viernes, 31 de enero de 2014

LUCIANO: Un trébol de cuatro hojas

Prometí que, en mi blog, compartiría con su tripulación de ciberargonautas un espacio de opinión. Esta carta es más que una opinión. Es un testimonio imprescindible para quienes luchamos todos los días.





“…que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor”
Mario Benedetti




Carta de la mamá Luciano Arruga a si hijo.

Por Mónica Raquel Alegre (mamá de Luciano Arruga)

En todos los Festivales que se han hecho para pedir justicia y
recordar a mi hijo he agradecido a la gente que nos acompaña. Ésta
vez quiero hablarle a Luciano.
Negro: Hoy quiero darte las gracias por haberme enseñado a luchar, por
haberme dado fortaleza, y por haber puesto en mi camino personas que
estuvieron en el momento justo e indicado para posibilitar que
lleguemos hasta acá. Vos me hiciste otra persona. Me enseñaste a no
permitir que me pisoteen y a hacer valer mis derechos. Vos con
dieciséis años y siendo mi hijo, me enseñaste a mí ,tu madre de
cuarenta y cinco , a seguir de pié, a levantar la cabeza.
A mis hijos siempre les enseñé el respeto. Les enseñé a tener sueños,
ilusiones, esperanzas.
A vos te decía: "tenés que tener principios" , y "¿que son los
principios?": me preguntabas. Y yo te respondía: que son las cosas en
las que crees en la vida, son tus valores, lo que te guiará cuando
estés grande.
Un día me dijiste :"Te acordás toda esa sanata que me dijste vos? ,
hoy sé quien soy: soy Luciano Nahuel Arruga, un pibito que vive en
una villa, estoy orgulloso de ser nieto de Martha y hermano de
Vanesa". Vos me decías que estabas orgulloso de tus raíces , de tu
esencia. Eso me marcó. Sobretodo porque careciste de muchas cosas: de
un pedazo de pan. Eso es muy fuerte para mí.
Vos negro eras muy sabio. Cuando me caigo, cierro los ojos y te
recuerdo. Me acuerdo del sacrificio que hacías por ser alguien , por
aprender un poquito más, por tener mejor aspecto.
La vida no te fue fácil, todo te costó mucho.
¿Sabes Lu? Quiero estudiar. Nunca me voy a olvidar un día, frustrado
por mi desconocimiento de algunas cosas que te parecían importantes ,
me dijiste: "Má : vos no entendés nada ,vos siempre lo mismo" "Má:
siempre igual, no sabés". Quiero que sepas que ahora mi anhelo es
crecer , es cambiar y que vos reconozcas en mí otra persona. Ya sé que
el estudio no hace mejor a nadie , pero también es cierto que es una
buena llave. Es verdad que lo que vale es la esencia de cada cual , y
yo soy ésta Mónica , la que toma mate en casa y desde hace cinco años
te espera. Pero ahora quiero que la educación me pula un poco, que
ayude a que no me pasen por arriba. Vos sabes que no pulirse en la
vida es quedarse dormido en la ignorancia. Quizás me dí cuenta tarde,
pero me dí cuenta.
En éste último año he tomado consciencia que durante mucho tiempo me
limité a esperarte.
Amo a mis otros hijos, pero mi mundo, mi casa, yo, nos vinimos abajo.
Yo estaba pero no estaba. Veía que todo se caía y que no podía hacer
nada para detenerlo.
Sabía que todo se hacía mil pedazos: la copa se caía , no podía hacer
nada para atajarla , y decía:
" es mi copa, mi copa más querida".
Ahora solo recojo y trato de juntar pedazo por pedazo. Hay que hacer
un trabajo muy fino para reconstruir esa copa rota y capaz me lleve
toda la vida. Hoy mis hijos son grandes: Mario tiene 18 y Mauro tiene
16 . Cuando Vanesa, mi otra hija me pedía a gritos y decía: "Por
favor mamá , no puedo más" , me preguntaba porque se hacía tanto
problema. Yo pensaba que vos ibas a volver. Yo te esperaba. No tomé
conciencia y dejé que mi hija se cayera. Durante dos años de mi vida
dañé sin quererlo . Yo perdí a un hijo. Ellos perdieron a su madre.
Perdieron su familia. Quizás fui egoísta en mi desesperación. Quizás
les hice daño a ellos que son lo que más quiero. Resta reparar ese
daño.
Recuerdo que una vez te dí a leer El Principito y vos me dijiste: "ese
libro que vos me diste¡¡ Me dio una bronca!! , ¡¡ No lo entendí!! Que
el pibe se quiere comer un elefante, que está enamorado de una rosa...."
Te pedí que lo leyeras de vuelta, con la ilusión y picardía de un
niño. Un mes después me dijiste: "tenías razón ma, lo leí como vos
dijiste y hasta yo me convertí en un Principito . Estoy enamorado de
la rosa..." A veces creo que no debí enseñarte a soñar y confiar en la
gente.

