Noticias de vida y muerte

Raúl San Miguel

Foto: Tomada de la Internet

Anoche, en el noticiero estelar de la Televisión Cubana escuché la voz de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Hacía referencia a una medida del gobierno para aumentar las opciones de trabajo y coordinar un mejor futuro para la educación de los niños en su país. Sus palabras fueron una referencia para escribir estas cortas líneas. Pensaba en los reportes que llegaron a mis manos y en los cuales se demuestra una realidad diferente, tal es el caso de los niños que piden dinero en las calles, duermen en los parques, mueren por desnutrición o forman parte de la comunidad Mapuche, un pueblo autóctono de su país, y en estos momentos sometido al abandono de sus tierras, una condición que les privará de todos estos derechos de los cuales habla la representante del gobierno argentino.

Entre en Facebook, quería dar una ojeada y un video _colocado por la Psicóloga Social, Nora Salas, me hizo estremecer: la existencia de un lugar donde aparecieron bebés muertos en un basurero, en Ezeiza, Argentina, en los cuales se pueden ver algunos objetos que provocan espanto: se trataba de bebes no nacidos, juntos en posición fetal, dormidos ante la muerte espantosa que les privó, sin su consentimiento de la vida. Seres humanos que fueron extraídos como basura y lanzados como inservibles en un basurero, expuesto a ser devorados por animales. No es necesario seguir comentando. Existen fisuras en el sistema cuando aparecen estos restos. Nadie puede obviar lo que es evidente. Se precisa de medidas que realmente resuelvan estas y otras situaciones que afectan a ese país.

En el otro lado del mundo, en el Japón, en medio de la crisis generada por el peligro de fusión nuclear y, consecuente desastre, otra noticia me obliga a salir de estas vacaciones: el rescate de una niña japonesa que permaneció atrapada entre los escombros. Tal imagen es un canto a la vida. No porque sea el Japón una sociedad diferente al resto de las sociedades capitalistas. Solo expongo los contrastes lógicos entre la vida y la muerte, en las acciones que definen (verdaderamente) nuestra esencia de seres humanos.

Ayer, por demás, tuve el aliento de un amigo. Me decía que extrañaba mi presencia en el espacio de la red social de Facebook donde hemos expuesto nuestros puntos de vista con relación a Cuba y la defensa de la Revolución. No es que me guste Facebook, pero es también un espacio donde algunos pretenden denigrar los esfuerzos que hace la Revolución en mi país. No puedo, por tanto, sustraerme. Tengo un espacio y un oficio que no admiten el descanso. De esta manera me reincorporo a mis labores como periodista en un periódico diferente al ya desaparecido “el habanero”, aunque no he dejado los reportes en este blog.

Desde “el habanero” escribí y preparé este blog cuyo nombre le recuerda y adjunto el “chekere”, un instrumento de origen africano que es utilizado para llamar a los dioses, apoyar en las danzas por la vida y las cosechas, para llamar a los guerreros al combate. Hechos como este me devuelven a mis funciones en las páginas impresas.

Noticias como el reporte de estos bebés lanzados a un sitio entre la basura, un lugar que como explicaban algunos puede convertirse en un “nuevo cementerio” relata, por sí solo, las fisuras que deben ser erradicadas en todos los aspectos de una sociedad moderna que pretenda dignificar a sus ciudadanos y garantizar el futuro sin exclusiones.