viernes, 14 de enero de 2011

Una respuesta necesaria



Raúl San Miguel

Foto: Tomada de la Internet

Hay cuestiones que nos atañen a todos, aun cuando (aparentemente) sean calificados como asuntos de Estado. Sin embargo, tengo mi derecho a opinar como ciudadano con relación a la nota del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba con respecto a la posición irrespetuosa asumida por representantes del gobierno de los Estados Unidos que vinieron a mi país para tratar asuntos seriamente vinculados a las relaciones entre naciones y específicamente para la familia cubana residente tanto en la Mayor de las Antillas como el territorio norteamericano. La nota dice:

Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores
El 13 de enero del 2011, aprovechando la visita que realizaron a Cuba, para participar en la ronda de conversaciones migratorias, la jefa de la delegación norteamericana, Roberta Jacobson, subsecretaria asistente principal para asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, acompañada por la subsecretaria asistente para Centroamérica, el Caribe y Cuba, Julissa Reynoso, el Jefe de la Oficina de Asuntos Cubanos, Peter Brennan, y el Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Jonathan Farrar, se reunieron con un grupo de mercenarios, cuyas actividades contra el orden constitucional cubano son dirigidas y financiadas por el Gobierno de los Estados Unidos.
Previo a la celebración de la ronda migratoria, el Ministerio de Relaciones Exteriores trasladó claramente a los representantes del Gobierno de los Estados Unidos su rechazo a cualquier intento de utilizar esta visita de carácter oficial a Cuba para realizar actividades ofensivas e irrespetuosas hacia nuestro país.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba denuncia esta abierta provocación de altos funcionarios del Departamento de Estado, que constituye una violación flagrante de los principios y las normas internacionales que rigen las relaciones entre los Estados y una ofensa a nuestro pueblo que por más de 50 años ha enfrentado la política de hostilidad y bloqueo del gobierno de los Estados Unidos.
Esta acción confirma una vez más que no hay cambios en la política de subversión e injerencia de los Estados Unidos en los asuntos internos de Cuba y que su prioridad sigue siendo alentar la contrarrevolución interna y promover actividades de desestabilización, a la vez que recrudece el bloqueo y la persecución de las transacciones comerciales y financieras cubanas en el mundo entero.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, al reiterar la disposición ya expresada por el gobierno cubano de sostener un diálogo respetuoso sobre cualquier tema con el gobierno norteamericano, siempre que este sea entre iguales, sin menoscabo a la independencia, soberanía y autodeterminación de nuestro país, ratifica que no tolerará injerencia alguna de los Estados Unidos en los asuntos internos de Cuba y utilizará todos los mecanismos políticos y legales a su alcance para enfrentarla.
13 de enero de 2011

En relación con esta necesaria respuesta debo apuntar que el presidente Barack Obama, prometió (durante su campaña electoral por la presidencia de los Estados Unidos) mantener una conducta en favor del pueblo norteamericano. Debo recordar que la palabra “cambio” en su carrera por la Casa Blanca, marcó un punto de referencia para millones de personas que cifraron sus esperanzas en la política exterior que seguiría el mandatario. Sin embargo, los cubanos no permanecimos escépticos, sino atentos. Durante casi medio siglo de agresiones (directa e indirecta) hemos aprendido a conocer la advertencia martiana y temprana acerca de la esencia de ese imperio vecino que podía extender con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América Latina.
Mantener una referencia de “oposición (grupos mercenarios)” es la prioridad de cualquier administración estadounidense en cuanto a Cuba se refiera. De ahí que sus representantes enviados para tratar asuntos de nivel de gobierno, bajaran hasta el punto de ofrecer una connotación oficial (desde Washington) con respecto a estos grupúsculos apátridas.
Precisamente en momentos que se realiza un proceso de consulta popular y debate del Proyecto de Lineamientos de la Economía Cubana para la Revolución y el Socialismo, se incrementan los esfuerzos del gobierno de los Estados Unidos para cumplir el viejo sueño de dividir y vencer a los cubanos. Es como si no comprendieran la esencia histórica de una nación que fue capaz de obtener la independencia de España y que fuera arrebatada con la intervención de las tropas norteamericanas, justo cuando capitulaba la metrópoli. Tampoco lo entendieron cuando apoyaron al ejército del General Batista para impedir que el Ejército Rebelde alcanzara la victoria de enero de 1959. Mucho menos después cuando iniciaron las campañas difamatorias (previstas en la aún presente Guerra Fría de los Estados Unidos contra Cuba), los sabotajes, el apoyo a grupos de bandidos (con armas, financiamiento y logística proveniente de los arsenales de la CIA y el Pentágono). La invasión por Playa Girón, en la llamada Operación Mangosta: una coalición intervencionista con el apoyo de tiranías latinoamericanas.
¿Por qué el presidente Barack, admite esta flagrante violación de las normas internacionales entre los gobiernos?
Recuerdo que el Mayor General Antonio Maceo y Grajales expresó que la única vez que se pondría del lado de España, sería para luchar contra cualquier injerencia de los Estados Unidos. Tanto Maceo como Martí, tuvieron una visión premonitoria del imperialismo. La respuesta de Cuba contiene todos los argumentos.

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