“Por el
Mar de las Antillas
anda un barco de papel (…)”
anda un barco de papel (…)”
Nicolás
Guillén
El próximo arribo del crucero Universe Explorer a la rada de la bahía habanera es, desde ya, un acontecimiento esperado por quienes viajan a bordo de la nave _sede flotante del programa educacional Semestre en el Mar_ cuya travesía auspicia la universidad norteamericana de Pittsburg. Por supuesto, una vez que la embarcación entre al puerto cubano, deberá continuar su travesía durante otro medio año para no ser multada por las autoridades estadounidenses. Un hecho, verdaderamente, lamentable frente al esfuerzo de los académicos para restablecer el contacto entre dos naciones histórica y geográficamente cercanas. Pero sobre todo el derecho, de ambos pueblos, a mantener estas relaciones con independencia de la absurda posición del gobierno, en Washington, y su bloqueo recrudecido en leyes extraterritoriales.
Los
más de 700 estudiantes tendrán la posibilidad de intercambiar con
universitarios cubanos, visitar lugares históricos, centros educacionales e
instalaciones científicas de Cuba. También, el buque tendrá el mayor
recibimiento, cuando enfile su proa por el canal de entrada de la bahía y desde
cubierta, tripulantes, profesores y universitarios, tengan la primera imagen de
una ciudad completamente diferente, capaz de atrapar desde el primer contacto y
convertirse en un destino obligado para cualquier visitante foráneo.
No se
trata de un secreto especial relacionado con el encanto de La Habana, sino de
cuestiones más profundas que se guardan en la memoria de los pueblos, sin
exclusión. Quizá será _en caso de producirse algún encuentro con el historiador
de la ciudad_ un momento importante para recordar el apoyo de cubanas y cubanos
a la independencia de las trece colonias. De cualquier forma se prevé un
intercambio cultural genuino y diferente. Más allá del abismo, en el cual han
pretendido sumergirnos las diferentes administraciones de la Casa Blanca _con
el apoyo de la bancada de los congresistas Ileana Ros y Lincoln Díaz-Balart_ para
su campaña de agresión mediática, contra la Isla, en la variante de crear focos
de subversión, además del genocida bloqueo.
El programa
académico internacional, Semestre en el Mar, fue establecido desde 1964. Se
espera la llegada el día 9 de diciembre. Entre los años 1999 y 2004, el Crucero
realizó 10 viajes a Cuba. En siete de ellos, los estudiantes, sostuvieron
encuentros con el líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe, Fidel
Castro. Sin embargo, las restricciones _impuestas durante el gobierno de
George. W. Bush_ se interpuso a los intercambios
académicos y culturales entre Cuba y Estados Unidos e impidieron que, la
Universidad flotante, Semestre en el Mar, pudiera regresar en diciembre de
2004.
Durante la travesía,
los estudiantes reciben conferencias y cursos, además de obtener información de
primera mano sobre los puertos que visitan. En el intercambio participarán
además profesores de la Universidad de La Habana, institución que funciona como
apoyo del proyecto, en Cuba.
Concluyo esta nota y recuerdo una estrofa de la canción de Silvio, Amigo Mayor, y es cierto. La amistad es también un derecho, cuando tener amigos supone el aceptar ser diferentes.
"...amigo, si, es tambien quien me soporte
pero amigo mayor es quien me ampara
no me cures hermano de delirio
de aullido, de esmesura
o arrebato
dejame arder en el amor ingrato
o en la inefable luz de otro martillo".
pero amigo mayor es quien me ampara
no me cures hermano de delirio
de aullido, de esmesura
o arrebato
dejame arder en el amor ingrato
o en la inefable luz de otro martillo".
(Fragmento de la canción, El mayor amigo, Silvio Rodríguez)
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