nueva explosión para evitar una fuga descontrolada de radiactividad como sucedió en Chernóbil en 1986.

NUEVA ALERTA DE TSUNAMI

Una alerta fue lanzada de llegada inminente de un tsunami de tres metros a las costas del noreste de Japón, anunció este lunes la prensa. Unas horas más tarde, las autoridades descartaron esta posibilidad.

La televisión pública NHK había dicho que la ola se esperaba en un plazo de 15 minutos en las costas de la prefectura de Fukushima. El nivel del mar bajó cinco metros, señal que confirmaba la llegada inminente del maremoto, indicó NHK. Las autoridades de la prefectura de Aomori pidieron a los 12.859 habitantes del puerto de Hachinohe que evacuen la ciudad en previsión del tsunami.

La situación en Japón advierte que el mundo comienza una de las etapas más difíciles en la existencia humana: La edad del hambre, un período que ha sido precedido por situaciones extremas como las guerras, la continuas situaciones provocadas por la tala indiscriminada de árboles, la extracción de importantes volúmenes de combustible fósil, entre otros, que han generado un desequilibrio tangible en el planeta.

Millones de personas precisan, ahora, de los elementos más importantes para la supervivencia: agua y alimentos. El Japón, considerada la tercera economía del planeta, ha sufrido el embate siniestro de la naturaleza como le ocurriera a Haití.
En casi todos los foros relacionados con la economía mundial y el clima, le escuché decir al líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, que los grandes desafíos que enfrentaba el planeta, precisaba de la voluntad de los gobiernos. El mundo requería de esfuerzos mayores para evitar los fenómenos que se producirían debido a la acción del hombre. Advertía de las millonarias pérdidas en toneladas de alimentos considerados para la fabricación de combustible, del egoísmo de los países ricos y de las consecuencias de los desastres naturales para cualquier región del mundo, sin excepción. No se trataba de una profecía, sino del análisis consecuente y profundo de la manera en que nos aproximamos, aceleradamente, a la Edad del hambre.

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