martes, 11 de octubre de 2016

Trumpclint*




 
Raúl San Miguel

Cada vez resulta más difícil encontrar un punto de engaño para confundir a quienes siguen el show de las elecciones por la presidencia de los Estados Unidos.  Esta vez el juego, por partido doble, entre demócratas y repúblicanos, conformaron el dueto de la buena y el malo, interpretados por dos figuras contrapuestas desde lo mediático, pero enlazadas por un denominador común: favorecer la continuidad de los controles establecidos por el círculo del poder para mantener el control de cualquier administración en la Casa Blanca.
Hillary, está predeterminada a ocupar la Oficina Oval, después que su predecesor quebrara uno de los mitos en la historia de los Estados Unidos: la presidencia ocupada por un hombre representativo físicamente de los afroamericanos; aunque el propio Barack, ha considerado dilucidar tal semejanza al decir que es norteamericano…, y punto.
Ahora toca el turno a una mujer. Especialmente preparada por su experiencia como primera dama, a la derecha del ex mandatario Clinton.
En su hábil demostración de inteligencia, la futura presidenta de Estados Unidos viajó a Miami, para completar su campaña electoral en el estado banana, que decide los puntos necesarios, como ha ocurrido en casi tres décadas. Lo hace junto al ex vicepresidente, Al Gore, reconocido por su interés de promover la defensa de incluir medidas urgentes para evitar el cambio climático.
En su discurso, la señora Clinton, mostró la forma de pifiar en cuanto a qué omitir y de qué hablar, cuando dijo una verdad de Perogrullo, al vincular al  huracán Matthew con el resultado del calentamiento global, pero sin explicar cuál es su programa para evitar que los Estados Unidos, el primer emisor de contaminantes al medio ambiente y el país que se negó a firmar el Protocolo de Kyoto, continúe generando las principales causas del desastre a escala global.
Señaló, en forma indefinida –a pesar de los datos que manejan sus asesores- que "más de mil personas" murieron en Haití y otros países debido al paso de Matthew, incluyendo al menos 16 en los Estados Unidos”. Agregó que: "El cambio climático amenaza nuestra seguridad nacional".
"Es por eso que tiene un plan de acción global para hacer de Estados Unidos la superpotencia de energía limpia del siglo XXI, creando millones de puestos de trabajo bien remunerados, y protegiendo el futuro de nuestros hijos y nietos", aseguró la futura presidenta norteamericana.
Según sus palabras, es evidente que los Estados Unidos, comenzarán una nueva etapa en su estrategia de dominación geopolítica, al condicionar su posición de observante de quién cumple o no, a quién culpar y hasta a quién invadir cuando se trate de culpar a alguien por un desastre natural.

*Truco



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