“un viejo y un niño desnudos se ven
jugando en la arena en la orilla del mar
el viejo es muy viejo su barba es azul.
el niño es muy niño su risa está intacta aun.
y juegan al mundo a la historia. a la vida.
común. común…”
jugando en la arena en la orilla del mar
el viejo es muy viejo su barba es azul.
el niño es muy niño su risa está intacta aun.
y juegan al mundo a la historia. a la vida.
común. común…”
(Generaciones, Silvio Rodríguez)
Raúl San Miguel
Foto: Samuel
Pensaba
en Charles Bukowski, después de una noche escuchando a Silvio Rodríguez,
mientras el noticiero de la televisión, desgranaba las mismas informaciones de
todos los días: hay más sangre y dolor, cada vez, en las pantallas. La ciencia
ficción ha dejado de ser una realidad para devenir en Sur-realismo. La muerte
ha dejado de ser una quimera. Los ricos se la han apropiado y la reparten por
doquier con sus bombas que destrozan la vida en el planeta. El sujeto (el ser humano) ha dejado de ser
definido como recurso importante de la vida. He pensado, en Charles
Bukowski y quizá tenga toda la razón,
para entender el uso de la inteligencia como la experiencia adquirida por
el conocimiento para bien individual o colectivo, pero casi
siempre (como ocurre entre los círculos del poder) resulta letal cuando se
emplea en beneficio propio porque busca el fin como propósito, con
independencia de la forma para lograrlo.
Uno de
los ejemplos más conocidos lo describió Homero cuando Odiseo, increpado por el
Cíclope -a quien privó de la visión para escapar y salvar a sus compañeros de
la muerte-, respondió: “Nadie” y esa palabra, en el caso de la literatura, se
extendió a la actitud asumida por el pueblo de Fuenteovejuna después de la
muerte del Comendador.
El
diccionario, la astucia, se define, a rajatabla, como la habilidad para conseguir algo,
especialmente engañar o evitarlo. Sin embargo, en estos tiempos difíciles, su
mayor empleo se relaciona con la primera acepción. De modo que la respuesta de
Ulises pudiera atribuirse como un significado más cuando exime de la responsabilidad
ante un hecho o acción, mediante una distancia salomónica e indefinida del
individuo frente al problema o situación creada, a su favor, por supuesto.
“Nadie”, es la indefinición del sujeto.
Entre
los simuladores también se maneja la ironía, en el término griego(o eironeia)del que proviene, el pícaro o
simulador, casi siempre finge ignorar aquello que conoce, utiliza esa habilidad
para descubrir fisuras donde se expone la socialización del conocimiento
colectivo para evitar el paso de la luz, a través de las palabras.
El
filósofo Sócrates, utilizó hábilmente la ironía para desenmascarar a los
sofistas. Se acercaba a ellos, como un humilde aprendiz, y les interrogaba
sobre cuestiones que, en teoría, dominaban. Poco a poco y con sus preguntas
ponía de manifiesto la ignorancia de los presuntos sabios y presumidos
intelectuales.
De
hecho, según cuenta la historia, la ironía es la primera de las fórmulas
utilizadas por Sócrates en su método dialéctico en los diálogos
psicopedagógicos. Desde una posición ficticia encumbraba a su interlocutor para
dar a entender la contradicción evidente.
Recomiendo,
cuando ayudamos o contribuimos a construir valores o destruir prejuicios y
perjuicios, tener en cuenta que la verdad absoluta no existe, pero se puede
encontrar aún a riesgo de nuestra propia vida.
Comparto estas dos joyas de un escritor de los llamados malditos Charles Bukowski
Comparto estas dos joyas de un escritor de los llamados malditos Charles Bukowski
Culminación del dolor
"Oigo incluso cómo ríen las montañas arriba y abajo de sus azules laderas
y abajo en el agua los peces lloran y toda el agua son sus lágrimas. Oigo el agua, las noches que consumo bebiendo y la tristeza se hace tan grande que la oigo en mi reloj. Se vuelve pomos en la cómoda, se vuelve papel sobre el suelo, se vuelve calzador, ticket de lavandería. Se vuelve humo de cigarrillo escalando un templo de oscuras enredaderas...Poco importa poco amor o poca vida, no es tan malo, lo que cuenta es observar las paredes. Yo nací para eso, nací para robar rosas de las avenidas de la muerte."
Pájaro azul
Hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir pero soy duro con él, le digo quédate ahí dentro, no voy a permitir que nadie te vea. Hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir pero yo le echo whisky encima y me trago el humo de los cigarrillos, y las putas y los camareros y los dependientes de ultramarinos nunca se dan cuenta de que esté ahí dentro. Hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir pero soy duro con él, le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres hacerme un lío? ¿Es que quieres joder mis obras? ¿Es que quieres que se hundan las ventas de mis libros en Europa?
Hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir a veces por las noches cuando todo el mundo duerme. Le digo ya sé que estás ahí, no te pongas triste. Luego lo vuelvo a introducir, y él canta un poquito ahí dentro, no le he dejado morir del todo y dormimos juntos así con nuestro pacto secreto y es tan tierno como para hacer llorar a un hombre, pero yo no lloro, ¿lloras tú?
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