¿¿Cómo llamar a los que te hicieron daño?? No sé qué palabra, que
adjetivo usar. No los odio . Son personas que no merecen ni siquiera
mi odio. Si mi pena. Por ese hijo que van a abrazar, por esa madre que
van a besar , por esa mujer cuyo cuerpo tienen al lado. Esos brazos
fueron los que mataron a un niño de dieciséis años. Les tengo pena.
Que la vida me libre de que alguien tenga hacia mí un sentimiento tan
terrible como ése. Es el sentimiento más feo que un ser humano le
puede tener a otro. A una cucaracha le tengo fobia. A un gusano le
tengo asco. A los ocho policías que le hicieron daño a mi hijo les
tengo pena. Hace cinco años que aprendí que ese sentimiento es el
peor.
Hace dos años en un festival pasado, dije: " no voy a llorar más
frente a la gente, te voy a llorar todos los días de mi vida pero
sola. No me verán bajar los brazos" Los que me quisieron despedazar y
destrozaron tu vida me verán de pié. No van a tener que pelear sólo
con tu recuerdo, también conmigo. Les voy a dar pelea y si sienten un
aire en la espalda , no es el viento, soy yo que les está respirando
desde atrás.
Hoy recuerdo todo y a todo le doy un significado. Cada charla que
tuvimos, tu desaparición, la búsqueda de justicia, la lucha. Más allá
del dolor, sos un trébol de cuatro hojas . Siempre tengo la certeza
de que no estoy sola. Por vos he viajado, he aprendido , he conocido
el mar, tal como vos querías.
Te doy gracias también por haberme enseñado a no ser tan egoísta. Por
ayudarme a poner mis ojos en los semejantes. Por llevarme a tantos
lugares donde descubrí que hay muchos Lucianos, muchas Mónicas,
muchas Vanesas que a veces no llegan a tener el alcance que tuvo tu
voz.
Te voy a recordar todos los días de mi vida. Pero no me van a ver
llorar. Nadie se va a regocijar con mi dolor. Eso lo he aprendido con
el tiempo. Estoy orgullosa de ser Mónica Raquel Alegre, madre de
Luciano Nahuel Arruga . Parí un argentino y negro que no quiso robar
y estoy orgullosa de eso.








Hombre que mira al cielo.



Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
sus molares caninos e incisivos
y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
y mis hermanos puedan hacer de nuevo
el amor y la revolución
que cuando enfrentemos el implacable espejo
no maldigamos ni nos maldigamos
que los justos avancen
aunque estén imperfectos y heridos
que avancen porfiados como castores
solidarios como abejas
aguerridos como jaguares
y empuñen todos sus noes
para instalar la gran afirmación
que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
que cuando el corazón se salga del pecho
pueda encontrar el camino de regreso
que la muerte pierda su asquerosa
y brutal puntualidad
pero si llega puntual no nos agarre
muertos de vergüenza
que el aire vuelva a ser respirable y de todos
y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
poniendo en tus ojos el alma
y tu mano en mi mano

y nada más
porque el cielo ya está de nuevo torvo
y sin estrellas
con helicóptero y sin dios

 
Mario Benedetti.






 

1 comentario:

  1. Es muy triste que haya desaparecidos en la democracia como asi también, la connivencia entre el delito y las autoridades policiales. Un caso muy triste el de Luciano Arruga, sin dudas

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